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Revive la ilusión

BUENOS AIRES -- Todos los cambios generan incertidumbre. Y más cuando son tan extremos. Cuando Miguel Ángel Russo dejó su cargo para asumir como entrenador de Boca, pocos imaginaban un trueque con el ex técnico Xeneize, Ricardo La Volpe, quien había tenido un final para el olvido en el 2006 tras perder la definición mano a mano con Estudiantes.

Pero la relación con Russo estaba desgastada y la dirigencia de Vélez necesitaba un fuerte cambio de timón, apoyado en alguien que con su personalidad retomara las riendas de un plantel joven y devolviera a Vélez a los primeros planos.

El estilo de La Volpe encaja a la perfección en Vélez, un equipo formado casi por completo con jugadores surgidos de la cantera del Club. Un entrenador afecto al desarrollo de jugadores, La Volpe, suele funcionar mejor con jóvenes dispuestos a escucharlo y aprender todos los conceptos tácticos que tiene para ofrecer.

Y no son pocos.

La Volpe predica un fútbol a ras del piso, con movilidad, toque y control de balón en toda la cancha, algo que suele jugar malas pasadas a los defensores poco acostumbrados a salir jugando desde abajo.

Su esquema táctico preferido es el 3-4-3 o el 5-2-3, con dos laterales volantes bien abiertos, un mediocampo sin enganche y un delantero centro bien definido, listo para concluir los ataques punzantes por los costados. La verticalidad ofensiva, muchas veces expone a los defensores, pero La Volpe apuesta a presionar bien arriba desde el momento que pierden el balón, para que los rivales no puedan armar su juego.

El delantero Gustavo Balvorín, el lateral mexicano Mario Méndez y el juvenil arquero Ezequiel Cacace fueron las únicas contrataciones de Vélez.

El goleador proveniente de Gimnasia de Jujuy, mostró sus primeras armas en el repechaje de la Copa Libertadores ante Danubio y promete ser una de las claves en este nuevo Vélez. Méndez llegó del Toluca para reemplazar a Fabián Cubero, quien tomó el camino inverso y emprendió su viaje a México. El lateral-volante derecho es un viejo conocido de La Volpe y se destaca por su recorrido y buena pegada. Cacace llega de Talleres de Remedios de Escalada, pensando más en el futuro que en el presente.

La presencia de La Volpe genera además un foco de atención extra para Vélez. Los medios no quieren perderle pisada y se regocijan de las ricas conferencias de prensa que el entrenador suele ofrecer. Aunque parezca un punto positivo, habrá que ver si los jugadores más jóvenes no sienten el peso de tanta exposición.

Gaston Sessa, Lucas Castromán, Hernán Pellerano y Maximiliano Bustos son los referentes que deberán llevar el peso del equipo y darle libertad a Mauro Zárate, la figurita que tiene todo para convertirse en gran estrella. De él dependerán muchas de las chances de Vélez en el campeonato y en la Copa Libertadores.

La Volpe apuesta a ser protagonista y no cederá terreno en ninguno de los dos torneos. Envalentonado por el buen rendimiento del equipo en los partidos de verano y en el repechaje de la Copa, el entrenador buscará redimirse con el público argentino.

Tras 20 años en México, su paso por Boca no le dejó grandes recuerdos en su regreso al país. Pero ahora en Vélez, tiene las condiciones propicias para dejar una marca, como ya lo hizo en la selección mexicana.

El cambio a Vélez, parece sentarle bien.

PARA TENER EN CUENTA:

LOS NUEVOS: Gustavo Balvorín, Ezequiel Cacace, Mario Méndez

LOS QUE SE FUERON: Walter Alcaraz, Pablo Batalla, Fabián Cubero, Santiago Ladino, Patricio Pérez.