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Ganan Montoya... y NASCAR

MÉXICO -- Llegó colocado como favorito, sabía que
era su mejor oportunidad de alcanzar la bandera a
cuadros y no la desaprovechó, pues Juan Pablo
Montoya se va de México con su primer trofeo de la
NASCAR, cierto, en la serie Busch, pero les
demostró que está listo para pelear también en
NEXTEL.

"Cuando entré a los pits y tuve problemas con la
gasolina pensé que ya no tenía oportunidades de
ganar, pero todo salió bien", sería la primera
declaración de Montoya luego de la carrera y de
convertirse en el segundo piloto no estadounidense
en ganar una carrera de NASCAR.

Asi, ante 72,971 aficionados que coreaban
su triunfo, Montoya demostró ser el mejor piloto
del día.

En realidad "me cae gordo Montoya pero prefiero que
gane él. Yo queria que ganara (Jorge) Goeters pero Montoya
fue el mejor piloto", dijo a ESPNdeportes.com
Alejandro Seemann al abandonar las tribunas del
autódromo Hermanos Rodríguez.

La victoria de Montoya revivió la pasión de las
carreras en México, por ver triunfar a un piloto que
prácticamente consideraba de 'casa' la afición, y además este triunfo servirá para
catapultar a la NASCAR a niveles mayores de
aceptación.

Montoya se lleva el triunfo, pero NASCAR también, y
seguramente en el 2008, cuando regrese a la capital
mexicana, tendrá mayor aceptación y sus directivos
esperarán ahora sí encontrar tribunas abarrotadas, igualando
los números que en su mejor momento registró la
Champ Car en México.

"Fue una carrera excelente, hubo mucha emoción. La
victoria de Montoya fue merecida, aunque nosotros
estabamos con Carlos Contreras que es mi vecino y
amigo", se lamentó Federico Rodríguez, otro aficionado que pese a que no vio ganar a su favorito salió satisfecho por el espectáculo.

Aunque el sábado el ambiente presagiaba una pobre
asistencia a la carrera de NASCAR Busch y la mañana
dominical amenazaba en algún momento con lluvia, los
aficionados respondieron, para alegría de los
organizadores y en especial de los vendedores de cervezas que
vieron sus neveras vaciarse rápidamente conforme la
temperatura en la pista aumentaba y el tibio sol
empezaba a dorar los rostros.

"Esto es mucha emocion para los niños", dijo Eric
Descombes, acompañado por sus dos pequeños hijos.
"Además (Montoya) era el favorito de (mi hijo)
Antoine".

Pero el triunfo de Montoya no fue tan sencillo como
el pequeño Antoine pensaba, pues en la vuelta 74, a
seis del final, Montoya y Scott Pruett --quien es su coequipero en el Chip Ganassi Racing y marchaba de
líder--, tuvieron un alcance.

"En el equipo decimos que si pones la nariz (del
auto) adelante, la posición es tuya. Inicialmente
crei que me iba a dejar el paso, pero cuando se
metió traté de frenar pero ya era muy tarde", dijo
Montoya, tratando de explicar el accidente que provocó una más de las banderas amarillas que cortaron la carrera.

Pero el accidente lejos de mermar el ánimo alentó
el ambiente en la tribuna que festejó como si
Montoya fuera mexicano, pero siempre quedará la
esperanza que el próximo año el triunfo será propio
y no el de una ansiada adopción.