BUENOS AIRES -- El peruano Mario Bazán, que este domingo ganó la medalla de oro en los 3.000 metros con obstáculos de los VIII Juegos Odesur, consideró el lunes su triunfo como "un desquite", tras haber fracasado el día anterior en los 1.500 metros.
"Sólo pensaba en ganar, me lo propuse como la única forma de desquitarme, porque en los 1.500 perdí una medalla que yo y los técnicos creíamos segura y me sentía mal", dijo a Efe el atleta, que fue cuarto en el kilómetro y medio.
"En los 3.000, -en los que anotó un tiempo de 8:49.67 minutos- me fijé un plan para poder ganar el oro y se cumplió, salí de atrás y corrí con mucha inteligencia, pues aceleré en la última vuelta y salió la medalla", explicó.
Con un tiempo de 8:49.67 minutos, Bazán aventajó con claridad al venezolano José Peña, que se llevó la plata con 8:50.88 minutos y al argentino Santiago Figueroa, bronce, con 8:54.50.
"Fue un plan de carrera que se cumplió", añadió Bazán, nacido en Lima el 1 de septiembre de 1987, que lleva sólo dos de los 19 años que tiene dedicados al atletismo, siempre en la misma especialidad, radicado últimamente en la ciudad de Arequipa, en el sur de su país, que le ofrece mayor tranquilidad para su preparación.
Aclaró, por otra parte, que en la carrera no hubo trabajo de equipo con Diego Guerrero, el otro peruano que estuvo en los 3.000 metros con obstáculos y que debió abandonar.
"Es que nos entrenamos en diferentes lugares y antes casi no hablamos sobre la carrera. En la pista yo no le dije nada y él tampoco me comentó nada", manifestó.
Mario Bazán consideró su medalla "un gran incentivo" para los Juegos Panamericanos 2007, de Río de Janeiro.
"Voy a darle con todo, porque el próximo año somos categoría mayores y los rivales serán más duros, por su experiencia", dijo Bazán. "Dedico el triunfo a mi familia, a la Iglesia católica, a la gente que confió en mí y sobre todo a mi país", agregó.
"Ojalá que el Estado peruano me apoye en mi preparación para los Panamericanos", concluyó.