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Sobre aviso...

MÉXICO -- Sin muchos remordimientos aparentes,
pues gozó a fondo la victoria, el piloto colombiano Juan Pablo
Montoya se disculpó con su coequipero el estadounidense Scout Pruett
por el incidente a ocho vueltas del final para adjudicarse la carrera
de la Nascar Busch en México.

Tras su victoria en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en la
tercera fecha de la Busch 2007, Montoya dijo sentirse triste por el
destino de su coequipero, quien pese a liderar 22 giros concluyó en
la quinta posición.

"Siento mucho lo de Scott", apuntó Montoya, quien recordó que
apenas en enero pasado fue su compañero en las 24 Horas de Daytona,
prueba en la que se llevaron la victoria junto con el mexicano
Salvador Durán.

No obstante, explicó que desde el principio advirtió y acordó
con los demás corredores que quien ponía la nariz, tenía la posición.
"Pensé que me iba a dar el paso", apuntó.

Y así sucedió, aparentemente, en esa maniobra hacia el final de
la competencia cuando Montoya le ganó la posición a Pruett hacia la
curva uno, donde Pruett trató de cerrar el camino, pero lo hizo
demasiado tarde, por lo cual terminó a la deriva y tuvo que
despedirse de la bandera a cuadros.

Sucudiéndose la pena por Pruett, el ex Fórmula Uno se dijo
contento por la victoria, la primera para un latino en la serie
Busch, y sin duda un gran aliciente para continuar con su programa en
la estelar Nextel Cup.

"Para mí es un honor (ser el estandarte latinoamericano), ojalá
sea el principio de algo más grande", apuntó el bogotano, quien
espera trasladar su eficacia en circuitos a los óvalos, pistas
tradicionales en las que se disputan las divisiones de Nascar.

Reiteró que no existía presión para empezar a dar resultados en
la estelar Nextel Cup, sin embargo, admitió que la victoria de este
domingo en el Hermanos Rodríguez le servirá para tomar confianza y
consolidar su programa en la máxima categoría.

A su vez, el propietario de la escudería Chip Ganassi lamentó el
destino de Scott Pruett, mas admitió no sentirse sorprendido por el
hambre de triunfo de Montoya, su viejo pupilo al inicio de la década.