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Un servicio más allá de lo tradicional

Cada representante de jugadores en el béisbol recibe su tanda de llamadas tarde en la noche de clientes que acaban de ser dados de baja, bajados a liga menor o puestos hacia la cola de la alineación de su equipo. A veces suena el teléfono y llega una solicitud personal: tal vez el jugador tenga problemas financieros o con su matrimonio, y necesita unas cuantas palabras de consejo y de apoyo.

Peter Greenberg, un representante basado en Nueva York con 15 años de experiencia, ha descubierto que el lazo forjado a través de tales intercambios puede ser bien fructífero. Greenberg es padrino de la hija del lanzador venezolano de los Medias Blancas, Freddy García, y fue padrino de la boda del ex segunda base de los Piratas, Carlos García.

La mayoría de los 65 clientes de Greenberg provienen de América Latina-y de Venezuela más que cualquier otro país-y está aprendiendo que representar a los atletas puede presentar algunas situaciones delicadas en el país sudamericano.

En noviembre Greenberg viajó a Venezuela para visitar en la cárcel al lanzador Ugueth Urbina, quien está acusado de intento de asesinato. El jardinero Richard Hidalgo recibió un balazo y fue herido durante un robo de su carro hace cuatro años, y varios de los clientes de Greenberg o sus familiares han pasado sustos fuertes a punto de pistola durante intentos de robo.

"No es raro recibir una llamada a la 1 de la mañana un domingo, y el jugador dice, 'Cancela todas mis tarjetas de crédito. Me robaron la cartera ' '' dijo Greenberg. ''Antes yo me encargaba de todo eso. Ahora tengo una oficina para todo eso, es un poco más fácil.''

Bienvenido al mundo de relaciones entre representante y jugador. El año pasado más de 200 jugadores de Grandes Ligas, más o menos un %27 de los peloteros en planteles de las mayores el día inaugural de la campaña, venían de la República Dominicana y otros países latinos. Según el Reporte de Raza y Género del Dr. Richard Lapchick, eso es casi el doble del 14% en 1991.

Los equipos de Grandes Ligas hacen un esfuerzo por facilitar la transición a los Estados Unidos-mayormente con clases de inglés y cursos sobre diferencias culturales-los retos suelen ser muchos y fuertes para el joven pelotero latino. Y es más así para los que tienen pocos estudios.

Ahí entra el grupo de representantes con conciencia de todo esto, los que ofrecen el ''servicio completo'' que va mucho más allá de lo tradicional.

La agencia de Greenberg, el grupo de Scott Boras, SFX y el CSMG están entre las agencias con amplias operaciones en América Latina. Nero está bien activo en Japón y otros países del Lejano Oriente, y representa a varios latinos en las mayores. La lista incluye a Víctor Martínez de los Indios, los receptores y hermanos José, Bengie y Yaider Molina, el joven lanzador de Seattle Félix Hernández y el prospecto de los Cachorros, Félix Pie.

Según Nero, el reto para los peloteros latinos va mucho más allá del idioma.

"Los estadounidenses que están acostumbrados al sistema de aquí no tienen problemas para encontrar casa, o rentar un carro o conseguir un teléfono celular", dijo Nero. "Pero para muchos jugadores extranjeros, cada una de esas pequeñas diligencias se convierte en un reto considerable.

Mientras los equipos invierten más recursos para minar el talento en países latinos, cada vez más encuentran lo valioso que es un sistema de apoyo para ayudar a los jugadores a adaptarse a su nuevo mundo. La iniciativa puede ocurrir en varias situaciones.

Los Tigres de Detroit tienen un director de operaciones latinoamericanas, Manny Crespo, que asegura que haya una consistencia en toda la organización. Los jóvenes latinos en las menores hacen los mismos entrenamientos que se hacen en el Comerica Park.

Fuera del terreno Laurie Soltman, coordinadora de los programas internacionales de los Tigres, asegura que los jóvenes reciban clases de inglés, y eso les ayuda con el arte de manejarse en los supermercados y pedir comida en los restaurantes. Los Tigres también ayudan a los jugadores latinos con los impuestos cobrados a raíz de sus bonos al firmar.

"Uno hace lo más que pueda para que la transición sea lo más fácil posible", dijo Al Avila, asistente al gerente general de Detroit. "Eso no es garantía de que le vaya a ir bien a un muchacho, pero si le ayudas eso le da una mejor oportunidad."

Los representantes entran en acción para ayudar con los detalles que a veces se les escapan a los equipos. Puede ser con visas o permisos de trabajo, o simplemente hablar con los jugadores cuando éstos extrañan mucho sus casas."

Nero tienen dos representantes certificados en su equipo que tienen experiencia con esto. Melvin Román, un ex jugador de ligas menores, es el experto en Puerto Rico, mientras que Will Polidor, hermano del fenecido ex ligamayorista Gus Polidor, cubre Venezuela.

Greenberg, un abogado, llegó al béisbol sin haber jugado el deporte. Su padre era abogado internacional y su madre era nativa de España, y Greenberg aprendió el español de niño cuando se pasaba el verano en Barcelona.

Al principio de los años 90, Greenberg estaba trabajando como abogado en Maniatan cuando decidió intentar entrar al mundo de los representantes deportivos.

"Quería ayudar a los jugadores de habla hispana", dijo Greenberg. "Muchos llegan a este país a los 16 años. No saben el idioma y tampoco conocen la cultura, y es la primera vez que están fuera de su casa y fuera de su país. Básicamente están perdidos."

El primer cliente de Greenberg, Carlos García, era un gran prospecto de Pittsburgh hace 15 años. Durante su primera reunión llegó Greenberg con su currículum y toda una presentación. Tenía previsto contarle a García acerca de su título en derecho de la UCLA y sobre su membresía en la organización fraternal Phi Beta Kappa.

"A Carlos no le importó nada de eso", dijo Greenberg. "Sólo quería estar con alguien en que pudiera confiar-alguien con el que pudiera desarrollar una buena relación." García se retiró en 1999 y actualmente es coach de tercera con los Marineros; él y Greenberg siguen siendo buenos amigos.

García recomendó a Greenberg a sus compatriotas venezolanos Hidalgo y Edgardo Alfonso. Luego se sumaron Bobby Abreu, Carlos Guillén y Freddy García. La clientela de Greenberg se ha expandido para incluir a peloteros de República Dominicana y Panamá, entre otros países.

Muchas de las tareas de un representante son bien comunes y corrientes. Dijo Greenberg que los latinos jóvenes a veces suelen no pagar la luz o el teléfono cuando termina la temporada de las menores, y frecuentemente el representante corrige eso antes de que se convierte en un problema mayor.

Durante la estadía de Carlos García en Pittsburgh, le compró un regalo a su esposa en una tienda de clase alta, sólo para descubrir después que había elegido la talla equivocada. Cuando el idioma se convirtió en barrera de comunicación con el personal de la tienda, García llamó a Greenberg, que lo resolvió todo por teléfono.

A veces lo que está en juego es mucho más importante. Una vez Nero representó a un jugador que tenía nombre y apellido bien comunes-tan comunes que eran los mismos que un conocido terrorista.

"Llegó el nuestro a inmigración y lo metieron preso", dijo Nero. "Estábamos ahí mismo, entonces contactamos a las autoridades locales. Ni te cuento las veces que se nos ha llamado en la madrugada para ir a rescatar a alguien. "