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Contra muchos pronósticos

SAN DIEGO (AP) - Cuba y Japón. El campeón olímpico y mundial,
verdugo de grandes en el Clásico Mundial de béisbol, contra la
potencia asiática del deporte.

Ambos se ven las caras el lunes en la final de la primera
edición del torneo, en un duelo de dos equipos que no eran los
candidatos principales al título.

Sin contar a Estados Unidos, que fue eliminado por México en la
segunda ronda, Japón es el único titán del béisbol que Cuba no ha
vencido en el campeonato. Venezuela, Puerto Rico y República
Dominicana cayeron en orden frente a la maquinaria caribeña.

Dominicana fue la última víctima en semifinales.

Los cubanos se impusieron por 3-1 a un camión de 12 cilindros
impulsado por Miguel Tejada, Albert Pujols y David Ortiz, tres
fenómenos de las Grandes Ligas.

Pero, como ha hecho una y otra vez durante el torneo, Cuba se
plantó firme en el terreno, aguantó el mejor golpe de su rival, y
contestó con fuerza. Y nuevamente ese gancho fue su pitcheo.

El abridor Yadel Martí y el relevista Pedro Luis Lazo se
combinaron para permitir ocho hits y una carrera sucia a
Dominicana, mientras que sus bateadores batearon líneas,
machucones, elevados de sacrificio y el repertorio completo para
fabricar sus tres carreras frente a Odalis Pérez, Salomón Torres y
Julián Tavárez.

Ahora, Cuba enfrenta a la ofensiva más prolífica del torneo.
Japón batea para .314, tiene 50 carreras anotadas y 10
cuadrangulares, todas cifras líderes en sus respectivas categorías.

El encargado de enfrentar a los asiáticos posiblemente será
Ormari Romero, el derecho que venció a Puerto Rico en el cierre de
la segunda ronda en San Juan.

Romero tiene dos triunfos en el campeonato, y una minúscula
efectividad de 1.08 carreras permitidas por juego. En el desafío
contra los puertorriqueños, lanzó cuatro entradas, permitió tres
hits y una carrera, en un jonrón solitario de Bernie Williams, y
abanicó a cuatro.

El límite de lanzamientos en la final es de 95 envíos, por lo
que el manager cubano Higinio Vélez tiene en reserva a Vicyhoandry
Odelín y Yunieski Maya para salir del bullpen.

Los bates cubanos han sido menos prolíficos que los japoneses,
aunque letales cuando más cuenta.

Cuba tiene promedio de .283 con 38 rayas en siete partidos, y el
lunes enfrentará a su némesis de las olimpiadas de Atenas, Daisuke
Matsuzaka.

El as de la rotación japonesa lanzó ocho entradas en blanco en
los Juegos Olímpicos del 2004 y Japón le propinó a Cuba una derrota
por 6-3, el único revés de los antillanos rumbo a la medalla de
oro.

Japón llega al último partido con los ánimos por las nubes,
después de eliminar en semifinales a su eterno rival Corea del Sur,
con un triunfo por 6-0.

Los surcoreanos marchaban invictos hasta el sábado, cuando su
pitcheo se descalabró y los bates japoneses despertaron con furia.

Corea del Sur había derrotado dos veces a Japón en el torneo:
3-2 en la primera ronda en Tokio, y 2-1 en la segunda en Anaheim,
California.

Kosuke Fukudome conectó un jonrón de dos carreras, y Hitoshi
Tamura agregó otro solitario en la victoria.

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