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El país del vale todo

BUENOS AIRES (Especial ESPNdeportes.com) -- Se viene el Apertura 2006. Después de más de dos meses sin fútbol local por el Mundial de Alemania. Y muchos son los cambios que se vienen, tanto en los equipos como en las reglas del fútbol.

En este espacio, sin embargo, rumbearemos para otros lados. Vamos a tratar de suspendernos unos metros por encima de lo cotidiano para observar algunos movimientos que se produjeron en el fútbol doméstico, para que se entienda de una vez por todas que Argentina es uno de los top five en juego pero que, definitivamente, cuando de organización se trata, está muy por debajo de la mínima indispensable.

GRONDONA - MACRI
El presidente de AFA le complicó la vida al titular de Boca con el nombramiento de Alfio Basile para la Selección argentina.

Pese a lo desprolijo del nombramiento (decidido de un día para otro y entre gallos y medias noches, como todo lo que hace Grondona), finalmente llegaron a un acuerdo: el entrenador se quedará en Boca hasta el 15 de septiembre y allí asumirá plenamente en la Selección. Pero antes, el 2 de septiembre, se sentará en el banco de suplentes para dirigir en un amistoso ante Brasil, en Londres. Como se ve, una decisión salomónica.

En el medio quedaron las provocaciones de Grondona a Maradona ("ya es hora de que haga en lugar de hablar, hablar y hablar" o la reciente "en el Mundial de Estados Unidos dijo que le cortaron las piernas pero él se las cortó solo") y el equilibrio de Mauricio Macri para no entrar en el juego del presidente de AFA y del ex 10, y así tranquilizar las cosas para llegar al acuerdo que finalmente sacó adelante.

Boca, ahora, deberá buscar entrenador. Tiene 40 días para hacerlo. No le va a resultar sencillo. ¿La Volpe? ¿Martino? No creemos que salga de estos dos nombres.

EL CASO DE RIVER
La presidencia de José María Aguilar en River viene de mal en peor.

No consigue títulos y por esa razón decidió romper el chanchito y reforzar el equipo con un gasto excesivo para el fútbol local. Sin ir más lejos, pagó cerca de 4 millones de dólares por Belluschi, algo que es un disparate más allá de la enorme capacidad del ex volante de Newell's.

Hagamos un repaso de cómo está River para entender que, además de ese asunto de la sequía de títulos, podamos ver que el futuro no se presenta muy positivo.

River tiene alrededor de 12 millones de pesos mensuales de déficit. Se están vendiendo porcentajes de jugadores de las divisiones inferiores a diferentes grupos empresarios lo que, en el futuro cercano, será un desastre para el equipo de Núñez. La barra brava maneja viajes y el gimnasio del club, y es utilizada para frenar a la oposición interna dentro del club.

También podemos hablar de las divisiones dentro del plantel y de los problemas que tiene Passarella para poder ensamblar a jugadores que tiran cada uno para su lado.

¿Pronóstico? Reservado. Aunque Passarella es capaz de revertir la situación del equipo, no creemos que Aguilar pueda (¿y quiera?) ordenar lo que está pasando dentro del club.

OTROS ESCANDALOS
En San Lorenzo, Ruggeri borró por bajos rendimientos a uno de los refuerzos que él mismo había pedido. De un día para otro les dijo a los dirigentes que no quería a Nanni por bajos rendimientos y que le rescindieran el contrato.

Esto generó problemas dentro del equipo. Dicen, los que conocen la interna del plantel, que Saja y Lavezzi fueron a hablar con el entrenador para que reviera la medida y que éste no los recibió.

Resultado: las cosas quedaron mal, antes de empezar, entre el DT y los jugadores. A Ruggeri, las malas lenguas, no le auguran un futuro prolongado al frente de San Loenzo porque, se cree, los futbolistas harán lo necesario para que se vaya pronto. Y ya hay antecedentes de cómo los jugadores de San Lorenzo se han llevado puestos a diferentes entrenadores: Veira, Alfaro y Gorosito.

Hablando de Héctor Rodolfo Veira, el papelón que hizo en Quilmes no tiene nombre. Firmó contrato para hacerse cargo del plantel antes del Mundial, se fue para Alemania a trabajar como periodista para Fox Sports (¿periodista?, bueh...), dejó a su ayudante Esteban Pogany al frente del equipo y un día se levantó torcido, llamó al presidente de Quilmes y renunció por teléfono. Un delirio, ¿no? Todo es posible en el fútbol argentino. Finalmente Quilmes contrató a Mario Gómez, quien tuvo una exitosa campaña con Gimnasia de Jujuy.

En Rosario Central también pasaron cosas. Leonardo Astrada se fue al sentirse cercado por el grupo empresario que acerca jugadores (allí está Carbonari, un ex futbolista de la entidad), ya que le traían de todo menos lo que pedía.

De un día para otro se fue y enseguida asumió Pipo Gorosito, salido de esa central de colocaciones de entrenadores que es el programa La última palabra, de Fox Sport.

Como se ve, el fútbol argentino no se detiene. Muchas veces, hasta parece que pasan más cosas afuera de la cancha que adentro. ¿Buenas? No, para nada. Pero esto es el fútbol argentino: vive de torpeza en torpeza, de situaciones conflictivas en situaciones conflictivas y de hechos que rozan permanentemente la corrupción.

En Italia, situaciones bastante similares a la de Argentina, terminan con descensos de equipos importantes y en la condena de dirigentes. Pero en la Argentina, "todo pasa". Todo vale.

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