AP 17y

Estará en la mira de todos

NUEVA YORK -- El mexicano Oliver Pérez está frente a la
oportunidad de su vida.

Pese a todos los predicamentos, los Mets de Nueva York vencieron
al serpentinero estelar Chris Carpenter y obligaron a la
realización de un séptimo juego en la Serie de Campeonato de la
Liga Nacional.

Ahora, su destino está en el brazo de Pérez, quien apenas en
julio, estaba relegado a las ligas menores de los Piratas de
Pittsburgh. Además, el mexicano lanzará con apenas tres días de
descanso.

El zurdo, criticado frecuentemente por sus errores, subirá a la
loma, el jueves por la noche, contra el derecho Jeff Suppan, de los
Cardenales, en el duelo que decidirá el pase a la Serie Mundial.
Tiene frente a sí la oportunidad de apuntar un gran logro en su
currículum y de silenciar a sus detractores.

"Oliver Pérez lanzará, y lo hará porque yo así lo prefiero",
dijo el piloto de los Mets, Willie Randolph, el miércoles por la
noche, tras el triunfo de Nueva York por 4-2. "Ha hecho un buen
trabajo para nosotros desde que llegó".

Los Mets tenían pocas alternativas para el séptimo partido, pues
su cuerpo de lanzadores se ha convertido en un hospital.

Los Cardenales, en contraste, tienen en Suppan a un serpentinero
que permitió apenas tres imparables en ocho innings de blanqueada,
en el tercer encuentro de la serie. Además, Suppan trabajará con el
descanso habitual de cuatro días.

"El séptimo juego empieza justo ahora", dijo el manager de San
Luis, Tony La Russa. "Ellos se preparan para vivir la mejor
experiencia de su vida, una experiencia que no se olvida".

Además de Pérez, los Mets pudieron haber optado por Steve
Trachsel o por Darren Oliver.

Trachsel estaría descansado el jueves, pero abandonó el tercer
juego, luego que una bola bateada por Preston Wilson lo golpeó en
un muslo. Además, tiene una efectividad de 14,54 en dos aperturas
de postemporada, en las que ha laborado apenas cuatro entradas y un
tercio.

Oliver lanzó en forma destacada como relevo de Trachsel, al
trabajar seis innings de blanqueada, con pelota de tres hits. Pero
el zurdo no cumple una apertura en las Grandes Ligas desde el 2004,
con Houston.

Pérez ganó el cuarto juego, el domingo, cuando Nueva York tuvo
un bateo sobresaliente y se impuso por 12-5. El mexicano trabajó
cinco entradas y dos tercios, en las que permitió cinco carreras y
nueve hits con sólo un pasaporte.

Sin embargo, Pérez no es considerado precisamente un as del
montículo. Fue un personaje secundario cuando fue adquirido a
Pittsburgh, y en la temporada tuvo una foja de 3-13, con una
efectividad de 6,55.

Fue apenas el segundo serpentinero de las Grandes Ligas que ha
abierto un encuentro de la postemporada tras finalizar la campaña
en 10 juegos abajo de la marca de .500.

Ahora volverá a hacerlo, y no hay mañana.

"Está lanzando bien", consideró Randolph. "La última vez lo
hizo muy bien. Como dije antes, él necesita darnos otra buena
apertura".

^ Al Inicio ^