Brian Windhorst 10y

¿Cavs alterará el futuro de LeBron?

Cada vez que uno piensa que los Cleveland Cavaliers se quedaron afuera, la lotería los deja volver a entrar.

Los Cavs ganaron la lotería del draft este martes por tercera vez en los últimos cuatro años, lo que solo se puede describir como una racha insólita de suerte. Es más, han obtenido la primera selección del draft en cuatro de las ultimas seis veces que ellos dijeron presente en la lotería si nos remontamos al 2003, cuando Cleveland se ganó el derecho de elegir a LeBron James.

Natural, indignante o incómodamente dependiendo de qué equipo seas simpatizante, la pregunta del millón ahora es la siguiente: ¿Qué significa este desarrollo de las circunstancias si James opta por convertirse en un agente libre el mes que viene?

Esta es una pregunta que se empecina en volver a aparecer, sin importar que tan exitoso sea James con el Miami Heat o cuantas veces los Cavs fallen sin él.

La idea de que James vuelva a jugar en Cleveland nuevamente algún día es un tema extremadamente controversial tanto dentro como fuera de la organización y en el seno de su propia hinchada. Las opiniones sobre este tema dentro de la liga misma varían impredeciblemente.

Algunos creen que es absurdo pensarlo debido a los tropezones constantes de los Cavs y al daño que James sufrió a nivel personal de parte de la franquicia tras su partida. Sin embargo, también existen otras personas que creen que existe una posibilidad razonable de que la vuelta suceda bajo ciertas circunstancias, y una de ellas ya ha aparecido con fuerza en el radar, el martes por la noche, en forma de suerte en la lotería que abría la puerta para que los Cavs incorporen a otro jugador estrella una vez más.

El mismo James, la única voz que en verdad importa en todo esto, ha dejado la puerta lo suficientemente abierta por respeto, y eso le ha alcanzado para recibir aplausos de parte de un porcentaje significativo de simpatizantes cuando él juega en Cleveland.

Sin embargo, él se ha mantenido firme al negarse a discutir sus opciones como agente libre desde que arrancó la actual temporada, las cuales incluyen seguir de largo con su contrato con el Heat este verano y demorar su turno como agente libre hasta 2015. El plan de James ha sido esperar hasta el final de la temporada desde un principio y luego juzgar cuál es el panorama antes de elegir un camino. Todo parece indicar que él se apegará a esa estrategia.

Eso sí, lo que queda claro es que, cuando James le eche un vistazo a su menú de opciones el mes que viene, él se va a concentrar en jugar para un equipo que esté listo para pelear por el título ya mismo. No en dos años. No después de que sus nuevos compañeros cuenten con su primer gustito de los playoffs. Ya mismo.

James no quiere saber nada sobre jugar para un equipo en desarrollo a los 29 años de edad y en su plenitud como jugador. Él tampoco estaría muy interesado en desperdiciar a una temporada mientras su entrenador se adapta y aprende.

James está sumamente concentrado en ganar más campeonatos y en formar parte de un equipo que sea candidato a salir campeón año tras año, o sea básicamente la misma situación en la que ha estado durante los últimos cuatro años.

El Heat está firme en su búsqueda del tricampeonato y la organización misma es un ejemplo de estabilidad en medio de un océano de turbulencia en la NBA, donde los entrenadores y dirigentes son despedidos aun después de haber contado con temporadas exitosas. Cuando se trata de haber ejecutado un plan exitoso sobre cómo rodear a James con talento, el Heat ha cumplido con todas sus promesas.

Sí el Heat gana un tercer título consecutivo y cuenta con la oportunidad de ganar el tetracampeonato --algo que ni Michael Jordan ni Kobe Bryant han podido hacer-- parecería ser imposible que James haga otra cosa que aferrarse firmemente a donde está actualmente.

Así que el concepto de que James se marche a cualquier otro lado parece ser difícil de dilucidar en este momento, especialmente con el Heat involucrado en una serie competitiva, pero si él llegara a dar un salto dramático nuevamente eso seguramente sucedería bajo circunstancias parecidas a las que eligió en el 2010.

