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La solidaridad fue la clave

Calderón se adueñó de la pelota AP

SAITAMA -- Los nuevos campeones del mundo en la ciudad japonesa de Saitama alabaron a España por ser "un equipo" y jugar "una final perfecta" ante Grecia para colgarse la medalla de oro del campeonato en el éxito más importante en la historia del baloncesto español.

"Nos salió todo perfecto y la gente que nos estaba apoyando desde España nos llevó en volandas. Somos los mejores del mundo. Fue increíble como jugamos. Fue la final soñada. Salimos dispuestos a ganar el oro para Pau", aseguró el base de los Toronto Raptors José Manuel Calderón.

El jugador de Villanueva de la Serena indicó que "esta selección es un equipo grande y esta es sólo la primera victoria porque vendrán muchas más. Es un triunfo para todo el mundo que ha estado con el equipo, para Iker Iturbe, para Edu Hernández Sonseca, para los compañeros, para la familia, para todos".

"Desde el principio fue todo perfecto. Ahora esperamos poder celebrarlo con todo el mundo cuando lleguemos", añadió Calderón.

Felipe Reyes indicó que "esto le viene muy bien al baloncesto, que es uno de los deportes más importantes de España. La gente está muy contenta y eso es lo que importa".

"Un Mundial no se gana todos los días, así que hay que celebrarlo por todo lo alto. Salimos al campo como si fuera el último partido de nuestra vida. Fue todo perfecto. No ha habido ni un problema", prosiguió el madridista.

Reyes apuntó que ya tiene "dos mundiales -el oro es el júnior de Lisboa'99-, pero éste es más importante. Esta victoria va por Pau Gasol. Se lo merece y es como si hubiera estado sobre la pista con los demás".

"Nadie se esperaba una final así. Jugamos muy fuertes en defensa y no dimos opción a Grecia", manifestó el pívot de la selección española.

Jorge Garbajosa, elegido en el quinteto inicial del campeonato junto con Pau Gasol, el estadounidense Carmelo Anthony, el griego Theodoros Papaloukas y el argentino Manu Ginobili, subrayó que "esta selección ha elevado la palabra equipo a su máxima expresión".

"Esta medalla es para nosotros, para vosotros -los medios de comunicación- y para todos porque han estado día a día apoyándonos. Ojalá se pueda repetir, pero es muy difícil, así que hay que disfrutarla", dijo el internacional español.

"Perder a Pau fue muy duro porque lo que significa dentro y, sobre todo, fuera de la cancha. Nos da confianza a todos. Este equipo es como mi familia", afirmó Garbajosa.

El ala-pívot, campeón de la última Liga ACB con el Unicaja y jugador más valioso de la final entre el cuadro malagueño y el Tau Vitoria, no sabía identificar con claridad los sentimientos que le recorrían el cuerpo: "Tengo una sensación rara, no sé bien lo que es, sólo sé que estoy muy contento y muy feliz".

"Se lo dedico a mi familia, a los amigos, al equipo...a todos los que estarían con nosotros si no hubiéramos sido campeones del mundo. Hemos intentado llevar la palabra a lo más alto y nos ha costado mucho ganar a equipos de tanta calidad", agregó Garbajosa en medio de una felicidad absoluta y salpicado por los chorros de agua que los jugadores españoles se lanzaban entre sí mientras transmitían sus impresiones a la prensa en la cancha del Saitama Super Arena.