Eric Núñez 17y

Ahora al nido

SAN LUIS -- Iván Rodríguez y Magglio Ordóñez tienen
excelentes motivos para estar entusiasmados por viajar a San Luis.
Después de todo, sus Tigres de Detroit compilaron el mejor récord
fuera de casa en la temporada regular.

Con paridad 1-1, la Serie Mundial se traslada el martes a la
casa de los Cardenales, campeones de la Liga Nacional, para sus
próximos tres juegos. Es la primera vez desde 2003 que no habrá
barrida en la serie.

El cambio de aires en el Clásico de Otoño arrastra consigo una
serie de ajustes en las alineaciones y estrategias de los managers.

Para los Tigres, representantes de la Liga Americana, ello
significa poner a batear a sus lanzadores, cuándo es el momento
preciso para sacar al abridor y también jugar sin un designado.

Casi con seguridad, el piloto de Detroit, Jim Leyland, moverá
piezas en su cuadro interior: el venezolano Carlos Guillén pasará
de la inicial a cubrir su posición regular de torpedero, mientras
que Sean Casey irá a la primera base tras desempeñarse como
bateador designado en los dos primeros partidos.

Ex manager de Pittsburgh, Florida y Colorado, Leyland es no es
ningún neofito sobre cómo se juega en el Viejo Circuito.

"Dirigí 14 años en la Nacional, pero estoy confiado que aún
retengo algo", dijo Leyland.

Sedientos por atrapar su primera corona desde 1982, los
Cardenales lograron una victoria en el juego inaugural. Ese triunfo
les abre la puerta para poder salir campeones en su feudo del Busch
Stadium, si ganan los siguientes tres.

Detroit empató la serie al ganar 3-1 el domingo gracias a un
joya monticular de Kenny Rogers, el veterano abridor de 41 años que
colgó ocho ceros y los limitó a sólo dos hits.

Rogers es zurdo y ése es el mismo perfil de Nate Robertson
(13-13, 1-1), el encargado de subir a la lomita por los Tigres el
martes.

Robertson es quizás el serpentinero menos cotizado del
formidable elenco que tienen los Tigres, aunque goza de toda la
confianza de Leyland.

Eso lo sabe Tony La Russa, el dirigente de los Cardenales.

"La realidad es que dos de los mejores abridores que ellos
tienen son zurdos y nosotros hemos pasado problemas ante zurdos",
dijo La Russa.

San Luis tendrá en el montículo a su mejor carta, el derecho
Chris Carpenter (15-8, 2-1). Carpenter fue el ganador del Cy Young
del Viejo Circuito el año pasado y exhibe marca de 6-1 en juegos de
postemporada con los Cardenales.

"Es uno de los mejores pitchers en las Grandes Ligas ... Vamos
a tener las manos llenas con él", advirtió Leyland.

Animados por la actuación de Rogers y el explosivo madero de
Guillén, que batea para .714, los Tigres lograron empatar la serie.

Para alivio de Leyland, el equipo pareció sacarse de encima los
efectos del letargo causado por la semana entera que debieron
esperar tras ganar el título de su liga. Ello se notó en un primer
partido en el que cometieron tres errores.

"Fue evidente que lucimos como un equipo que estuvo sin jugar
tres días. No quiero esgrimir eso como excusa, pero esa fue la
realidad", dijo Leyland.

Ahora, la misión para Detroit es mantener en San Luis el envión
conseguido el domingo.

Los antecedentes de Detroit fuera de casa son bastante
alentadores, ya que tuvieron la mejor marca como visitante (49-32)
a lo largo de la temporada regular en las Grandes Ligas.

"Hemos jugado bien en la calle todo el año", declaró el
receptor puertorriqueño Rodríguez, quien intentará salir de una
mala racha de 19 turnos consecutivos sin conectar de hit en la
postemporada. "Nos sentimos cómodos afuera".

Su compañero Ordóñez recordó cómo fue el arranque de los Tigres
en los playoffs.

"Todos estamos tranquilos. Contra los Yanquis perdimos el
primer juego y ya vieron lo que vino después", declaró el
guardabosques venezolano.

Detroit pisó el acelerador al ganar siete partidos en fila, tres
para sorprender a Nueva York y luego cuatro a costa de los
Atléticos de Oakland

Leyland no se confía en una repetición de tal secuencia y se
contenta con llevar de vuelta la serie a Detroit.

"La verdad es que estoy aliviado porque pudimos dividir esos
dos partidos ... (y) pudimos entrar en ritmo, pero nos falta",
declaró Leyland. "Pero una Serie Mundial es corta y no tiene mucho
tiempo".

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