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El adiós de un guerrero

El estadounidense Diego Corrales, ex campeón del mundo en dos categorías diferentes y que vivió del mismo modo en el que combatía, falleció el lunes por la noche en un accidente con su motocicleta.

"Chocó con su moto. No había manera de que esta vez se salvara", le dijo su manager, James Prince, a ESPN.com al llegar a la escena del accidente. "Está muerto y todo esto es muy triste".

Prince agregó que el cuerpo de Corrales, de 29 años, todavía estaba en el piso, cubierto con una sábana, horas después del accidente, mientras la policía comenzaba la investigación.

El portavoz de la policía de Las Vegas, José Montoya, confirmó que la víctima llevaba puesto el casco y hasta el momento no se sabe si el consumo de alcohol o drogas podría haber influenciado en el mortal accidente.

"No se han hecho ningún tipo de pruebas y seguimos investigando", señaló Montoya.

Uno de los peleadores más aguerridos de su era, Corrales será recordado como un guerrero que atrajo y cautivó a legiones de fanáticos con sus peleas cargadas de acción y drama.

Corrales capturó cuatro títulos mundiales, dos en peso súper ligero y otros dos en peso ligero. Pero el momento más recordado de su carrera fue su sorprendente recuperación para unificar el título ligero, noqueando al mexicano José Luis Castillo el 7 de mayo de 2005, en una de las mejores peleas de la historia del boxeo.

Elegida como la pelea del año, fue un combate épico en el que, tras caer dos veces en el décimo round, Corrales terminó poniendo fuera de combate a Castillo.

"Esa pelea con Castillo será recordada por siempre", dijo Gary Shaw, promotor de Corrales.

Pero su gran momento de gloria sobre el ring fue también el final. Luego, Corrales perdería sus siguientes tres peleas - las últimas de su carrera. La revancha ante Castillo cinco meses después, por KO en el cuarto, por puntos frente a Joel Casamayor en octubre de 2006 y por paliza ante Joshua Clottey al hacer su debut en peso welter el 7 de abril pasado.

EL ACCIDENTE FATAL

Un vocero de la Policía Metropolitana de Las Vegas confirmó que había sucedido un accidente fatal en el que estuvo involucrada una motocicleta, en el sudoeste de la ciudad, aproximadamente a las 19:20 hora del Pacífico, pero no pudo indentificar a la persona fallecida.

"Todo lo que sabemos es que iba sobre una moto a más de 160 kilómetros por hora y que impactó contra la parte trasera de un auto", dijo Jin Mosley, esposa del boxeador Shane Mosley y amiga de Michelle Corrales, la esposa de Diego.

Ella agregó que recibió la noticia de parte de la misma Michelle, quien tiene un embarazo de seis meses. Michelle y Diego estuvieron separados en los últimos meses.

"Ella lloraba y me costaba entenderle", dijo Jin. "Solamente repetía que Diego había muerto. Había comprado la moto hace menos de una semana".

Los Mosley habían regresado a California desde Las Vegas, donde estuvieron presentes en la pelea entre Floyd Mayweather y Oscar de la Hoya, pero planeaban volver a la ciudad para acompañar a Michelle.

Según Prince, Corrales estaba usando un casco.

SU CARRERA

Corrales, 40-5 con 33 nocauts en 11 años de carrera, nació en Columbia, Carolina del Sur, pero creció en Sacramento, California, antes de mudarse a Las Vegas hace unos años. Tenía una filosofía muy simple sobre el boxeo.

"Sólo quiero pelear contra los mejores", decía. "No se trata del dinero, sino de saber dónde estás parado. ¿En qué lugar me ubico en relación a los grandes? ¿Soy uno de los mejores? Hasta ahora, demostré serlo y soy muy afortunado. No soy noticia de un solo día".

Ganó su primer título, el súper ligero de la Federación Internacional de Boxeo, en octubre de 1999 al noquear a Roberto García en el séptimo round. Tras tres defensas exitosas, renunció a su cinturón para desafiar a Mayweather, que le propinó su primera derrota, voltéandolo cinco veces antes de vencerlo en el décimo, en enero de 2001.

Cuatro meses después, Corrales recibió una condena a dos años de prisión en California por golpear a su entonces esposa, María Corrales, quien luego se divorció de él.

Pasó un año tras las rejas y salió anticipadamente por buena conducta. Su regreso al boxeo se coronó cuando ganó el título súper ligero vacante de la Organización Mundial de Boxeo en marzo de 2004, vengando una derrota anterior ante Casamayor.

Entonces, decidió subir a peso ligero, conquistando el título de la OMB en agosto del mismo año tras vencer a Acelino Popo Freitas en el décimo asalto.

Nueve meses después, llegó la legendaria pelea con Castillo, en la que agregó el título del Consejo Mundial de Boxeo a su colección y protagonizó una de las recuperaciones más grandes en la historia del deporte.

El día anterior a la revancha, en octubre de 2005, Castillo no dio el peso. Pero Corrales decidió que la pelea debía realizarse igual, aun estando en desventaja. La decisión le costó una derrota en la cuarta vuelta. Al menos Corrales no perdió su título, por el problema de peso de Castillo.

Una tercera pelea, que debería haberse llevado a cabo en junio de 2006, se canceló cuando otra vez Castillo se excedió de peso. Esta vez Corrales optó por no pelear.

Irónicamente, sería Corrales quien no daría el peso un año después y perdería así su título ante Casamayor. De cualquier manera, el combate se llevó a cabo y Casamayor se impuso por puntos.

Con eternos problemas de peso, Corrales decidió dar el salto hacia la categoría welter, en la que debutó perdiendo de manera desastrosa ante Clottey.

"Sólo tenía 29 años y quizás su carrera había entrado en una espiral descendente, pero aun así me pedía: 'Consígueme algunas grandes peleas'", dijo Shaw.

El promotor recordó a su boxeador como alguien que vivía siempre al límite: "Me contaba que esquiaba como un salvaje, que conducía rápido y que peleaba duro, a veces sin control, pero para mí representaba todo lo que un boxeador significa cuando sube al ring. Y eso es lo que lo hacía tan cautivante".

A pesar de haber protagonizado combates de primer nivel y de aparecer varias veces en Showtime, Corrales estaba en problemas financieros. Las deudas y los problemas impositivos se llevaban gran parte de su bolsa.

Corrales tenía solamente tres años cuando comenzó a visitar el gimnasio de su padrastro, Ray Woods.

"Siempre fui un chico problemático, metiéndome en peleas" decía Corrales, que tuvo un récord de 125-20 como amateur. "Típico de chicos. Mi padre solamente buscaba una manera de evitarme problemas y el boxeo fue un escape. Tengo dos hermanos menores y los dos boxearon, pero soy el único que hizo una carrera".