PITTSBURGH -- El draft de la NFL tiene que ver mucho con las etiquetas. Y puede ser difícil sacudirse esas etiquetas.
Gerod Holliman, ex profundo de Louisville, probablemente lo comprende. El recluta de séptima ronda de los Pittsburgh Steelers lideró al país con 14 intercepciones y ganó el Thorpe Award, entregado al mejor back defensivo del país.
Pero la etiqueta que cargaba Holliman era doble: jardinero central con instintos; no un tacleador duro. ¿Puede convertirse en una presencia física a nivel NFL, tanto contra la carrera como en espacios abiertos? Todd McShay, analista para ESPN, incluso llamó a Holliman un "tacleador de buffet" pese a su carrocería de 6 pies con 2 pulgadas de estatura y 218 libras de peso, significando que taclea cuando quiere.
Hablé con el coordinador defensivo de Louisville, Todd Grantham, para investigar más sobre ello. Grantham sabe que Holliman debe demostrar en el campamento que puede lidiar con los rigores físicos del juego de NFL. Grantham dijo que la etiqueta sobre el tacleo de Holliman se debe más a la experiencia que al esfuerzo o técnica.
Holliman se declaró para el draft como redshirt sophomore. Le hubieran restado dos años de elegibilidad colegial en caso de haberse quedado en Louisville. No muchos backs defensivos redshirt sophomores están listos para la NFL, apuntó Grantham.
Gracias a la falta de experiencia, de acuerdo a Grantham, la consistencia no apareció.
"Si observas el juego contra Georgia [Belk Bowl], tuvo uno de sus mejores partidos tacleando, así que llegaba la mejoría", señaló Grantham sobre Holliman, quien finalizó ese tazón con su mejor registro de la temporada, siete tacladas. "Estaba derribando a Nick chubb [corredor de 220 libras], lo cual no es sencillo. Es una carga. Pienso que durante ese juego probablemente sabía que se marchaba y deseaba demostrar lo que podía hacer".
Instintos en cobertura de pase pueden ser más difíciles de enseñar que el tacleo, añadió Grantham, lo que juega a favor de Holloman para quedarse en el equipo.