Raúl Allegre 9y

Raúl Allegre enlista a los equipos que serán candidatos esta temporada

MÉXICO -- En menos de una semana arrancará la temporada 2015-2016 de la NFL. Este año se celebrará el Super Bowl 50. Por primera vez en la historia el campeonato de la NFL no tendrá números Romanos en su logo, pero eso no reduce su importancia no sólo como el partido en el que se define al campeón de la NFL, sino como un evento al que poco le falta para ser denominado día de fiesta nacional en los Estados Unidos.

OK, estoy procrastinando. Esta es la semana para seleccionar mis favoritos para la temporada y por supuesto para el Super Bowl. La pregunta es ¿Tendré los pantalones suficientes para escoger a los Gigantes de NY? Se preguntarán por qué están siquiera bajo consideración. La respuesta es "el destino". Bajo el mando de Tom Coughlin, cada cuatro años los Gigantes han ganado el Super Bowl en un año en que Green Bay era el gran favorito. De hecho, tanto en el 2007 como en el 2011, los Gigantes eliminaron a Green Bay en su casa. ¿Qué hacer, qué hacer?

Empecemos por la Conferencia Americana. El primero por considerar es Nueva Inglaterra como campeón defensor. Se puede argumentar, sin mucha dificultad, que esta versión de los Pats será mejor que la que ganó el Super Bowl XLIX, aún sin tener a Darrelle Revis y a Brandon Browner. Hay varias razones. La primera es que sus siete frontales serán tan buenos como cualquiera en la NFL. Perdieron a Vince Wilfork quien ya había visto pasar sus mejores años. Ahora tendrán una rotación de tackles defensivos con Alan Branch, Sealver Siliga y las dos primeras selecciones de los últimos años: Dominique Easley, quien ha jugado bien en pretemporada y Malcom Brown. Rob Ninkovich y Chandler Jones estarán apoyados por Jabaal Sheard para presionar QBs. El punto débil son los esquineros, pero por lo visto hasta el momento en pretemporada, la llegada de Tarrell Brown ayudará.

A la ofensiva, regresa casi intacta su línea. Rob Gronkowski fue imposible de defender en las últimas semanas de la temporada pasada y ahora tiene un clon en Scott Chandler. Brandon LaFell y Julian Edelman son receptores confiables. Y está la situación de Brady quien se ha visto distraído en pretemporada. El juez Richard Berman anuló la suspensión de cuatro partidos impuesta por Roger Goodell en mayo. Es probable que la NFL apele la decisión, pero eso tomará tiempo. El proceso de apelación en Estados Unidos toma mucho tiempo. Es posible también apelar la decisión que fue apelada. Todo parece indicar que Brady jugará toda la temporada y los playoffs con la motivación de demostrar que la situación de los balones desinflados no tiene nada que ver con su calidad en los emparrillados. Aún así, los Pats no son mi candidato.

Tampoco Indianápolis lo es, aunque muchos expertos lo consideran el equipo favorito. Para muchos, este es el año de Andrew Luck. Se puede debatir que Luck es el mejor QB de la NFL, o por lo menos, está entre los primeros tres. En el draft y la agencia libre, la directiva de los Potros fortaleció a la que fue la tercera mejor ofensiva en yardas y la sexta en puntos al contratar a los venerables Frank Gore y Andre Johnson y seleccionar en la primera ronda a Phillip Dorsett, pero descuidó otros detalles. En particular me refiero a la línea ofensiva y a la defensiva de pase. Aunque el número de capturas se ha reducido cada año, Andrew Luck sigue siendo de los QBs más golpeados de la liga.

La única contratación en la línea ofensiva fue Todd Herremans a quien descartaron en Filadelfia. Jack Mewhort, guardia el año pasado, es ahora tackle derecho. La base de un equipo siempre es la línea ofensiva y la de Indianápolis, aunque es un poco mejor que en 2014, sigue siendo motivo de preocupación. En la línea defensiva reemplazaron a Cory Redding, su mejor jugador, con Kendall Langford quien fue sólido, pero no impresionante, en Miami y San Luis. Otro que llega es Trent Cole, quien también fue descartado por Filadelfia. Queda por ver si regresa Robert Mathis y en qué nivel. No reforzaron una defensiva que permitió 257 yardas terrestres por partido en temporada regular y 220 en el campeonato de conferencia a un equipo de los Patriotas de Nueva Inglaterra que usa poco el ataque terrestre.

