El quarterback de los Atlanta Falcons, Matt Ryan fue honesto cuando se le preguntó el martes en su programa de radio semanas sobre cómo los que están a su alrededor han manejado su reciente mala racha.
"Mi esposa y mi familia, bueno, son bastante buenos entendiendo mi persondalidad y sabiendo, francamente, cuando necesito una patada por el trasero y cuando necesito un empujóncito", dijo Ryan a 680 The Fan. "Y mi esposa Sarah sabe exactamente cuando. Tengo suerte de tener ese sistema de apoyo en mi casa".
¿Qué tipo de recepción recibió Ryan de su esposa después de la derrota del pasado domingo por 20-10 ante los Minnesota Vikings?
"Mi esposa me dio un abrazo el domingo", dijo.
Los fanáticos quizás hubieran preferido si le daban una patada en el trasero después de lanzar dos intercepciones más. Una de ellas viviendo en un tiro no muy sabio en contra de su cuerpo desde la zona de anotar que cambió el moméntum del partido. Reiteró que fue una mala decisión y un perfecto ejemplo de cómo tratar de hacer una jugada cuando no existe una.
Los abucheos son duros y simbólicos de cuán decepcionados están los fanáticos en Ryan, quien lidera la NFL con cuatro intercepciones en la zona de anotar esta temporada y tiene 13 pérdidas de balón (10 intercepciones y tres balones sueltos perdidos) en los últimos 10 partidos.
"Lo entiendo, obviamente desde un punto de vista de los fanáticos, necesitamos darle algo para celebrar, y eso viene cuando uno juega bien", dijo Ryan. "Viene del hecho de que no hemos estando anotando de la forma que tenemos la capacidad de anotar. Estamos tratando de fabricar algo para que podamos anotar, tratar de comenzar algo. Lo he dicho en muchas ocasiones: creo que jugando quarterback no se trata de las cosas que uno hace, sino a veces de las cosas que uno no hace. Uno no debe tratar de forzar las cosas. Ese tipo de cosa te hace daño. Tengo que eliminar esas situaciones para darnos una mejor oportunidad".
Las palabras de Ryan suenan repetitivas y cansonas durante esta racha de cuatro derrotas consecutivas. Él sabe que es momento de que sus acciones tengan más peso que sus palabras. Eso no será fácil este domingo cuando se enfrente a unos Buccaneers en 5-6 que ya derrotaron a los Falcons más temporano esta temporada. Tanto los Falcons como los Bucs están fuera de los seis equipos de postemporada en la NFC, pero están séptimos y octavos, respectivamente.
Los problemas tienen que ser corregidos inmediatamente, comenzando con Ryan.