Ashley Fox 9y

Los años de Pete Carroll en New England: el pasado quedó muy atrás

BRISTOL -- Pete Carroll condujo una época fresca y radical cuando llegó como entrenador en jefe de los New England Patriots, el 3 de febrero de 1997.

Bajo su predecesor, Bill Parcells, los jugadores tenían que llegar cinco minutos antes a las juntas, si no, se quedaban afuera y a nadie se le ocurría interrumpir.

Tosco. Exigente. Intolerante. Intimidante. Clásico de North Jersey. Ese era Parcells, y durante cuatro años, los Patriots y sus aficionados lo aguantaron.

Hasta el año de 1997, cuando Parcells, popularmente frustrado porque no le dejaban "escoger los productos" para armar una plantilla, selló el divorcio con los Patriots después de llevarlos al Super Bowl. Quería controlar el armado del equipo. El propietario de los Pats, Robert Kraft, no quería cederlo, así que en un canje llevado por el entonces comisionado de la NFL, Paul Tagliabue, los New York Jets enviaron cuatro selecciones de draft a New England y Parcells se convirtió en su nuevo head coach... y Kraft firmó a Pete Caroll para llenar los zapatos de una leyenda.

Carroll era la antítesis de Parcells. Acelerado. Positivo. Amigable. Motivador. Fresco de California. No encajó bien; no con los medios y no con algunos veteranos que era leales a Parcells pese a su alianza con un rival divisional.

Carroll tenía apenas un año de experiencia como coach de la NFL, terminando 6-10 al frente de los Jets en 1994. Parcells tomó una franquicia moribunda de New England --que no había viajado a playoffs desde 1986 y tenía marca de 14-50 en las cuatro temporada previas a su arribo-- y la llevó al Super Bowl.

"Pienso que cuando lo recuerdas, muchachos que soportaron los malos tiempos y no ganaban, de pronto llega Parcellos, quien era duro y tosco, y nos llevó al Super Bowl", declaró Drew Bledoe, quien fue el mariscal de campo franquicia de los Patriots desde 1993 hasta que se lesionó en el 2011 y dejó su lugar a Tom Brady. "Equilibraron esos fracasos con éxito. Así que, desde ese punto de vista, pude notar que hubo algunos veteranos inconformes con esa transición".

En palabras de Willie McGinest, primera selección de draft de los Patriots en 1994: "pienso que fue complicado porque Parcells me reclutó. Estoy seguro que comparto el sentimiento de muchos jugadores. Queríamos que se quedara. Quería que fuera nuestro entrenador en jefe.

"Es probable que otros estuviesen entusiasmados; algunos otros no. Sé que muchas personas no eran tan partidarias de Parcells. Era mi costumbre. A varios les agradaba la otra persona. Lo único que sabes es que Pete es totalmente distinto. Si eres un jugador inmaduro o no te conducías bien, te podías salvar con Pete. Él te disciplinaba, pero no le tenías miedo. Bill era totalmente opuesto".

Parcells lideraba mediante la intimidación. Carroll lo hacía mediante inspiración.

"Algunos muchachos no podían ver más allá del éxito con Bill Parcells", consideró el apoyador legendario de los Patriots, Tedy Bruschi. "Ya sea por juventud que no te permitía ver otro modo de hacer las cosas, o estabas tan viejo que ya no querías cambiar, allí comenzaron los problemas".

Debido a la sucesión de Carroll a una figura como Parcells, los cercanos a Pete nunca creyeron que podía ser exitoso.

"Sí, definitivamente creo que obtuvimos un trato crudo en New England", dijo Bledsoe sobre Carroll. "Y me da mucho gusto por Pete, que haya sido capaz de ganar en USC y ahora con los Seahawks, para demostrar lo que muchas personas que jugaron para él creían. El tipo es un excelente entrenador de fútbol americano y probablemente merece una mención en la jerarquía de los coaches".

Al igual que muchos jugadores, Lawyer Millor no conoció a Carroll sino hasta abril de 1997. Carroll había sido coordinador defensivo de San Francisco de 1995 a 1996 y pasó sus primeros meses en New England estudiando película de los Patriots. Ofensiva. Defensiva. Equipos especiales. Cada jugador. Fortalezas. Debilidades.

En lo que Milloy consideró un "detalle con clase", Carroll se reunió individualmente con cada jugador que regresaba del Super Bowl. En la reunión de Milloy, Carroll tenía una cinta de su defensiva de 49ers, algo que Milloy, un profundo dirigiéndose a su 2° año, pensó que era "extraño".

"¿Cómo piensas que fue tu año?", preguntó Carroll.