Es común que al salir de viaje en una vacación se carguen los gastos a la tarjeta de crédito. Durante el viaje todo es dicha y felicidad, pero al regreso hay que enfrentar la cruda realidad y pagar las cuentas. Eso fue lo que le pasó a Denver este receso de temporada. Apostaron por ganar un Super Bowl en 2013 y 2014. Estuvieron cerca, pero en 2015 les llegó la factura. Salieron Terrance Knighton, Julius Thomas, Rahim Moore y Orlando Franklin, todos titulares importantes en el equipo. Perdieron a Ryan Clady en el receso de temporada. No se diga que comienzan con Gary Kubiak, un entrenador que en 2012 no quiso contratar a Peyton Manning en Houston a pesar de que los Texanos eran el equipo que Peyton, y sobre todo su esposa, querían. He visto dos juegos de Denver en pretemporada sin que Peyton lance profundo. Es probable que sea por precaución hasta que se consolide una línea ofensiva que tendrá a un novato como tackle izquierdo, pero tampoco he visto mucha velocidad en sus pases. Veo a San Diego y a Kansas City con mejores posibilidades de ganar la división Oeste.

Miami debe calificar este año, y Ryan Tannehill debe seguir mejorando, pero al igual que Detroit el año pasado, dudo que les alcance. Pittsburgh tendrá otra vez una gran ofensiva, pero resentirán la baja de Maurkice Pouncey. El problema con los Acereros parece radicar en lo que fue la base de su éxito reciente: la defensiva. Ya no está el genio Dick LeBeau. Su lugar lo toma Keith Butler, quien aunque fue discípulo de LeBeau, nunca ha estado al frente de una defensiva. Tampoco regresa otro ícono, Troy Polamalu. En pretemporada se han visto mal, sobre todo la línea. Podrían mejorar, pero no parecen tener los elementos para contender.

Mi "gallo" en la Americana, como lo escribí en marzo, es Baltimore. No enfrentarán a los Pats en temporada regular, pero vaya drama que tendríamos si se ven las caras en el campeonato de conferencia. Baltimore fue el equipo que alertó a Indianápolis acerca de los balones desinflados. También recordarán la situación con las formaciones legales, que ahora ya no lo son, con las que sorprendieron dos veces a los Cuervos en un partido que los Pats perdían por 14 puntos en el tercer cuarto. Baltimore me gusta por varias razones. La primera es su línea ofensiva. Dicen que la de Dallas es la mejor en la NFL, pero la de Baltimore dio resultados similares. A la defensiva , los siete frontales son dominantes, y a diferencia de los playoffs de 2014, empiezan la temporada con mejores esquineros. Joe Flacco ha sido el jugador más valioso en un Super Bowl y John Harbaugh es el entrenador en jefe con más éxito en postemporada en los últimos años.

Los Pats están motivados por el "Deflategate", Baltimore porque se consideran fueron engañados por los Pats en postemporada.

La situación es más complicada en la conferencia Nacional. Aquí el tema es el color verde. Los tres equipos que considero más viables lo llevan en el uniforme: Filadelfia, Green Bay y Seattle, aunque en el uniforme de este último sea sólo en vivos.

Seattle estuvo a una mala decisión de repetir como campeón. No estoy seguro cómo esa desilusión impacte al equipo. Podría catapultarlos a otra temporada estelar, o que les dé el síndrome del perdedor del Super Bowl. De los últimos cinco, sólo San Francisco ganó en playoffs el año siguiente. Los Halcones Marinos también fueron víctimas de su éxito. No perdieron tantos titulares como el año anterior, pero vieron salir a jugadores como Byron Maxwell, James Carpenter, Malcolm Smith y O’Brien Schofield que eran importantes. La defensiva, que fue la mejor en la NFL en yardas y puntos, regresa con una línea y un grupo de linebackers dominante. El posible problema estará con la unidad que los definió en los últimos cuatro años: "La Legión del Doom".

Hasta el momento de escribir esta nota, Kam Chancellor no se había reportado a la pretemporada y amenazaba con quedar fuera a menos que le dieron un contrato nuevo. Earl Thomas no ha visto acción y dudo que lo haga hasta el partido inaugural. Thomas es un fuera de serie, pero el no poder hacer todo el proceso de acondicionamiento, y el no jugar en pretemporada afecta a un safety. Richard Sherman estuvo lesionado, pero pudo jugar. No va a tener problemas en mantener su nivel, pero queda la duda del segundo y tercer esquinero. Tom Brady los hizo trizas con pases rápidos y cortos en el pasado Super Bowl. Cary Williams, el reemplazo de Maxwell fue desechado por Baltimore y Filadelfia. Jeremy Lane, quien interceptó a Brady en el Super Bowl antes de fracturarse, no ha visto mucha acción en pretemporada. La calidad de la defensiva secundaria le permitía a Dan Quinn, ahora entrenador en jefe de Atlanta, muchas libertades en sus esquemas. Ya no las tendrán con Kris Richard, quien también será coordinador por primera vez.

El arribo de Jimmy Graham le dará más opciones a Russell Wilson y creará espacios (que no necesita) Marshall Lynch, pero tienen un problema en la línea ofensiva con el canje de Max Unger y la salida de Carpenter. Tom Cable es de lo mejor como entrenador de línea ofensiva, pero esta unidad no se ha desempeñado con cohesión hasta el momento.

