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Tormentosa travesía

MÉXICO -- Vaya que ha sido un tormento para Hugo Sánchez ocupar la banca del Tri. Una verdadera y tormentosa travesía, que incluso se refleja en las marcadas ojeras que mostraba el domingo durante el partido entre México y Costa Rica.

Más allá de que los resultados han sido favorables, en el sentido de que ya está en semifinales, el Tri sufre y hace sufrir. Es casi una tortura ver cada partido y ver como se escapan una y otra vez oportunidades de lograr un esquema triunfador.

Son muchas las críticas que se escriben y se escuchan en los medios. Y aunque seguramente Hugo lo sabía, la forma en que ha jugado el Tri parece alimentar a esos detractores, especialmente a los que desean verlo fracasar por encima de todo.

La tarde del domingo me llamaba la atención observar a un Hugo con ojeras que reflejaban la tensión y el cansancio de intentar hacer de su sistema de juego un éxito. A pesar de que no le ha funcionado y ha logrado, sin proponérselo, desconcertar a los jugadores que no acaban de entenderse cómo deberían hacerlo para clarificar o mantener la pelota en sus botines.

Definitivamente Hugo tendrá que esforzarse -y mucho- para que los jugadores entiendan cuál es el sistema con el que busca triunfar, o bien, implementar otro que sí le funcione.

Porque sigue pareciendo, y muchos pensarán que a la mejor exagero, que hay jugadores que no quieren o no pueden dar el ancho, ni siquiera muestran el nivel que habitualmente tienen en sus equipos, como si apenas entregasen lo necesario para no perder y eso se refleja en la falta de entendimiento que muestran en el terreno. Y culpa de ello, hay que decirlo, es la estrategia.

Curiosamente el domingo los cambios funcionaron y se tradujeron en el gol de la victoria, y curiosamente también se trató de dos jugadores que, además de ser fundamentales en sus equipos, son afines plenamente a Hugo.

Cuauhtémoc Blanco y el Bofo Bautista hicieron lo que el grupo no pudo, pese a tener ventaja númerica desde el primer tiempo, en menos minutos y con mayor efectividad. Porque si bien mejoró el desempeño, la contundencia no es precisamente lo que está identificando a este equipo. Por eso sería importantre que, así como Blanco y Bautista entienden lo que deben hacer cada vez que saltan a la cancha, esto también ocurra con el resto del equipo.

El domingo Ricardo Osorio dio un buen partido, siempre Andrés Guardado le puso empeño y corazón, pero la verdad es que el grupo no mostró el hambre de gol que identificó a Hugo como jugador y que hoy no encuentra como resolver desde la banca.

Se habla de que los "problemitas" de vestidor están superados. Hugo se muestra conciliador y los jugadores un tanto displicentes, pero sobre todo se les ve desconcertados porque sería ingenuo pensar que esa falta de entendimiento y acople, no puede darse entre jugadores del nivel y jerarquía de este grupo. Hugo tiene que trabajar mucho en ello.

Es más, la mayoría forman parte de la selección de La Volpe, algo que también se le ha criticado a Hugo, como si sobrara material para escoger en nuestro fútbol o se les tuviera que dejar fuera por el hecho de haber sido parte de ese grupo. Eso ya quedó atrás y como declaró Hugo, deben y están los mejores.

Lo cierto es que conforme avanza su desempeño y aunque hoy el domingo parecieron mejorar un poco, más despiertan suspicacias de sí están rindiendo al máximo o si el esquema no es el adecuado, porque el resultado no convencen a nadie.

Hugo refleja esa preocupación y no es para menos, porque aún cuando ya están en semifinales en forma sufrida, y los números digan que es una buena estadística en torneos jugados en suelo norteamericano, casi nadie le perdonaría caer ante el sorprendente equipo de la Isla de Guadalupe, pese a que el 80% de sus jugadores militan en el fútbol europeo.

Semifinales de Copa Oro enfrente, con este grupo confundido y el reto de la Copa América podrían ser la continuación del "Via Crucis" o la encrucuijada para Hugo, de reconsiderar su sistema y con qué jugadores puede cristalizar, y considerar así especialmente a los que de verdad se quieran romper el alma por el equipo, más allá de sus trayectorias.

Se habla de darle tiempo al proceso. Es lo justo. Pero también es cierto que este proceso deberá darse a pasos agigantados porque a Hugo se le exigirá de más, ante la presión que ejerció sobre su antecesor y que muchos no le perdonan. Por otra parte, hay que decir que lo que estamos bviendo no nos gusta.

Y si Hugo tiene que adaptar su sistema, como tanto le aconsejan los miles de técnicos que en estos casos florecen, seguramente que lo hará porque la característica fundamental de un triunfador es tener visión a futuro y Hugo siempre ha encarado con acierto los retos.

La tormentosa travesía se dirige a Chicago y esperemos ver mejores resultados y que el adjetivo de "motivador" que siempre se le confiere a Hugo Sánchez, logre influenciar al grupo y que no siga rebasándolo un sistema que no es efectivo o con el mal ambiente que se vive al interior de la concentración.

Podemos estar o no de acuerdo, pero ya sea simpatía o antipatía lo que Hugo le despierte, creo que todos estamos de acuerdo en que este Tri nos ha quedado a deber... y mucho.

¡Es tiempo ya de que se pongan a jugar!

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