Rafael Zamorano 9y

El explosivo Bobby Mitchell rompió la barrera del color para los Redskins

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- En 1958, los Cleveland Browns estaban en busca de velocidad para su ofensiva. Afortunadamente, a Bobby Mitchell le sobraba velocidad, y eso le permitió a los Browns encontrarlo disponible todavía en la séptima ronda.

Mitchell había sido una estrella de fútbol americano para la Universidad de Illinois, pero también una estrella de pista. Los equipos de la NFL lo ignoraron durante la primera parte del sorteo universitario de aquel año pensando que la prioridad de Mitchell sería dedicarse a la pista, con la mira puesta en los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma.

La realidad es que a Mitchell sí le llamaba la atención asistir a los Juegos Olímpicos. Después de todo, era un atleta fuera de serie al que los St. Louis Cardinals le habían ofrecido un contrato de Grandes Ligas saliendo de la Langston High School en Hot Springs, Arkansas. Los Browns convencieron a Mitchell de quedarse en la NFL a cambio de 7,000 dólares en su temporada de novato.

El resto es historia.

Mitchell esperaba alinear como flanker, una de las dos posiciones de receptor abierto, pero los Browns decidieron colocarlo como halfback al lado del imparable Jim Brown, el fullback, formando una de las combinaciones de corredores de mayor calidad en la historia de la liga. En un partido de 1959, frente a los Washington Redskins, Mitchell corrió el ovoide para tres touchdowns y 232 yardas, quedándose apenas a 5 de la marca para un juego que entonces pertenecía a Brown. De cualquier modo, sirvió para que en Washington vieran muy de cerca lo que era capaz de hacer Mitchell --quien también era un especialista devolviendo patadas y atrapando pases saliendo del backfield-- con el balón en las manos.

Los Redskins eran el único equipo no integrado de la NFL. Durante un buen tiempo, el equipo de Washington era el club colocado geográficamente más al sur de entre las franquicias de la NFL, y era conocido como el "equipo del sur", gracias a una significativa afición en aquellas partes de los Estados Unidos. George Preston Marshall, entonces propietario de los Redskins, se negaba rotundamente a contratar jugadores afroamericanos (situación que a mi juicio personal debería bastar para removerlo del Salón de la Fama), hasta que el gobierno debió intervenir. D.C. Stadium, que más tarde sería rebautizado como JFK, era propiedad federal, y el gobierno de los Estados Unidos amenazó al propietario a cancelar su arrendamiento para jugar en el inmueble de no integrar al club.

Marshall no tuvo otra opción más que ceder. Washington reclutó primero global en el draft a Ernie Davis --primer jugador afroamericano en adjudicarse el Trofeo Heisman-- en el draft de 1962 (que en realidad se celebró el 4 de diciembre de 1961, antes de que culminara la campaña regular), mientras que los Browns, eligiendo en el lugar N° 11, tomaron al corredor Leroy Jackson. Lo que se reveló después fue que Cleveland y Washington tenían un acuerdo predeterminado para canjear a Davis por Mitchell y Jackson, convirtiéndolos en los primeros jugadores afroamericanos en jugar para los Redskins.

En su momento, fue considerado uno de los intercambios más notables de la liga.

“La fascinación de los Redskins por Mitchell, hasta el punto de ceder al recluta N° 1 global más publicitado de la década, es comprensible", escribió Shirley Povich, columnista del Washington Post, al darse a conocer el trueque. “En el periodo desde que Mitchell abandonara sus ambiciones olímpicas y llegara a la liga procedente de la U. of Illinois, ha destruido al equipo de Washington. Los Redskins lo han estudiado sobre todo desde atrás”.

Mitchell se aseguró de que los Redskins se vieran bien recompensados. Convertido a flanker a su llegada, Mitchell ayudó a sacar a Washington del sótano de la liga --habían acumulado una marca de 1-12-1 el año anterior, razón por la que eligieron primeros en el sorteo, y habían ganado también un partido en 1960--, impulsándolos a una marca de 5-7, su mayor total de victorias en cinco años.

En lo personal, su juego alcanzó otro nivel con el cambio de posición. Mitchell lideró a la liga con 72 recepciones y 1,384 yardas en su primer año con los Redskins, y al año siguiente lo volvió a hacer con 1,436 yardas, ambas marcas de la franquicia en su momento. No fue hasta el 2005 cuando Santana Moss llegó a 1,483 yardas, que le arrancaron a Mitchell ese récord. En 1964, Mitchell lideró a la NFL con 10 touchdowns por recepción.

En 1969, el entonces nuevo entrenador en jefe de Washington, Vince Lombardi, convenció a Mitchell de quedarse con la organización después de su retiro y asumió el papel de visor. Mitchell se mantuvo por décadas con los Redskins, eventualmente escalando hasta director de cazatalentos y más tarde al puesto de gerente general asistente en 1981, posición que ocupó hasta su retiro en el 2003. 

En su carrera como jugador, Mitchell tuvo un acarreo de 90 yardas para touchdown, una recepción de 99 yardas para touchdown, y un regreso de patada de salida de 98 yardas para touchdown. Al momento de su retiro, Mitchell era quinto en la lista histórica de la NFL con 91 touchdowns. Fue elegido al Pro Bowl en cuatro ocasiones --una como corredor y tres como receptor--, y en 1964 fue designado All-Pro. Con Mitchell como parte de la gerencia, los Redskins conquistaron tres Super Bowls, jugando en cinco.

En 1983, Mitchell fue enaltecido al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, y también forma parte del Anillo de la Fama de los Redskins. Los Redskins sólo han retirado de manera oficial el N° 33 de Sammy Baugh, pero existe una lista de 10 números retirados "extraoficialmente", incluyendo el N° 49 de Mitchell. Durante su mandato como entrenador en jefe, Steve Spurrier se ganó severas críticas de la afición al asignar tres de esos números, incluyendo el N° 49 de Mitchell al ala cerrada reserva Leonard Stephens. Desde entonces, no ha vuelto a ser usado.

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