BOSTON -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": la esperada batalla de fin de semana en la que Tigres de Detroit y Medias Rojas de Boston se vieron las caras por primera vez desde la Serie de Campeonato de la Liga Americana del año pasado, trajo como resultado una barrida en favor de los felinos, ante unos patirrojos que apenas pudieron anotar tres carreras en total en toda la serie.
Por supuesto se puede hablar de la gran calidad del pitcheo felino, de las joyas de Max Scherzer, Rick Porcello y Aníbal Sánchez como abridores, pero es indudable que la ofensiva bostoniana atravieza por un muy mal momento, no son capaces de fabricar carreras, dependen demasiado del batazo de largo alcance que tampoco llega y, lo peor de todo, debido a ello, no pueden hacer valer su condición de locales.
En Fenway Park, los actuales campeones de la Serie Mundial tienen apenas marca de 10-14 y han conectado solamente 15 cuadrangulares, cifra que supera nada más a Reales de Kansas City y Cardenales de San Luis en lo que se refiere a irse para la calle en casa.
Las dos carreras producidas de los Medias Rojas en la serie corrieron a cargo de Xander Bogaerts, conectaron apenas 16 imparables en los tres juegos, olvidaron a 18 corredores en las almohadillas y su bateo con hombres en posición de anotar fué de .071, con un hit en 14 turnos en total.
La semana no había comenzado tan mal para ellos en Minnesota, pero evidentemente los resultados y la ofensiva durante el fin de semana ante un equipo que en verdad es contendiente, es lo que puede llegar a prender la alerta roja en Boston, pues los Mellizos no van a ningún lado, pero los felinos lucen como el equipo más completo en la Liga Americana.
El raquítico bateo de posiciones tan importantes como la tercera base, en donde Will Middlebrooks no termina por consolidarsde, o el jardín izquierdo que varios han compartido, son problemas que tienen que ser resueltos a la brevedad por John Farrell.
Cuatro de los cinco abridores de Boston presentan efectividades superiores a 4.00 con Jon Lester (2.67) como la únbica excepción. El bullpen se ha comportado mucho mejor en ese sentido, pero el problema real de la gente de Farrell sigue siendo la ofensiva.
Para fortuna de los Medias Rojas, los demás equipos en el Este de la Americana también han tenido sus dificultades. Nadie ha despuntado todavía y cada vez que alguno pretende tomar la delantera, algún problema vuelve a surgir y los demás dan alcance. Ciertamente los Rays han perdido terreno en relación a los demás, pero todos sabemos que son un equipo de segunda mitad y que no se van a render tan fácilmente.
Esa es la ventaja de la gente de Boston. Mientras sus rivales divisionales luchan por subsanar sus carencias, ellos tendrán que buscar fuentes de ofensiva. Ya sea el despertar de la gente que ha estado silenciada con los bates, o el buscar fuera alguien que pueda venir al rescate, pero el equipo no puede permanecer en ese marasmo por mucho tiempo, ya que aquellos años en los que quedarse fuera de la postemporada y acumular frustraciones era lo más normal, han quedado atrás. Luego de conquistar tres Series Mundiales en los recientes 10 años, de reafirmarse como uno de los equipos insignes de las Grandes Ligas, los patirrojos tienen poco márgen de error.