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La verdadera historia

MÉXICO -- Ante los ojos de millones de
aficionados de las Chivas, Oswaldo Sánchez pasó en
apenas diez días de héroe a mercenario.

Y todo ocurrió por una simple razón: Oswaldo no ha
querido decir la verdad.

No fue, como parece, el dinero lo que lo obligó a
salir de Chivas.

Detrás de esta historia hay intereses creados, tanto
de la empresa como de empleados relacionados con
Chivas, que engañaron a Jorge Vergara con un mal
entendido "ahorro" equivalente a 2.1 millones de
dólares, más una ganancia de dos millones de dólares
por ceder los derechos federativos de su jugador al
Santos de Torreón.

La historia que Oswaldo no ha querido contar va así,
con algunos datos que sólo conocen ellos, pero muchos
otros que son conocidos por quienes intervinieron en
la operación.

El contrato de Oswaldo Sánchez con Chivas terminaría
en junio de 2008. Es decir: le faltaban tres torneos
cortos o 18 meses. Su sueldo anual era de 1.4 millones
de dólares.

¿De dónde sacan Juan José Frangié y Néstor de la Torre
(quienes convencieron a Jorge Vergara del beneficio de
dejar ir al portero) la supuesta utilidad de 2.1
millones de dólares? Del ahorro que tendrían al no
pagar ese sueldo a Oswaldo en los próximos 18 meses.
Santos nada más pagó dos millones de dólares por los
derechos federativos.

Cuando Oswaldo, casi con lágrimas, en la sala de
trofeos del Club Guadalajara que están a unos días de
demoler, dijo que Chivas no le había ofrecido "un
proyecto a tres años que me diera estabilidad familiar
y económica" se refería a la verdad que no quiere
hacer pública.

La verdad es que él quería seguir en Chivas, terminar
ahí su carrera. Antes de comenzar la liguilla negoció
con Néstor de la Torre (con quien ha tenido serias
diferencias personales, a pesar de que simulen una
buena relación) para alargar el contrato año y medio
más, es decir, hasta diciembre de 2009, para tener
esos "tres años de estabilidad".

Oswaldo hizo su oferta: que le pagaran "lo mismo" que
el contrato actual, es decir, 1.4 millones de dólares
anuales.

Chivas presionó ofreciéndole quitar sus derechos de
explotación de imagen, que le dejan actualmente entre
250 y 300 mil dólares anuales más.

Oswaldo pedía lo mismo para seguir con Chivas, pero al
no arreglarse con Néstor de la Torre, pidió hablar con
Jorge Vergara, quien le sostuvo la propuesta
directiva: bajarle primero los derechos de explotación
de imagen y luego hacerle una reducción salarial en
los siguientes 18 meses de contrato (de junio de 2008
a diciembre de 2009), cosa que Oswaldo no aceptaba.

Ante esa negativa, Oswaldo aceptó firmar el miércoles
13 de diciembre pasado una carta de intención en la
que aceptaba irse al Santos. Pero el sábado 16
insistió con Jorge Vergara que quería quedarse, que le
aceptaran ampliar el contrato con el mismo sueldo. Y
le comentó que Néstor le había pedido firmar esa carta
de intención. Vergara entonces le dio el tiro de
gracia: "Si ya firmaste algo, cumple".

La directiva de Chivas nunca tuvo intenciones reales
de retenerlo. Y tenía el pretexto ideal: la súper
oferta del Santos, que en pocas palabras le duplicará
el sueldo a Oswaldo porque le pagará 2.1 millones de
dólares anuales durante los próximos tres años.

La Comisión de Futbol del Club Deportivo Guadalajara,
integrada por Frangié, Néstor, Freddy Helfor, Carlos
Álvarez del Castillo, Alberto Agnesi, Jorge García
Rulfo y Javier Valdivia fue citada a las 17 horas del
lunes 18 en el Club Guadalajara para resolver el, caso
de Oswaldo.

Y ahí mismo decidió, ante el desconcierto de Frangié y
Néstor, que Oswaldo no se iba por tres poderosas
razones: primera, porque era un jugador clave en el
equipo; segundo, por respeto a la afición y tercero,
porque tenía contrato vigente por tres torneos cortos
más.

Al llegar Oswaldo al Club, procedente de Puerto
Vallarta, en camisa de algodón, se quebró ante la
posibilidad de salir. Y por la carta de intención que
le habían hecho firmar, se hizo el harakiri.
Él quería seguir, pero la directiva no tenía
intenciones de mantenerlo en el plantel.

El Director Deportivo del Club Guadalajara, Juan José
Frangié (quien le va al Atlas), convenció a Vergara de
lo que se iban a ahorrar dejando ir a Oswaldo. Y el
vicepresidente ejecutivo Néstor de la Torre operó su
traspaso al Santos.

Vergara cuidó el marketing de su imagen al culpar
indirectamente a Oswaldo de irse por dinero, aunque
agradeció en un desplegado su participación con
Chivas. Vergara no quería que se quedara porque no
quiere en su plantel sueldos de un millón de dólares o
más anuales, para hacer más rentable a Chivas.

El
negocio por encima del interés deportivo, aún a costa
de desprenderse del máximo ídolo de la afición.
Oswaldo advirtió a los directivos: si hablan de más,
"diré la verdad". Y la única verdad es que Chivas no
quiso que se quedara para ahorrarse un sueldo y para
sacarle dos millones de dólares en la transferencia.