Dallas es también favorito de muchos. Estuvieron cerca de avanzar al campeonato de conferencia, pero no pudieron presionar a Aaron Rodgers al final del partido divisional. Este año se perfilan con tres que pueden presionar: Demarcus Lawrence, Randy Gregory y, después de cuatro partidos, Greg Hardy. La defensiva jugó mejor de lo esperado en 2014, y ahora tienen el regreso de Sean Lee. La baja de Orlando Scandrick duele, pero tienen profundidad en esa posición. La gran interrogante está en el juego por tierra. DeMarco Murray está ahora con Filadelfia. Para aquellos que dicen que un cojo puede correr detrás de la línea ofensiva de los Vaqueros tengo dos apellidos: Lassik y Callahan.

En 1993, los Vaqueros tenían sin duda la mejor línea ofensiva de la NFL, aquella de Tunei, Gogan, Stepnoski, Newton y Williams. Ese año Emmitt Smith no se reportó a pretemporada y faltó a los dos primeros partidos. Derrick Lassik tomó su lugar y no fue lo mismo. Dallas perdió sus dos primeros partidos hasta que regresó Smith en el tercero. Después arrollaron. Darren McFadden tiene igual o más talento que Murray, pero el señor está hecho de porcelana. Joseph Randle y Lance Dunbar no han demostrado ser de primer nivel. Bill Callahan fue el entrenador de la línea ofensiva en Dallas los últimos años. En donde ha estado Callahan la línea ofensiva ha sido dominante. Su lugar lo toma Frank Pollack quien no tiene el mismo nivel. Dallas será contendiente, pero no ganará su división.

Minnesota será una sorpresa agradable y un equipo de playoffs, pero no de Super Bowl.

Esto me deja con dos equipos: Green Bay y Filadelfia. La decisión fácil sería decir que el representante de la NFC porta el color verde. Estos equipos se enfrentaron en la tercera semana de la postemporada y ese partido me puso a pensar.

Green Bay es el gran favorito después de haberse quedado a una patada corta de llegar al Super Bowl. Aaron Rodgers es el mejor QB de la NFL, pero ha sufrido lesiones en los dos últimos años. Jugó el partido contra Seattle sin poderse mover. Aún con la baja de Jordy Nelson la ofensiva de los Empacadores será formidable. Su lugar lo tomará Davante Adams quien jugó bien en 2014 como novato. Ted Thompson, el gerente general, tiene una gran habilidad para seleccionar receptores: Greg Jennings, Randall Cobb, Adams y este año Ty Montgomery.

La ofensiva no me preocupa, la defensiva sí, sobre todo la defensiva de pase. En contra de Filadelfia parecía que no estaban en el terreno de juego. Las Águilas anotaron 25 puntos EN EL PRIMER CUARTO. Hay que recalcar que Aaron Rodgers no jugó en ese partido y la ofensiva de Green Bay tuvo varios tres y fuera, pero la defensiva tenía a todos sus titulares y no hicieron nada.

Hace dos años, el mejor equipo que vi en pretemporada fue Seattle y aunque lo mencioné en este espacio, escogí a Green Bay por la falta de experiencia de Russell Wilson. Este año, el mejor equipo en pretemporada ha sido, por mucho, Filadelfia. Los fans de las Águilas han criticado a Chip Kelly por las decisiones que ha tomado, pero por lo visto hasta el momento, están dando resultado. La defensiva permitió jugadas explosivas con suma frecuencia el año pasado.

Para remediar la situación, Kelly firmó a Byron Maxwell y Walter Thurmond, ambos exalumnos de la "Legión del Doom". Hizo el canje de LeSean McCoy por Kiko Alonso, y seleccionó a Eric Rowe en la segunda ronda y a Jordan Hicks en la tercera. Esta defensiva deberá ser mejor. La línea ofensiva es, en mi opinión, mejor que la de Dallas. Tienen a DeMarco Murray, Ryan Matthews y Darren Sproles como corredores. Nelson Agholor podría ser el Odell Beckham de este año. La gran interrogante es Sam Bradford. Vi a Bradford jugar, y brillar, en Oklahoma en un sistema casi idéntico al de Chip Kelly. La duda, y es una gran duda, es si va a ser el QB de Filadelfia los 16 partidos.

¿Y el destino? ¿Qué pasó con los Gigantes? En 2007 tenían a Michael Strahan, Osi Umenyiora y a Justin Tuck para presionar. En 2011, Jason Pierre Paul se unió a Tuck y a Umenyiora para aterrorizar QBs. Este año, JPP prendió fuegos artificiales y se dañó seriamente la mano. Voy a tener que ignorar al destino.

Tengo que decidir entre Green Bay y Filadelfia. GB tiene al mejor QB de la liga, pero el sistema de Chip Kelly no necesita a un QB estelar. Sam Bradford es un GRAN riesgo por ser propenso a lesiones. La ventaja de local será fundamental.

El que no arriesga no gana.

Mis finalistas para el Super Bowl son Filadelfia y Baltimore.

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