MÉXICO -- Cada temporada la NFL evoluciona en una liga más física, con jugadores más veloces y nuevos sistemas ofensivos que buscan explotar las cualidades de sus atletas, lo que en consecuencia genera nuevas páginas en los libros de jugadas, información que los jugadores deben procesar en fracciones de segundo para que una jugada funcione a la perfección.
El problema de la evolución constante de la liga es que mientras más información hay más riesgo de error, y un error en la línea ofensiva puede ser catastrófico.
Los linieros ofensivos, en general, son jugadores subvaluados que pocas veces reciben atención de los medios y por lo tanto no acaparan titulares, como sus compañeros en posiciones de habilidad que tienen los reflectores encima todo el tiempo.
Un error en la línea ofensiva puede tener consecuencias catastróficas para las aspiraciones de sus equipos. Los bloqueos y recorridos de los linieros deben ser perfectos para que una jugada sea exitosa, ya sea para dar tiempo para lanzar a los mariscales de campo o abrir carriles para los corredores en sus acarreos.
Pero no toda la responsabilidad debe recaer sobre los jugadores, los entrenadores también deben encontrar linieros que se adecúen al sistema que buscan implementar.
Este año hemos visto suficientes casos de linieros que parecen no encajar en el sistema ofensivo de sus equipos y el mejor ejemplo de ello es lo que sucede con los Indianapolis Colts, que han permitido castigo constante sobre el mariscal de campo Andrew Luck, quien ha sufrido lesiones en el hombro, costillas, riñón y estómago por los repetidos goles que recibe.
Indianapolis es el equipo N° 16 en capturas permitidas con 18, en gran parte debido a la movilidad de Luck, sin embargo está empatado en el último lugar de la liga con 67 golpes permitidos al mariscal de campo.
El equipo que comparte el sótano de la NFL en golpes al pasador es el de Cleveland, así que no es coincidencia que los Browns hayan tenido que recurrir a recurrir a Jhonny Manziel en repetidas ocasiones este año por las lesiones del castigado Josh McCown.
Los invictos Cincinnati Bengals sólo han permitido que Andy Dalton haya sido golpeado en 21 ocasiones esta campaña, la menor cantidad de la liga, con apenas 11 capturas.
Los también invictos Carolina Panthers y los sorprendentes Oakland Raiders han limitado el castigo a sus pasadores con apenas 28 golpes recibidos en el 2015.
La débil AFC Sur permite que los Colts aún estén en la cima divisional y aspiren a los playoffs a pesar del panorama tan gris para su ofensiva en el futuro próximo, sin Luck por lo menos cuatro semanas.
Los Dallas Cowboys viven una situación más dramática, luego de permitir que Tony Romo fuera castigado de manera constante por los Philadelphia Eagles hasta que el pasador sufrió una fractura en la clavícula izquierda que lo ha marginado las últimas seis semanas, mismo número de partidos que el equipo ha perdido de manera consecutiva.
A pesar de estar también en una división pareja por el pobre nivel de sus equipos, las posibilidades de los Cowboys de avanzar a la postemporada parecen más remotas al tener el segundo peor récord en la NFC.
Por su parte, los Pittsburgh Steelers son el ejemplo de las lesiones circunstanciales en la posición de mariscal de campo, no por algún error de los linieros en sus asignaciones, sino por jugadas fortuitas que han marginado al estelar Ben Roethlisberger.
Durante su partido de la Semana 3 frente a los St. Louis Rams, Roethlisberger recibió un golpe en la rodilla que le produjo un esguince en el ligamento medial colateral, una semana después de volver, frente a los Oakland Raiders, Roethlisberger fue tacleado y su pie izquierdo quedó atrapado entre el cuerpo del defensivo y el terreno de juego, provocándole un esguince en el tobillo.
Pittsburgh se las ha ingeniado para sobrevivir en ausencia de Roethlisberger y mantener con vida sus esperanzas de playoffs, al menos como equipo comodín en la AFC Norte.
Para ex jugadores como Steve Hutchinson, el problema de los linieros ofensivos radica en el trabajo que realizan durante su carrera colegial.
"Definitivamente hay algo, nadie puede meter la cabeza en la arena y decir que no está pasando", declaró Hutchinson en entrevista con ESPN. "Uno ve fútbol americano en todos los niveles ahora y en el ataque terrestre nadie sabe cómo atacar y mover sus caderas. Todo es de pie, ese es el sistema de zona. No hay más movimiento en la línea de golpeo, no más establecimiento de la línea, no más desgaste para las defensivas para el último cuarto".
Para el también retirado LeCharles Bentley, una de las razones por las que los linieros ofensivos fracasan en la NFL es porque antes del draft, en el Combinado de Talento, hacen ejercicios que no determinan si podrá encajar en un sistema profesional.
"Lo que sucede en las posiciones de la línea ofensiva es que los jugadores han evolucionado de jugadores físicos a jugadores que lucen físicamente increíbles", sentenció Bentley. "Corren más rápido y levantan más pesas porque eso es lo que tienen que hacer en el combinado. Pero la verdad es que mucho de lo que estamos midiendo no se va a trasladar al alto nivel".
De acuerdo a ESPN Stats & Information, entre el 2012 y 2012, los mariscales de campo fueron presionados en el 22.3 por ciento de las veces que se retrasaron para lanzar, la cifra se elevó a 25.6 desde el inicio del 2013, lo que refleja los problemas que tienen los linieros ofensivos en la actualidad para ganar la guerra en las trincheras.
Los equipos deben tomar como ejemplo los casos de Cowboys, Browns, Steelers y Colts para ajustar su trabajo con las línea ofensivas, mejorar en el proceso de reclutamiento y adaptar sus sistemas para resaltar las cualidades de sus jugadores.
De mantenerse en el mismo escalón que ahora, se arriesgan a perder a su mariscal de campo en cualquier momento y con eso probablemente también su temporada.