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Sin capitán, no tiene rumbo

BRISTOL, CT. (ESPNdeportes.com) -- Con casi 38 años de edad, el capitán Paolo Maldini es cada vez más influyente en el accionar "rossonero".

La crisis futbolística por la que atraviesa el Milan se acentúa y abre nuevas perspectivas de renovación para el futuro cercano.
Sigue siendo uno de los más laureados equipos del mundo y su imagen sigue creciendo a pesar de no alcanzar ningún trofeo desde 2003.

Eso de casi pero no, ya no vale...

Más bien atenta contra la credibilidad de quienes planifican las metas de los equipos que pasan por esa situación, si no, pregúntenle al Valencia.

Del éxito y las mieles del triunfo que saboreó un equipo sumamente equilibrado en defensa, en el campamento milanista suenan ahora alarmas por el desacierto y vulnerabilidad que vive actualmente su línea de fondo.

Si en un pasado cercano la defensa era su piedra angular, ahora es su talón de Aquiles.

Pero esto no es nada nuevo en el Calcio, más bien, es un proceso normal por el que deben pasar los equipos que han puesto la mayor parte de su énfasis táctico -con mucho éxito- en algún sector específico.

La temporada antepasada fue su rival Juventus el que lidió con algo similar y después de jactarse por los últimos años de una defensa casi impenetrable, debió enfrentar la realidad y terminó el año con cuarenta y dos goles en contra, lo que promovió la reestructuración integral de la última línea.

Milan, sin duda va por el mismo camino. Sus defensores no son nada jovencitos: Maldini, Costacurta, Cafú, Stam, Nesta y Simic superan los treinta años -varios de ellos lo hicieron desde hace bastante rato-, mientras que el más joven Kaladze ya anda cerca de ese, a veces de cuidado, punto cronológico en el fútbol.

Esta semana, Milan perdió por quinta vez en el campeonato y fue eliminado de la Copa Italia, y en las últimas semanas había logrado un par de victorias apretadas por 4-3, dejando muy al descubierto su problema principal de defensa.

UNA AUSENCIA FUNDAMENTAL

Irónicamente, y por más que se diga que la decadencia defensiva se debe a cuestiones de edad, me parece que la presencia de Paolo Maldini tiene muchísimo peso en el seno del vestuario, podría darnos alguna luz de otra posible explicación de esta mala racha del equipo.

A sus casi 38 años, don Paolo es hoy por hoy el líder indiscutible en Milan y lo fuera si aún estuviera en la selección Azzura. Es la máxima leyenda activa en el Calcio y ostenta el récord nacional con 579 partidos jugados en Serie A, todos con su amada camiseta rossonera.

Su amor por esta institución es abnegable e incondicional, es más, es algo generacional pues ha seguido los pasos de su padre, el también legendario capitán Césare.

Por cierto, en octubre del año pasado Paolo también inscribió (con acuerdo y demás) a su hijo Christian en las divisiones inferiores. Esto es lo que "il capitano" transmite a cada jugador con el que comparte el vestuario.

Su don de liderazgo y ejemplo es algo que nutre a sus compañeros tanto en los entrenamientos como en los partidos. Y a pesar de que estamos hablando de profesionales consolidados, solo el hecho de saber que su capitán está en el césped marca una profunda diferencia en el resto del equipo.

Esta influencia moral -a veces más que futbolística- de alguna manera tiene su impacto en la cancha durante los partidos, en especial en la defensa, pues Paolo es el ancla del fondo.

Milan siempre ha acostumbrado a tener un indispensable en el fondo: en aquellos memorables días de Franco Baresi, la defensa casi no se hablaba, la mirada del capitán daba las indicaciones y los demás -incluyendo a un joven Maldini- se movían en sincronización total.

Actualmente se nota la ausencia del "jefe". Si tomamos los siete encuentros en los que Milan ha cedido puntos en el presente campeonato (5 derrotas y 2 empates), me resulta muy curioso que en cinco de esos siete partidos no estuviera presente el capitán Maldini.

Maldini se lesionó a principios de diciembre: frente a Cheivo -derrota- salió al minuto 47, y tres días después frente al Schalke en la Champions League debió abandonar el partido al 31.

Y es que Paolo Maldini -aunque él quiera deasafiarlo- ya no es el mismo hombre de hierro que lideraba la temporada en minutos jugados. Su cuerpo, siempre sacrificado, ya no responde igual.

Ahora, y debido al ímpetu con el que juega cada partido, enfrenta la dura realidad de su edad y el fantasma de las lesiones que últimamente lo persiguen más.

Coincidencia o no, desde el 6 de diciembre no ha jugado, y el equipo ha venido a menos con tres derrotas y la eliminación de la Copa, y ante todo lo más notable es el nivel de juego colectivo, llámese disposición, motivación, o no sé qué...

Y no es que sea el salvador, ni que pueda echarse encima al equipo y ganar los partidos, pero su presencia, queda demostrado, parece influir mucho en el resto del equipo.

Espero que muy pronto Paolo vuelva estar en la cancha junto a sus compañeros que extrañan la presencia de su gran líder.

Es cierto que en el Milan posiblemente se avecina una lógica renovación, especialmente en defensa, porque este equipo se ha acostumbrado a depender de la experiencia de sus figuras.

Lo que pase a partir de julio ya será otra página...

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