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La decisión de Sheryl

Sheryl Swoopes

BRISTOL (ESPNdeportes.com) -- A lo largo de nuestra vida debatimos sobre cuáles son nuestros mejores atributos para enfocarnos a una carrera, o para saber si nos casamos o tenemos hijos. Los deportistas hacen exactamente lo mismo, algunos pasan noches sin dormir pensando si escogieron una buena universidad para desarrollar su especialidad, si eligieron el mejor club, si están en la posición correcta en el campo de juego. Pero igual que el resto de la humanidad, algunos siguen en la sombra en sus verdaderos sentimientos, como por ejemplo, ser gay.

Ahora que la farándula ha abierto sus puertas -no sin haber pasado varias censuras-a las preferencias sexuales de varios artistas y celebridades, parece que como sociedad hemos aceptado "abiertamente" esta condición humana que continua en el umbral de la ambigüedad para muchos: "se nace o se hace".

En los últimos años los medios de comunicación, por lo menos en Estados Unidos, han elegido hacerle un nicho a la homosexualidad con programas y series con este enfoque, aunque en muchas ocasiones debemos aceptar que demasiado esteriotipado.

Regresemos al deporte. Han sido un puñado de atletas quienes han declarado a la luz pública su inclinación sexual y en muchos casos no fueron aceptados de un día para otro, incluso se convirtieron en "mal ejemplo" para el deporte que representaron. Cómo si ser deportista de alto rendimiento, el que impone marcas, gana medalla y contratos millonarios, fuera exclusivo de los heterosexuales, de lo considerado ejemplo, pulcro y normal.

Todas estas reflexiones llegan ahora porque la que consideramos quizás la mejor basquetbolista de su generación y de la WNBA, Sheryl Swoopes, ha decidido que ya no hay porque ocultar mas su realidad, y en entrevista exclusiva con ESPN The Magazine, habla de su preferencia gay. Sí, a los 34 años, con tres medallas olímpicas de oro y tres títulos como la más valiosa de la liga, con un hijo de 8 años y un matrimonio de corta vida.

Sheryl decidió que ya no necesitaba del velo de las sombras y que quería darse su lugar como pareja homosexual, la que comparte con Alicia Scott. Al inicio de su carrera universitaria, la tremenda atleta de Texas eran tan tímida que le huía a las cámaras de televisión, pero con el tiempo la maduración le llegó para convertirse en una de las mejores voceras de la WNBA. Curiosamente cuando la liga arrancaba su historia hace 10 años, Sheryl fue de las primeras jugadoras fotografiadas en pleno embarazo. Muchas se dieron cuenta que tener hijos no les impediría continuar con su carrera de manera exitosa, ni pondría en peligro su estancia con un equipo siempre y cuando regresarán a los entrenamientos para recuperar su forma atlética.

Swoopes forma parte de la primera gran dinastía en el baloncesto profesional femenino y la cosecha de 4 títulos con las Houston Comets. La campaña anterior se convirtió en la mejor anotadora de la liga, ahora con 3,894 puntos anotados como profesional -a pesar de haberse perdido una campaña por lesión en 2001-. No hay mejor ejemplo que Swoopes para saber lo que significa ser campeona y trabajar para sostener a un equipo que ya pasó por algunos baches en su historia.

Todas las estadísticas, el coraje personal, la dedicación a su familia, eso es Sheryl. Pero para ella faltaba algo que decir, algo con lo que se encontró en el camino porque al parecer nunca pensó que estaba en ella: ser gay. Muchos aseguran saberse desde siempre, pero no todos. Quizás saber el origen pasa a segundo término, lo esencial es ser auténtico. Pero como en nuestra sociedad el que abre una puerta está sujeto a las repercusiones, la nota de esta revelación podría influir positiva o negativamente a otras jugadoras o entrenadoras para darse la oportunidad de salir a la luz pública si así lo desean, porque no será la misma necesidad para todas. El paso de los días nos revelará un mayor número de posturas y la posición de la misma liga en su caso.

Este anuncio de Swoopes no debe malinterpretarse con el retrograda estigma de que la WNBA es una liga gay. Los aficionados homosexuales están en todas las tribunas y campos deportivos y afortunadamente, el baloncesto femenino es uno de los deportes que tiene un amplio margen de aceptación en todos los círculos.

En el deporte la única etiqueta que vale es la de la superación, la de darle a la afición alegría, entretenimiento y orgullo nacional. Y como personas somos buenos, malos o regulares y nada más.

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