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La locura invade a Atenas

Una postal del centro de Atenas, a horas del partido EFE

ATENAS -- Los comerciantes atenienses están haciendo su agosto con la final de la UEFA Champions League entre el Liverpool y el Milán que se disputa hoy mientras que las últimas entrada en la reventa, muchas de ellas falsas, pueden llegar a la astronómica cifra de 9.000 euros.

En las afueras del estadio olímpico de Atenas OAKA un aficionado griego se pasea con un cartel al cuello en el que se puede leer en inglés "vendo billetes" para la final.

Él es sólo uno más de las decenas de personas, griegos y extranjeros, que esperan hacerse de oro con las ansias ajenas de ver a su equipo alzarse con el máximo título continental.

El precio máximo oficial de una entrada era de 200 euros, que contrasta con los entre 1.500 y 9.000 euros que se llegan a pagar en el mercado negro, pese a la amenaza de las multas, que no logran disuadir a los vendedores dado el alto beneficio que obtiene.

Un británico de 28 años ha sido detenido por tratar de estafar 58.000 euros a ciudadanos italianos de un viaje organizado por 50 entradas falsas, informaron fuentes policiales.

Otros dos franceses también han sido detenido cuando intentaban vender a aficionados británicos dos entradas falsas al precio de 1.200 euros por cada una.

Ahí no acaba la cosa, la UEFA denunció hoy en Atenas que la pasada noche varios individuos irrumpieron en una habitación de un hotel ateniense y robaron 43 billetes nominales destinados a personalidades, según la misma fuente.

También se ha creado un problema con los algunos billetes entregados por la UEFA ya que la compañía que los fabricó ha avisado desde Gran Bretaña que un millar de billetes son falsos y que habrán en el estadio unas 40 máquinas de rayos láser para comprobar su autenticidad, informó la emisora privada ateniense "9.89".

En el entorno del estadio OAKA, que puede acomodar a 63.000 espectadores, desde primera hora de la mañana luchan por hacerse un hueco aficionados de ambos equipos y vendedores de camisetas, gorros, bufandas y otros elementos de ambos equipos.

También comienzan a instalarse los puestos ambulantes de comida, "perritos calientes", bocadillos y refrescos a una distancia respetable del estadio debido a que a partir de las cinco de la mañana los miles de policías que están apostados en los entornos han cortado la circulación.

Las instrucciones de las autoridades es que nadie se aproxime a las puertas del estadio sin tener entradas y los bolsos de los espectadores pasarán un control visual de los agentes.

Kim, aficionada del Liverpool, declara al periódico ateniense "Elefteros Typos" que le habían pedido 9.000 euros para una entrada al partido.

Los puntos de reunión de los 60.000 aficionados de ambos equipos que paulatinamente llegan a la ciudad están repartidos en un radio de unos cinco kilómetros desde la plaza central Sindagma.

Algunos aficionados italianos vestidos con camisetas rojas gritan "Forza Italia" y explican sus impresiones sobre su viaje a Atenas a la televisión griega.

Uno de los tres del grupo tiene una entrada, el resto ha venido a Atenas "para vivir el clima" y beben la bebida alcohólica más famosa: el "ouzo", una especie de anís que se sirve en las terrazas repartidas por el centro de la ciudad.

Los hinchas británicos prefiere la cerveza, que ingieren desde tempranas horas de la mañana y declaran que se sienten dichosos y "en casa".

Mientras, reservan puestos en las terrazas céntricas en las que se han montado grandes pantallas de televisión para transmitir el partido, que comenzará a las 21.45 hora local (18.45 GMT).

El aeropuerto internacional de Atenas recibe hoy el mayor número de vuelos, unos 913, superando el récord del día más activo de los Juegos Olímpicos en agosto de 2004, según informó el Servicio de la Aviación Civil.

Entre los personajes conocidos, se cuenta con la presencia del ex primer ministro italiano y actual presidente del AC Milan, Silvio Berlusconi, y se espera al primer ministro británico, Tony Blair, sin que su presencia haya sido confirmada.

Los hinchas de los dos equipos llegan al aeropuerto por entradas diferentes para que no se crucen con el fin de evitar altercados.

Unos 30 sindicalistas de la policía griega han puesto una pancarta en el aeropuerto internacional de Atenas, en el lugar donde llegan los hinchas italianos para exponer sus reivindicaciones económicas y laborales.

Otra pancarta reivindicativa fue alzado por otros sindicalistas en el estadio Panathinaiko, en el que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de los tiempos modernos en 1896, en avenidas que llevan al centro de la ciudad.

El vicepresidente de la Federación de Policías Griegos, Jristos Fotópulos, declaró a los medios de comunicación atenienses que su deseo es de manifestarse en forma pacífica y reafirmó que los policías en servicios (unos 15.000) "cumplirán con su deber".