<
>

Con justa razón

NUEVA YORK - Los jugadores de la NBA se han quejado durante toda la pretemporada que la nueva pelota sintética con la que se va a jugar esta temporada se siente diferente a la vieja de piel y que actúa distinto.

Según los resultados de un estudio que fue pedido por el dueño de los Mavericks de Dallas, el polémico y controvertido Mark Cuban, es probable que tengan razón.

Científicos de la Universidad de Texas en Arlington dieron a conocer los resultados preliminares de las pruebas que dicen que el material de microfibra de la nueva pelota se comporta diferente en comparación a la antigua de piel.

Desde que se inicio la pretemporada varios jugadores se han quejado de que es complicado agarrarla y que en los botes hace cosas raras.

Según los resultados, la nueva pelota bota de un 5 a un 6 por ciento más bajo que las de piel cuando son tiradas de una altura de 1.22 metros.

Cuban contactó al Doctor James L. Horwitz de la universidad texana para que pusiera a prueba las pelotas, aunque el dueño dijo que no tenía ninguna intención de hacer algo con los resultados.

El comisionado de la NBA, David Stern, sentenció la semana pasada que el nuevo balón había llegado para quedarse, pero una vez más Cuban ha vuelto a dejar en evidencia su gestión y la manera que trata de establecer cambios orientados a la comercialización del producto del baloncesto profesional.

El vicepresidente de mercadotecnia Dan Touhey de la compañía Spalding, la empresa que fabrica la pelota, dijo que la diferencia en el bote se debe a que las de piel ya son viejas y por lo regular los balones que ya tienen tiempo de uso botan más que uno nuevo.

Además explicó que la pelota que usaron en las pruebas tuvo que haber sido una vieja, porque Spalding no le ha dado balones nuevos de piel a los equipos desde agosto del 2005.

El otro descubrimiento del estudio que contrasta con la NBA y Spalding tiene que ver como se siente la pelota cuando esta mojada.

La liga ha dicho que una de las cosas positivas de la nueva pelota es que el material permite que los jugadores la puedan agarrar mejor cuando se moja, pero las pruebas en Arlington han encontrado que absorbe menos, lo que provoca que sea más difícil de agarrar cuando está húmeda.

Esa crítica y queja ha sido hecha también por los jugadores, especialmente el pívot Shaquille O'Neal, de los Heat de Miami.

Touhey dijo que entre lo positivo del nuevo balón es que el material previene que la pelota absorba agua y así su peso no cambia tanto durante el transcurso del partido.

El estudio de la Universidad de Texas recomienda que frecuentemente se sequen las pelotas o se cambien durante el partido y que el nuevo balón debe ser inflado con más aire del que recomienda Spalding para solucionar el problema con el bote.

El ex jugador Charles Barkley también criticó el nuevo esférico y dijo que la NBA debe escuchar a los profesionales.

"El problema es que la pelota se siente nueva todo el tiempo", dijo el ex jugador de los Rockets y los Sixers. "Si le preguntan a los jugadores siempre nos gusta jugar con una vieja", agregó.

Pero la NBA y la compañía que fabrica la nueva pelota tienen otra opinión en cuanto a la venta y su comercialización.