"Como novato, obviamente me tomó un tiempo entender la NFL en su totalidad, el estilo de vida y cómo jugar sobre el campo", respondió Milloy.

"Estoy de acuerdo. ¿Cómo piensas que lo hiciste?".

"Hice mi parte. Pude ser mejor en el Super Bowl".

"Aquí está lo que pienso", dijo Carroll, poniendo la cinta.

Carroll le mostró a Milloy un compilado del profundo fuerte de los Niners, Tim McDonald, quien había viajado a seis Pro Bowls. Carroll pensó que Milloy tenía ese potencial, ese talento. Quería que el joven aspirara a la grandeza.

"Realmente me sorprendió que viera eso en mí individualmente", compartió Milloy, quien se unió al barco de Carroll.

Bruschi era otro jugador joven que Carroll eligió como líder del equipo. Dos veces All-American como ala defensiva de Arizona, Bruschi no había jugado como apoyador hasta que los Patriots lo tomaron en la tercera ronda de 1996. Parcells lo colocó de apoyador en su año novato, y para el punto en que Carroll arribó, Bruschi seguía acoplándose al cambio.

Carroll quería un rol de liderazgo para Bruschi, que tomara el mando y fuese extrovertido para exigir más de sus compañeros.

"Estaba aprendiendo a transformarme en el jugador que querían que fuera", dijo Bruschi. "No pude lograr lo que él quería de mí como líder porque estaba preocupado por cimentar mi puesto en el equipo. Escuchaba lo que decía, pero yo no estaba listo para hacerlo. Pienso que eso pudo afectarlo".

Al igual que el tackle izquierdo Bruce Armstrong, el ala cerrada Ben Coates, el corredor Curtis Martin y hasta cierto punto Bledsoe y McGinest, Bruschi era un muchacho de Parcells.

"Lo único seguro con Parcells era que si te elogiaba, significaba que habías hecho algo bien", dijo McGinest, hoy analista de NFL Network. "No repartía cumplidos ni palmadas en la espalda muy seguido".

Cuando McGinest se reunió con Carroll, el nuevo coach le mencionó la posición "elefante" en su defensiva. Carroll quería que McGinest atacara la línea defensiva, jugara de lado a lado y presionara al mariscal de campo, y McGinest compartió que lo pusieron a estudiar video de Charles Haley, cinco veces jugador de Pro Bowl.

"Te pone en posición de hacer muchas jugadas, causar desorden, así que me emocionó", reconoció McGinest.

Las prácticas de Carroll eran especiales, rápidas y organizadas. Un ex asistente, Ray "Sugar Bear" Hamilton, dijo que Carroll fue uno de los primeros entrenadores para los que trabajó que se enfocaba fútbol americano situacional en las prácticas: la serie de dos minutos, de cuatro minutos, oportunidades y distancias. Tackle defensivo de los Patriots entre 1973 y 1981, además de coach de línea defensiva, Hamilton aseguró que Carroll implementó los esquemas de práctica 10-10-10, donde el equipo trabajaba en un aspecto del juego durante 10 minutos, luego otro y otro.

Carroll ponía música en la práctica. Durante los tiempos para almorzar, solía jugar básquetbol con sus asistentes. Los sábados por la noche, después de una victoria, les mostraba partes de la transmisión del juego ganado.

Si los Patriots perdían la semana anterior, Caroll no les ponía video. El mensaje era: celebren lo positivo, olviden lo negativo. A la mayoría de los jugadores, dice Hamilton, "realmente les agradaba", aunque reconoció que un puñado de ellos nunca se integró.

"Trató de establecer una atmósfera más familiar", dijo Hamilton, quien fue asistente de los Patriots durante los tres años de Carroll allí. "La personalidad de Pete es opuesta a Bill [...], suples a un coach legendario de esa forma y verás complicaciones, así de simple".

Hubo más cosas en contra para Carroll, de acuerdo con aquellos que trabajaron con y jugador para él.

Al igual que Parcells, Carroll no tenía control para armar la plantilla de 53 elementos. El poder se repartía entre Bobby Grier, vicepresidente de personal de jugadores; Andy Wasynczuk, negociador de contratos; y Carroll. Pero había una división clara entre el head coach y las oficinas gerenciales.

Al no tener esa facultad de la plantilla, Carroll no pudo hacer mucho cuando el corredor Curtis Martis se fue como agente libre tras el primer año del nuevo coach. En entrevista con ESPNBoston.com, tras convertirse en entrenador en jefe de Seattle en el 2010, Carroll dijo que su mayor arrepentimiento de sus días en New England era no haber peleado para mantener a Martin, quien se unió a los Jets de Parcells y entró al Salón de la Fama en el 2012.

