<
>

De chico no era amigo del arco

Escudero es uno de los posibles refuerzos de Boca Fotobaires.com

BUENOS AIRES (DyN) -- Damián Escudero, figura destacada y autor de un golazo en el partido en que Vélez Sarsfield venció por 4 a 3 a Universitario, de Perú, por la Copa Libertadores de América, confesó que convertir goles nunca fue una de sus especialidades.

"La verdad que nunca lo hubiera esperado. Es más: en Inferiores, no era de hacer goles. Quizá metía uno cada diez partidos. Y de repente, hacer dos en un encuentro, y encima por Copa... Fue incomparable. Espero seguir así", dijo.

Admirador de Riquelme, Messi, Ronaldinho y Tevez, Escudero se presenta ante los ojos de todos como un jugador que busca "encarar al rival. De hecho, Russo siempre me dice que, cuando la agarre, encare sin importar que la pierda. Que vaya con confianza".

El volante derecho o izquierdo y también enganche recibió los elogios de Marcelo Bravo, el compañero que ocupaba su puesto y tuvo que dejarlo por una afección cardíaca y al respecto señaló en entrevista publicada esta mañana aquí por el diario deportivo Olé, que "para mí, es muy importante saber que una persona como él me dé tanto apoyo. Me siento muy orgulloso".

"En la última parte del 2005, estuve yendo a la preselección Sub 20, con (Francisco) Ferraro. Ahí fui sparring. Encima tuve al lado a Riquelme. Y me tocó marcar a Messi. Fue una experiencia inolvidable. Cuando encaraba, era muy difícil pararlo. Fue un sueño cumplido", aclara.

En cuanto a la chance de participar en el próximo torneo de Toulón, señaló Escudero que "me encantaría estar. Es un torneo internacional y, encima con la Selección. Por eso y por mi presente en Vélez, no me puedo relajar ahora".

Agregó que sus objetivos son "por un lado, sumar minutos en Primera y buscar la titularidad. Si no puedo, estar al pie del cañón. Y, por otro lado, seguir laburando".

Su padre, Osvaldo, campeón mundial Sub 20 en Japón, en 1979, y de larga campaña en primera división, fue quien lo sumergi+ó en el mundo del fútbol, cuando fue su técnico a los 10 años en el club Alumni, una escuelita de baby de Morón.

También de la mano del recordado "Pichi" nació su afición por otro deporte, el gol, sobre el cual revela que "es un hobbie para mí. Me divierte mucho".

"Hace bastante, casi tres años, que vengo jugando. Empecé a hacerlo en un country de Pilar con mi viejo. Como en el fondo de la casa había como 100 yardas, le daba con los palos. A partir de ahí, me empezó a gustar. Y aunque en un comienzo le escapaba un poco diciendo que era un deporte para viejos, me terminé enganchando mucho", comenta.

Escudero es rosarino, tiene 18 años y tres partidos en Primera (unos minutos ante Newell''s, y los 90 con Banfield y Universitario).

Tras su destacada actuación ante los peruanos, manifestó que "cuando salí, me quedé en el banco de suplentes, e hice fuerza para no llorar. En ese momento, sentí una emoción enorme por todo lo que estaba pasando a mi alrededor. Fue increíble".