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Tierra de gigantes

Gregg Popovich levantó el periódico y sus pupilas se dilataron. Quizás no haya sido justamente un periódico y sí algún canal de televisión, una estación de radio, un sitio web. O, quizás, algún integrante del cuerpo técnico, o un jugador, o un fanático.

Sea como fuere, la reacción del entrenador respecto a la lesión de Serge Ibaka debe haber sido la misma: incredulidad primero para vislumbrar una oportunidad después.

Los Spurs se enfocaron el lunes por la noche en el punto débil del Thunder. La seducción de la herida provocó a los jugadores de San Antonio, que se dedicaron a hurgar de manera frenética en ese sector para dejar a la víctima con una vida menos en esta postemporada.

"Eso fue en lo que nos enfocamos, sabiendo que Serge Ibaka no estaba allí", dijo Boris Diaw, ala-pivote de Spurs a ESPN. "Un equipo que no está en la pintura es muy diferente a uno que se enfoca en asegurarla", agregó.

El lunes por la noche, el ingreso del balón a la llave fue con alfombra roja, ya que el conjunto texano venció 66-32 en ese apartado. Arrancó Tim Duncan la sangría y luego se desparramó el mensaje como un virus contagioso. Los Spurs se acercan al básquetbol total cuando logran mover el balón desde adentro hacia afuera. Cuando eso sucede, jugadores como Danny Green, Marco Belinelli y Kawhi Leonard -todos tiradores a pie firme- llegan a la fiesta de la anotación con trajes de etiqueta.

Las penetraciones han sido la nafta del conjunto de Popovich para alcanzar el puesto de privilegio en temporada regular. De esa manera se produce el movimiento efectivo de pelota para encontrar tiradores abiertos o para lastimar con la primera incisión en la llave. San Antonio anotó 20 puntos (9-14) en penetraciones y ocho de los 14 puntos de Tony Parker llegaron por esa vía.

"Siempre intentamos penetrar", dijo Parker a AP. "Siempre queremos nuestro movimiento de balón, es la manera en la que jugamos: penetración y descarga. Obviamente es un poco mejor sin Ibaka en la pintura, pero igual hubíésemos decidido penetrar y hacer que lo que pasó ocurra".

¿Un poco mejor? Vamos Tony. Esa apreciación se queda un poco corta si vemos que San Antonio tuvo ayer un 67.3% en la pintura contra un 49.1% cuando estuvo Ibaka. Eso sumado a un 12% menos de tiros bloqueados y a una tanda imposible de proyectar de tiros desviados por su presencia. No sólo eso: ¿alguien acaso midió la incidencia de la carga al rebote ofensivo que supo darle el ala-pivote congoleño a los dirigidos por Scott Brooks? Las pupilas de Pop están más dilatadas que nunca.

Oklahoma está acostumbrado a jugar con Ibaka en su rotación. En el juego debut de la serie, la dinámica defensiva de OKC no supo cómo sustituir la ausencia de su ala-pivote estrella a partir de rotaciones y ajustes. Incluso, se produjeron una cantidad de pareos incongruentes (mismatchups) que convirtieron el juego en ridículo. Ver a Kevin Durant como centro fue demasiado para mis ojos. Ni hablar de la cara de Reggie Jackson intentando detener a Boris Diaw en la pintura: no existe hormiga que pueda frenar a un elefante.

En ataque, todo pasó por Durant y Russell Westbrook. Por momentos el dúo dinámico se mostró fantástico, pero en otros pasajes perdió los estribos y eso lo aprovechó San Antonio. Green fue la estampilla perfecta de los astros de OKC: como nos indica ESPN Stats, limitó a sus oponentes a 2-16 en TC, cuando el promedio anotador contra el en playoffs era de 41.4%. Veamos los puntos de sus rivales en uno contra uno: Westbrook (6 , 2-6 TC),
Caron Butler (1, 0-2 TC), Durant (0, 0-3 TC), Thabo Sefolosha (0, 0-3 TC) y
Reggie Jackson (0, 0-2 TC)
. Eso, combinado a la versatilidad del alero de manos gigantes, Kawhi Leonard, selló la defensa en el perímetro.

El modo destructivo de Westbrook, de todos modos, sigue siendo asombroso. Un jugador conectado a 220 voltios desde que suena su despertador: nunca sabremos a ciencia cierta cómo ni cuando toma la pócima que lo transforma en Mr. Hyde. Siempre atractivo, siempre letal, siempre conflictivo.

Sin Ibaka, la pintura del Thunder también se mostró poco productiva. Steven Adams, Nick Collison y Kendrick Perkins se combinaron para nueve puntos, 14 rebotes y dos bloqueos con 44% en TC. Ese trío, con Ibaka en condiciones, promedió en esta postemporada 21 puntos, 18 rebotes y cuatro tapas por juego, con 59% en TC.

Aún así, y pese al marcador final abultado, el Thunder mostró una mejoría que encendió el juego en el tercer cuarto. Incluso logró pasar al frente, pero fue la exhalación del enfermo antes de la agonía final. Los Spurs sacudieron la modorra y vencieron 45-27 en los últimos 16 minutos y medio de juego. He aquí la teoría: los emparejamientos físicos desfavorables y la profundidad del equipo de Spurs desgastó físicamente a OKC, un equipo acostumbrado a quemar los músculos del rival. Claro, con Ibaka en la rotación.

San Antonio fue fiel a su filosofía corporativa: "Cuando nada parece ayudar, voy a donde el cantero y lo miro martillar su roca, tal vez unas cien veces sin que ni siquiera se note una grieta en ella. Sin embargo, al centésimo primer martilleo ésta se partirá en dos; y sé que no será debido al último golpe, sino a todos los que vinieron antes" (Jacob Riis). Eso fue justamente lo que hicieron en el primer partido de la eliminatoria.

Con este triunfo, el trío de Parker, Duncan y Ginóbili igualó en victorias de playoffs (110) al terceto maravilla de Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Michael Cooper. La vigencia en el éxito es algo que provoca esta clase de premios.

La estadística dice que aquellos equipos que ganan el Juego 1 de la serie se quedan con la eliminatoria en un 77% de las oportunidades. Yo digo que ese número no debe despertar conclusiones con lo que vayamos a ver en el futuro: el Thunder es un equipo peligrosísimo, explosivo y habil al extremo. Con Durant y Westbrook a la cabeza, llega el tiempo de los ajustes para provocar un principio, un nudo y un desenlace diferente.

"En definitiva, tenemos que jugar mucho mejor para derrotar a este equipo", dijo el entrenador Brooks a ESPN. "Vamos a necesitar más de todos en defensa. Hoy (lunes) anotamos 105 puntos, que deben ser suficientes para ganar un partido".

El miércoles, entonces, será el turno del segundo capítulo.