Washington Cucurto 10y

Un hincha de San Lorenzo en México DF

MÉXICO DF -- Una de las grandes actividades que me propusieron realizar mis amigos mexicanos, fue conocer la tumba de Don Ramón. "Cucu, no te puedes ir sin pasar por la tumba de Don Ramón". Me dijeron.
No soy muy adepto a las costumbres santuarias pero fui. A todo esto, aprovecho para mandarle un gran abrazo a todos los hinchas del León, equipo que demostró que tiene un futuro enorme. Pero volvamos a lo que realmente nos concierne, aquello que muchas veces nos quita el sueño, nos sorprende y nos obliga a escribir.

Cuando llegamos a la tumba en el Panteón de Grandes actores y celebridades de México, la tumba de Don Ramón era sencilla, nada lujosa. Me sorprendió: a su lado estaba la tumba de la Bruja del 71. Espectacular.

En este lugar había gente dando vueltas, pero me sorprendió ver una bandera de San Lorenzo tirada en el piso y arrodillado sobre ella, mirando de frente a la tumba había un sujeto. El hombre era alto y tenía el pelo largo con grandes rulos salvajes. Tenía aspecto de mochilero.

Y parecía que estaba en un rito religioso, en un rictus de fe profunda y no quise interrumpirlo. Nos quedamos a un costado mientras mis amigos mexicanos me susurraban que la imagen parecía salida de un libro de mi autoría. Sorprendidos por la fe del hincha, le sacaron con sus telefonitos un par de fotos.

Cuando el hombre se levantó me di cuenta que no era argentino. Parecía norteamericano o bien del norte de Europa. Nos enfrentó y al verme levantó las manos.

-¡Washington Elphidio Cucurto, Oh gran Wash! -, exclamó en un castellano perdido, asonante, con graves problemas de pronunciación.

Nos quedamos helados al ver a aquel gigante que se acercaba hacia nosotros, envuelto en una bandera de San Lorenzo y dispuesto a todo. Con sus grandes brazos nos abrazó a los tres.

X-Pollo mi amigo del alma, me miraba como diciendo "huevón, sin duda que tienes un imán con los luzzers". Nadie nunca en mi vida dijo mi nombre completo. Lo tenía bien guardado, pero Jimmy, un viejo amigo de juventud volvió a cruzarse en mi vida.

Nicole, la niña prodigio de México, la caminante incansable, siempre dispuesta a hacer el sacrificio de manducarse un buen sanguche de helado, me preguntó: "Cucu, parece el dios Poseidón". Está estudiando cultura griega y a todo lo referencia con un Dios griego.

Jimmy es canadiense y tiene una historia increíble. Es el hincha de San Lorenzo que hizo más hinchas del Cuervo a lo largo del mundo. Su destino en la vida es volver hinchas de San Lorenzo a las personas.
Hace poco el Papá Francisco lo nombró hincha Celestial del Mundo. Transmitiendo paz y amor, anda en su moto por el mundo, feliz con la idea de ser hincha de San Lorenzo. Lo que el Papa nunca sabrá es que cuando éramos jóvenes nos dedicábamos a darles golpes a los hinchas del club contrario. Nos conocimos en el paraavalanchas del Viejo Gasómetro y no nos separamos más, hasta que Jimmy se enamoró de una hincha de Huracán y tuvo que irse para que su fe no se estropeara.

- He venido hasta aquí, por ti, Cucu. Vos me hiciste hincha de San Lorenzo y sé que amás a Don Ramón y he venido a pedirle un favor. Que nos saque campeón de La Copa Libertadores. Por primera vez, estamos en semis...

Desde que comencé a escribir, nunca dejó de sorprenderme el amor, la pasión y la fe de los hinchas por sus clubes. Algunos, como Jimmy, estando a la distancia, no se olvidan de su club y llevan los colores a cualquier parte del mundo.

Hablar de Jimmy, es hacerle un homenaje a todos los hinchas del mundo.

PD: Jimmy, San Lorenzo jugará la final de la Copa Libertadores, no tengas dudas.

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