"Personalmente, fue devastador", aseguró Kirby Wilson, quien era el entrenador de corredores de los Patriots. "Estamos hablando de un jugador Pro Bowl y un gran elemento en su mejor etapa, así que fue difícil".

En palabras de Bledsoe: "eso fue algo crucial para los Patriots. Obviamente, Curtis se fue a terminar su carrera de Salón de la Fama con los Jets, algo que nos pegaba en la cara una y otra vez con su éxito. Al estar con Bill, eso era aún más difícil de digerir".

El otro arrepentimiento grave de Carroll fue no trabajar más duro para cambiar su imagen ante los medios de New England, quienes siempre lo vieron como un californiano relajado. Antes de su primer campamento, un periódico dibujó una caricatura de Parcells con pistolas y aspecto del General George Patton, y Carroll con una tabla de surf, sandalias y una copa de vino.

"Probablemente, su obstáculo más duro fue suceder a Bill Parcells, quien era una personalidad en los medios, particularmente en el Noroeste, donde les gusta ese tipo de actitud", consideró Bledsoe. "Cuando Parcells entraba a una sala de juntas, tenía una presencia intimidatoria. Pete es entusiasta y divertido, pero no poseía esa cualidad atemorizante de Parcells. Cuando juntas esos elementos, particularmente en el Noroeste, existe la percepción que Pete no tiene la ventaja sólida y el deseo, y definitivamente no es el caso".

Cuando se le preguntó si esa percepción afectaba a Carroll, Bledsoe consideró que era muy probable, antes de asegurar que no conoce a alguien más competitivo que Carroll.

El primer equipo de New England bajo Carroll terminó 10-6 y ganó la AFC Este. Los Pats vencieron a Miami 17-3 en la Ronda de Comodines y después perdieron 7-6 contra Pittsburgh en la Divisional. El equipo de 1998 terminó 9-7 y perdió 25-10 ante Jacksonville en la Ronda de Comodines. En 1999 arrancaron 6-2, pero perdieron seis de sus siguientes ocho y sellaron el 8-8 al margen de la postemporada.

Cada año daban un paso hacia atrás en la columna de los triunfos.

No importaba que la oficina central de los Patriots hubiera fallado en diversas selecciones de draft, o que su primer recluta de 1998, el corredor Robert Edwards, sufrió una lesión devastadora en la rodilla durante una práctica sobre arena en el Pro Bowl. No importó que la plantilla envejeciera y comenzara a pudrirse. Tampoco que el receptor abierto Terry Glenn era una figura divisoria en el vestidor, de acuerdo con dos ex asistentes.

La expectativa en New England era mayor al .500. Kraft despidió a Carroll y contrató al discípulo de Parcells: Bill Belichick.

"Lo principal era muy, muy claro en ese entonces: no tenía control de la plantilla", dijo Milloy. "Terminar la campaña fuera de playoffs, perder un juego más cada año que él estuvo allí, pienso que fue fácil para la organización desear a la siguiente persona popular, que fue Bill Belichick, y correr a Pete Carroll. No pienso que haya sido toda su culpa".

Carroll terminó ganando dos campeonatos nacionales en nueve temporadas con USC y está cerca de conseguir dos títulos de Super Bowl al hilo con Seattle.

"¿Cuántas personas han ganado un campeonato nacional y un Super Bowl?", preguntó Bledsoe. "En serio, ¿cuántas?".

Tres.

Jimmy Johnson, Barry Switzer y Carroll.

Milloy estuvo en Seattle durante el primer año de Carroll allí, en el 2010. Le ayudó a fijar el ritmo del vestidor y observó mientras Carroll, que tiene control sobre la plantilla de los Seahawks, hacía más transacciones ese año que cualquier otro equipo de la liga. Carroll quería --y obtuvo-- a sus propios muchachos.

"Teníamos una atmósfera viable para los jugadores", dijo Milloy. "Pete seguía siendo el mismo sonriente, lanzando el balón, pero la competencia era real. Regresó a la liga bajo sus propios términos, con una organización y una ciudad que tenía la paciencia de esperar a que todo se acomodara".

La experiencia en New England "devastó totalmente su karma", bromeó el entrenador de mariscal de campo en Seattle, Carl Smith, quien también trabajó con Carroll en New England. "Pero realmente, lo hizo bien en ese equipo. Y creo que le fue bien después de eso".

Así lo hizo, y fue a su manera.

Información de Terry Blount y Ben Goessling fue utilizada en la redacción de esta pieza.

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