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Chip Kelly corre una carrera contra el tiempo con los Philadelphia Eagles

PHILADELPHIA -- Chip Kelly transpira confianza la mayor parte del tiempo, y es cierto que no dudó en hacer cambios atrevidos en la plantilla de los Philadelphia Eagles tras una temporada 10-6.

Sin embargo, Kelly dio una señal de cuáles son las razones para la reorganización en la temporada baja. En una entrevista con el portal Comcast Sportsnet, Kelly reconoció que, al entrar en su tercera temporada en Philadelphia, puede escuchar cómo avanza el reloj.

Adquirió en canje a Sam Bradford porque no sentía que Nick Foles les diera a los Eagles un mariscal de campo con calibre de Super Bowl, y debido a que sabía que iba a ser casi imposible conseguir a Marcus Mariota en el draft. Sin un mariscal de campeonato, Kelly sentía que los Eagles estarían flotando y su estancia en el equipo sería breve.

"La única manera en la que vas a conseguir un mariscal de campo es siendo no tan bueno, para sí terminar en los primeros dos lugares del draft", declaró Kelly a CSN. "Si no fuéramos buenos y terminamos en la primera o segunda posición [del draft], creo que ya no estaré aquí. Así que es mejor encontrar otra manera de conseguir un mariscal. Y eso es lo que hicimos con Sam".

Es una paradoja interesante. Cuando Kelly aceptó el puesto hace dos años, tenía la ventaja para utilizar un par de temporadas para reconstruir el equipo 4-12 que heredó.

Desafortunadamente para Kelly, los Eagles tuvieron la cuarta selección global en el draft del 2013 que no tenía claros mariscales franquicia disponibles. E.J. Manuel se fue a los Buffalo Bills en la primera ronda, y los New York Jets tomaron a Geno Smith en la segunda. Ambos equipos tienen incertidumbre en la posición dos años después.

Sin embargo el enfoque de Kelly era levantar al equipo y ganar tantos partidos como fuera posible. Eso tenía sentido, debido a que Kelly había pasado su carrera a nivel universitario y se estaba poniendo a prueba a nivel profesional. Lo hizo bien, ganando el título de la NFC Este con un récord 10-6 en su primera temporada. En su segunda, el mismo récord no fue suficiente para llegar a los playoffs. La racha de tres derrotas de los Eagles en diciembre convenció a Kelly que su plantilla tenía limitaciones, comenzando con la posición de mariscal de campo.

Aunque Kelly demostró que es un buen entrenador, en especial en el lado ofensivo, lo hizo todo con un equipo armado en gran medida por Andy Reid y Howie Roseman. Reconocer las limitaciones del equipo era algo relativamente sencillo. Construir un mejor equipo es un asunto completamente diferente.

A nivel colegial, Kelly demostró ser un constructor adepto. Ahora está tratando de construir un equipo de la NFL. Con el tope salarial y el draft, ese es un reto muy diferente. Ha quedado claro que Kelly no tiene reservas sobre hacer cambios.

En su tercera temporada, es probable que Kelly tena al menos ocho nuevos titulares. Eso significa que al menos el 36 por ciento de su alineación será diferente en relación al año pasado. Ese es el tipo de cambio que uno ve en el primer año de un nuevo entrenador en jefe --Reid y Buddy Ryan iniciaron sus etapas con los Eagles con cambios similares-- pero es algo muy extraño en su tercer año.

Kelly ahora tiene dos años de experiencia en la NFL. Tiene una idea de cómo funciona la liga y lo que se necesita para construir un equipo ganador. También tiene control total sobre las decisiones de personal. Es su equipo el que tiene que construir.

Y el tiempo sigue avanzando.

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