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La vergüenza (II)

MÉXICO -- El miércoles 27 de julio de 2005, tras el intento fallido de engañar a la FIFA, vino la reacción de este organismo contra la Federación Mexicana de Futbol.

Muy amigos, muy amigos, socios en dos mundiales, la FIFA no podía permitir la actitud de la delegación mexicana que solapó dos casos de doping en la Copa Confederaciones.

Es un hecho irrefutable que aunque no fueron sorprendidos en la competencia, Salvador Carmona y Aarón Galindo jugaron dopados dos partidos de ese torneo.

Tras un interrogatorio vergonzoso, donde los miembros de la Comisión Disciplinaria de la FIFA les pusieron varias trampas a los integrantes de la arrepentida delegación mexicana, ante el riesgo de quedar fuera de la Copa del Mundo, finalmente se estableció una estrategia para salvar a la selección empujando como "chivo expiatorio" al doctor Nicolás Zarur.

Bastó con que Zarur se echara la culpara para que quedara desechada la posibilidad de una "acción concertada" o de una "confabulación".

Con el simple hecho de que Zarur dijera la verdad (que sí informó del doping a un importante funcionario de la FMF que todavía sigue en su cargo), la FIFA hubiese castigado dos años al futbol mexicano.

La Comisión Disciplinaria de la FIFA entrevistó en Zúrich, Suiza, al entonces presidente de la FMF, Alberto de la Torre y diez personas más: el Secretario General, Decio de María; el presidente de la comisión de selecciones, Guillermo Cantú; el presidente del América, Guillermo Cañedo, en calidad de jefe de la delegación; el anterior técnico nacional, Ricardo La Volpe; el director de relaciones internacionales, Jimmy Goldsmith; los inculpados, Salvador Carmona y Aarón Galindo, así como los médicos José Luis Serrano, de la selección; Nicolás Zarur, jefe de lo servicios médicos de la FMF, y Juan Manuel Herrera, quien en esa fecha trabajaba como Director de Medicina y Ciencias Aplicadas al Deporte en la Conade.

Pendía sobre la cabeza de la Federación Mexicana de Futbol la guillotina de un castigo que nos dejaría fuera del Mundial de Alemania 2006 si la Comisión Disciplinaria de FIFA decidía culparlos de infracción al artículo 65 del Código Disciplinario, que dice: "Cualquier persona que aconseje, recomiende, proponga, autorice, permita, tolere o facilite, de cualquier forma, el empleo de sustancias o métodos prohibidos será inhabilitada para desarrollar cualquier actividad relacionada con el futbol por tiempo mínimo de dos años, con multa accesoria en cuantía no inferior a CHF 10,000 (francos suizos, equivalente a 7 mil 678 dólares)".

Para los jugadores estaba claro el artículo 64: "En el caso de una infracción de dopaje, las sanciones que puedan imponerse se determinarán teniendo en cuenta el grado de culpabilidad del jugador. En cualquier caso, se impondrá una suspensión mínima de 6 meses. Además de la suspensión puede imponerse una multa. En el caso de una primera infracción, la suspensión tendrá una duración máxima de 2 años".

La FIFA impuso la mayor multa de su historia a una Federación infractora: 750 mil francos suizos. Al doctor Nicolás Zarur se le suspendió dos años en sus funciones y recibió una multa de cinco mil francos suizos; al presidente de la FMF de aquel entonces, Alberto de la Torre, una multa de 20 mil francos suizos y al doctor de la selección, José Luis Serrano, otra sanción económica de cinco mil francos suizos.

La FMF a su vez sancionó con un año de suspensión a los jugadores Salvador Carmona y Aarón Galindo, situación que no satisfizo a la FIFA ni a las autoridades de los organismos internacionales antidopajes.
En septiembre 22 de ese mismo 2005, en su consultorio del World Trade Center, el doctor Nicolás Zarur Mina reconoció su error al no informar a Alberto de la Torre a Alemania que la prueba "A" había resultado positiva.

Pero al mismo tiempo, se consideró "el chivo expiatorio" del escándalo porque si no sacrificaba su cabeza la FIFA hubiese dejado fuera del Mundial a la selección mexicana.

"Pero no soy el único culpable", precisó en una entrevista en la que dejó mal parados a muchos de los que asistieron con él a Suiza para explicar a la FIFA su proceder.

Todo fue "una cadena de errores", sostuvo Zarur. "La FIFA se enojó por el engaño. No sé qué pasó, pero en Alemania engañaron a las autoridades de la FIFA cuando el caso parecía cerrado. La FIFA les había dicho: 'Castíguenlos en México y se acabó'. Y luego viene lo que declara La Volpe, de que 'todo Cruz Azul estaba contaminado'.

He tenido discusiones con La Volpe diciéndole: 'No sé con qué clase de gente tratas, pero yo soy honesto. Es más: si no fuera honesto me hago pendejo y no les digo que salió positivo ningún jugador. Y si los agarran en la competencia pues es bronca de ellos. Mi error fue no decir desde el primer día, pero me basé en ciertas exigencias de la Ley General de Salud de México", comentó Zarur.

En otra parte de la entrevista comentó que "brutos los jugadores" que en una reunión dijeron que manejarían el doping "como una indisciplina grave", lo que despertó múltiples suspicacias y versiones de toda índole.

Zarur está por cumplir sus dos años de castigo y sobre lo que le dice la gente en la calle precisaba en esa entrevista: "La gente sabe que yo fui un chivo expiatorio".

Después del interrogatorio en Suiza con los miembros de la Comisión Disciplinaria, al doctor Zarur no le quedó duda: "La FIFA quería castigar a México".

Admite que "ese era el temor de la delegación. El temor no era que a Alberto de la Torre lo castigaran, o a Serrano o a mí. El temor era que México no fuera al mundial".

Nicolás Zarur Mina dice que en la FIFA fueron tratados "como delincuentes" y aclara que "la gente no se imagina lo difícil que fue. Fue un trato de FIFA. Yo llegué y me dijeron: 'Lo felicitamos. Usted es uno de los mejores médicos y bla, bla, bla'. Y de repente, el tipo este (el presidente) golpea la mesa y grita: '¿Por qué nos engañó, por qué fue cómplice de que jugaran dopados?'. Perdóneme, señor, yo ya di mi explicación. Y de repente daba otro madrazo más fuerte: 'Es usted un mentiroso. Ya pasó el licenciado De la Torre y nos dijo la verdad'. Pues no sé cuál verdad, porque la que les digo es la única. Como nos metieron separados, nos querían encontrar un error".

Cada uno hizo su declaración individual y luego les dieron copias de las declaraciones de los demás. "Ahí me di cuenta de cómo hay maricones...", lamenta Zarur.

Seguro de que "me tendrán que reivindicar mi imagen", el doctor Zarur puso su cabeza sobre la guillotina para que la FIFA le aplicara el castigo de dos años que está por librar.

Dice finalmente muy seguro: "Sé que mi imagen me la va a reivindicar alguien. Me la tendrán que reivindicar periodistas, Televisa, TV Azteca, alguien. ¿Cuándo? Creo que van a dejar que se enfríe algo. Pero estoy seguro que me la van a reivindicar. Me la tienen qué".

Y así fue: Nicolás Zarur (todavía suspendido por la FIFA) fue parte del equipo de Televisa Deportes en la Copa del Mundo de Alemania 2006, actuando como analista médico de las lesiones que se iban presentando en los encuentros. Es la primera vez en su historia que Televisa lleva a un médico a hacer esa labor.

(Mañana, tercera parte, la FIFA sigue observando)