En ese entonces, el Heat le ofreció un combo incomparable de estrellas y un equipo listo para salir campeón. Un escenario de ensueño sería necesario para que James siquiera entretenga la posibilidad de irse de Miami.

Los Cavs, por su parte, podrían llegar a contar con el presupuesto necesario bajo el tope salarial para contratar a James con un contrato máximo este verano, siempre y cuando ellos permitan que otros dos agentes libres como Luol Deng y Spencer Hawes se vayan del equipo.

Sin embargo, una base conformada por la primera selección del draft de este año (Andrew Wiggins, Jabari Parker o Joel Embiid), una estrella como Kyrie Irving y jóvenes promesas como Dion Waiters, Tristan Thompson y Anthony Bennett podría no seducir tanto a James como quedarse con un plantel del Heat que ya está consolidado y ha ganado dos títulos, por más que sea un plantel avanzado en edad.

Sería poco probable que James se viera motivado por esa opción sin primero saber cómo rendiría el novato sin experiencia previa, por lo menos en 2014, considerando que ninguno de los jugadores primordiales de los Cavs ha jugado en los playoffs en su carrera hasta ahora o siquiera pasó más de una semana con una marca ganadora.

Más allá de todo esto David Griffin, el nuevo gerente general de los Cavs, declaró públicamente que su intención es guiar al equipo con una "estrategia de adquisición de refuerzos", que comenzaría de inmediato al ofrecer diversos recursos del equipo como parte de canjes a cambio de jugadores que los ayuden a acabar con su sequía de cuatro años sin llegar a los playoffs.

Eso ciertamente significa que los Cavs van a sacar a relucir a su primera selección del draft para que el resto de la liga la vea y a su vez analizar qué podrían recibir a cambio de ella. Asumamos que como mínimo existirá una llamada a los Minnesota Timberwolves para hablar sobre la posibilidad de incorporar a Kevin Love.

Ese podría ser el tipo de maniobra que podría llegar a atraer a un jugador como James, la promesa de un jugador veterano que lo complementaría a medida que los jugadores más jóvenes van madurando.

Sin embargo, el tomar esa ruta sería extremadamente riesgoso para los Cavs sin la seguridad de saber si James estaría a bordo. Los Cavs ya han pagado el precio de apostar un poco al seleccionar a Bennett con la primera selección del draft la temporada pasada.

El canjear a la primera selección de este año --un potencial pilar de la franquicia-- para alquilar a una estrella como Love con la esperanza de impresionar a James, es el tipo de riesgo que podría llegar a ser devastador. O también podría llegar a ser el tipo de transacción agresiva que transforma positivamente a la franquicia entera, algo parecido a lo que el Heat soñó y ejecutó en 2010.

No cabe duda de que el Heat está enfrentándose a sus propios desafíos para mantener lo hecho en 2010 intacto a la vez que intenta reemplazar a sus jugadores secundarios veteranos y convencer a sus estrellas de renovar (Dwyane Wade y Chris Bosh también pueden salirse de su contrato), mientras opera bajo una situación extremadamente comprometedora cuando se trata de los impuestos por exceder al tope salarial.

Pat Riley, presidente del Heat, jamás ha tenido miedo de hacer transacciones importantes y el gerente general, Andy Elisburg, nunca ha fallado cuando se trata de ser creativo para pensar en nuevas maneras de generar opciones. El mismo Heat podría llegar a llamar a los Wolves sobre Love una vez que su actual campaña en busca del título llegue a su fin.

Seguro, vale la pena hablar sobre el concepto de que James canjee la posibilidad de jugar junto a compañeros experimentados de 30 años o más a cambio de unirse a jugadores prometedores de más o menos de 20 años, que no serían capaces de contar con tanta responsabilidad. Pero James está a una altura especial que pocas personas alcanzan en cualquier profesión, él no se ve obligado a ceder nada y a la misma vez puede reclamar el mejor valor posible.

Nunca pierdan de vista a esa realidad; pueden estar seguros de que James no lo hará.

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