ARLINGTON -- Tony Romo dijo que tuvo en su clavícula un sentimiento similar al que sufrió en la Semana 2 de temporada regular.
Y al parecer sus Dallas Cowboys también sintieron algo parecido cuando vieron que su mariscal de campo titular quedó fuera de acción, lastimado del área que lo tuvo siete partidos fuera.
Los Cowboys perdieron todos los encuentros en que Romo estuvo lastimado, incluido el de este Día de Acción de Gracias, 33-14, frente a los Carolina Panthers, en el AT&T Stadium de Arlington.
"Es un tipo de sentimiento similar, pero nunca sabes hasta que pasas por Rayos X y todas esas cosas", dijo Romo al final. "Veremos cómo está después del escaneo".
Romo salió lastimado en la segunda mitad del partido, cuando el marcador era de 30-6 y ya la suerte estaba prácticamente dada, al sufrir una captura 10 yardas atrás de la línea de golpeo.
Fue trasladado directo del campo hacia el vestidor, donde primero dijeron que se trataba del hombro izquierdo. Después, los mismos Cowboys corrigieron con lesión en la clávicula izquierda, el mismo hueso que se fracturó el pasado 20 de septiembre.
En su camino hacia el vestido, Romo hizo una seña a su entrenador Jason Garrett, que a la distancia pareció que era de un sentimiento negativo y pesimista de la lesión.
"Los Rayos X fueron inconclusos", dijo Garrett. "Mañana (viernes) será sometido a más exámenes y veremos con mayor exactitud qué tiene".
Romo ya había tenido un partido de pesadilla que incluyó tres intercepciones en la primera mitad, de las que dos fueron regresadas hasta las diagonales, cuando parecía que por fin su defensiva detenía a los Panthers, que alargaron su invicto en la temporada regular a 11 triunfos.
"Fue muy duro", dijo Romo, "Trabajé fuerte para regresar y aclimatarte al juego. De alguna manera, nunca pude poner en el estado mental correcto. Cuando digo eso, me refiero a la manera en que acostumbro jugar".
"Eso toma tiempo", agregó. "Algunas de las pobres decisiones que se hicieron fueron simplemente no características y muy frustrante. Eso costó a nuestro equipo hoy y nos puso en un gran hoyo".
El casi milagro que los aficionados que la mayoría de los 90,909 aficionados esperaban que sucediera con el regreso de Romo después de las siete derrotas consecutivas, se minimizó de manera considerable.
Los Cowboys ahora tienen marca 3-8 con cinco partidos por disputar, mientras que Carolina alargó el invicto a 11 partidos, ya por mucho su mejor arranque de temporada.
"No es que haya sentido ninguna presión de que el equipo conmigo tuviera que ganar todos los partidos", dijo Romo. "Simplemente, hay cosas que no funcionaron. Sentí que algunas cosas fueron lentas".
"Mis procesos mentales fueron menos rápidos en algunas ocasiones leyendo coberturas", agregó. "Y así es difícil ganar, en especial contra un buen equipo como ese".