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La controversia no termina

SAN LUIS -- Tony La Russa no paraba de hablar sobre Kenny
Rogers, sus palabras desde la sala de entrevistas retumbando en los
parlantes del Busch Stadium. En el terreno, los jugadores de los
Tigres de Detroit interrumpieron su práctica para escuchar.

"No creo que fue una mancha de sucio", escucharon decir al
manager de los Cardenales de San Luis. "No parecía una mancha de
sucio".

Mucha gente no quedó convencida con las explicaciones que Rogers
dio. En vez del tercer juego de la Serie Mundial, el foco de
atención del lunes apuntó en lo que tenía Rogers en la base de su
dedo pulgar izquierdo la noche del domingo y si había estado antes.

Una serie de fotos sobre la apertura de Rogers en la serie de
campeonato de la Liga Americana contra Oakland mostró la misma
marca de color amarillento.

Rogers, que ha dejado atrás un historia de fracasos en los
playoffs para transformarse en un pitcher indombable este octubre,
insistió que se trató de un error inocente.

Los umpires le pidieron que se limpiara la mano izquierda y
Rogers procedió a lanzar ocho innings en blanco en una victoria 3-1
para empatar la Serie Mundial a un juego por bando.

"Todo el tiempo froto las pelotas entre los innings y antes de
un juego", declaró Rogers el lunes. "Froto las pelotas del
bullpen que uso para lanzar con barro, brea, saliva. Lo hago
siempre. Ellos también lo hacen con barro antes de los juegos".

"Las pelotas de los juegos están sucias. Usualmente, cuando
termino, no queda casi nada en mi mano, pero supongo que fue un
poquito más de lo normal. Me la limpié y procedí a lanzar siete
buenos innings", dijo. "Barro, brea, sudor. Siempre hay algo".

Después fue el turno para que La Russa hablase. Su rueda de
prensa en el día de descanso fue transmitida por los parlantes del
estadio, así que se pudieron eschuchar en cada rincón del parque
vacío.

Los Tigres recién habían empezado su práctica y fueron
receptores del prolongado análisis de La Russa.

La primera pregunta fue sobre Rogers, quien lleva 23 innings sin
permitir carreras este postemporada tras un récord de 0-3 y 8.85 de
efectividad en sus aperturas previas en octubre.

La Russa empleó 863 palabras para dar su respuesta.

Dijo que le mencionó a los umpires la presencia de la sustancia,
pero no exigió que revisaran a Rogers. También reveló que los
Cardenales estaban al tanto de que a Rogers se le había detectado
esa mancha al inicio de la postemporada.

"Dije que no me gustaba eso, que se la limpiara (la mano). Si
se limpia, a jugar. En mi opinión se limpió", indicó.

"De no habérsela quitado, yo habría presentado un reclamo. Pero
yo pienso en cierta forma es parte del juego y no hay que
exagerar", añadió.

Jim Leyland, el piloto de los Tigres, no le dio importancia al
incidente.

"Es llover sobre mojado y no voy a hacer comentarios", afirmó.

Mike Port, el encargado de las Grandes Ligas sobre arbitrajes,
dijo que el grupo de umpires encabezado por Randy Marsh actuó de
manera "diligente" para resolver el asunto.