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México 1955, segunda escala

LA HISTORIA DE LOS JUEGOS
Esta nota es la segunda de una serie especial sobre la historia de los Juegos Panamericanos. De aquí al comienzo de los Juegos de Río 2007, se irán sumando otras notas regularmente.

* Buenos Aires 1951: El comienzo


BUENOS AIRES -- Todo Juego deja tras de sí su marca registrada. México 1955 fue una fiesta brillante tanto en lo deportivo como en el colorido de una multitud dispuesta al aplauso y aliento de propios o extraños, de "porras" para vencedores o vencidos sin distingos de nacionalidades, dando el verdadero valor a cada actuación. Así, el público mexicano demostró lo hermoso que es el deporte rodeado de tribunas festivas.

LOS ALOJAMIENTOS, LOS ESCENARIOS, LA ALTURA

Enclavada en el pintoresco paisaje del pedregal de San Angel, la majestuosa Ciudad Deportiva no sólo albergó a las delegaciones en sus edificios para departamentos, sino también brindó sus instalaciones para la realización de las competencias.

A su regreso, los representantes argentinos coincidieron en la siguiente apreciación: "Lo más grato a la observación del recién llegado fueron los estadios. Preciosos, algunos suntuosas, como el del básquetbol. En la misma condición estaban las piscinas y el Estadio Olímpico. Todo era limpio, prolijo, sobrio, en las habitaciones, en los comedores y en las salas especiales de entretenimientos".

En cuanto a la altura, el problema existió y los más de dos mil metros sobre el nivel del mal se hicieron sentir sin vueltas en las pruebas de esfuerzos prolongados. En cambio, como se esperaba, le dio una buena mano a las de velocidad.

DATOS COMPLEMENTARIOS
* Con el propósito de caracterizarlo con un tono auténticamente americano, el traslado del fuego no se produjo desde la milenaria Grecia, como sucedió en Buenos Aires, sino que arribo proveniente del Cerro de la Estrella. Ese lugar lo seleccionaron en virtud de ser allí el sitio elegido para renovar el fuego sagrado, coincidiendo con el nuevo siglo en el calendario azteca.

* Algunas organizaciones como Time-Life, la YMCA, los Jaycees, el Jewish Welfare y los Harlem Globetrotters ayudaron a reunir el dinero necesario para la organización, propia de años en los cuales no existían ni los sponsors ni la televisión.

* Para hacer la fiesta lo más popular posible se regalaron un millón y medio de entradas. De esa manera, pudieron asistir a los juegos personas de todas las clases sociales.

* Cuando las luces se apagaron súbitamente durante la ceremonia inaugural, los espectadores convirtieron los papeles de periódicos en improvisadas antorchas, cuyas danzantes lenguas de fuego iluminaron caprichosamente el gigantesco estadio, creando un impactante espectáculo visual.

* Cinco países debutaron en los Juegos y tres presentes en Buenos Aires faltaron a la cita. Antillas Holandesas, Bahamas, Canadá, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay participaron por primera vez, mientras los ausentes fueron Haití, Nicaragua y Perú.

* El nado sincronizado se incorporó al programa. En atletismo se sumó los 60m femeninos y no se realizaron los 20km ni los 50km de marcha. En natación hizo su aparición el estilo mariposa: 100m, femeninos y 200m, masculinos. En ciclismo, no se corrió los 4.000m contrarreloj.

* Se distribuyeron 444 medallas, 150 de oro. Estados Unidos se quedó con 88; Argentina, 27; México 17; Chile y Canadá, 4; Venezuela, Brasil y Colombia, 2; Cuba, Panamá, Guatemala y Republica Dominicana, 1.

* En la reunión del Comité Deportivo Panamericano creado en 1940 y presidido por el mexicano José de Jesús Clark Flores, se resolvió reemplazar ese comité por la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) y designar como primer presidente al estadounidense Douglas F. Roby.

* Tenía 15 años y seis meses. En los courts, su juego se caracterizo por un notable revés y un poderoso servicio. La llamaban Esterzinha. Eliminó a la argentina Mary Terán de Weiss, oro en Buenos Aires, pero quedó en el cuarto lugar, llorando por no poder subir al podio. Cuatro años después era campeona de singles en Wimbledon y del US Open. En Wimbledon, volvió a ganar en 1960 y 1964, En el US Open, en 1963, 1964 y 1966. Obtuvo 65 títulos individuales, 75 dobles femeninos y 15 doble mixtos. Fue la primera mujer en triunfar en los cuatro torneos del Grand Slam en un mismo año, sólo igualado por Martina Navratilova. Esa niña era la brasileña María Esther Bueno, una de las notables del tenis mundial femenino.

* El destacado sprinter cubano Rafael Fortún Chacón intentó revalidar sus notables actuaciones de 1951. Tenía 36 años y sólo su enorme espíritu competitivo le permitió representar a su país. Estaba enfermo y con poca preparación. Las semifinales y la final de los 100m se hicieron la misma tarde. Finalizó quinto, con 10s6 y podemos decirle: honor al vencido.

PARA TODOS LOS GUSTOS

Cuando existen numerosas labores excepcionales resulta complicado elegir la gran figura de unos Juegos. En esta ocasión el gusto personal deberá elegir de un trío conformado por el mexicano Joaquín Capilla Pérez, el brasileño Adhemar Ferreira da Silva y el estadounidense Louis Jones, aunque también pueden surgir otras opciones para aquellos amantes de los distintos deportes.

LLUVIA DE RECORDS EN EL ATLETISMO

Dos marcas mundiales, a las cuales se sumaron otras 22 panamericanas, quedaron atrás. Respecto de estos últimos, no fueron superados los de 3.000m, con obstáculos, ls 5.000m, 10.000m y la maratón, producto de la comentada poca densidad atmosférica existente que en el atletismo tuvo enorme influencia.

ADHEMAR FERREIRA DA SILVA

El Canguro brasileño reeditó sus éxitos de Buenos Aires y de los Juegos Olímpicos de Helsinki. Pero esta vez su salto en triple fue fabuloso y le permitió mejorar en 33 centímetros el récord mundial del soviético Leonid Schervakov. Esos maravillosos 16,56m se mantuvieron como tope panamericano hasta Cali 1971.

LOUIS JONES

Este estadounidense explotó en los 400m. Cayó exhausto al cruzar la meta después de una lucha palmo a palmo con su compatriota James Lea. Cuando Jones recuperó sus energías, advirtió que el esfuerzo había valido la pena. Sus 45s4 habían destronado la marca mundial del jamaiquino George Vicent Rhoden obtenida en 1950. Recién 22 años después, en Winnipeg, ese record panamericano pudo ser superado.

PARRY O'BRIAN Y RAFER JOHNSON

O´Brian se constituyó en una atracción. Poseedor del récord mundial del lanzamiento de bala y del oro en Helsinki, llegó precedido por la fama de su revolucionaria manera de ejecutar los tiros, que cambió el estilo utilizado hasta entonces. Se situaba de espaldas en el circulo, giraba 180 grados y despedía a gran velocidad la bala. Por supuesto, ganó con registro de los Juegos.

Rafer Johnson demostró unas condiciones superlativas para el decatlón. Pero la altura le impidió obtener el resultado esperado. Totalizó 6.994 puntos y unos meses después, precisamente en junio, alcanzaba el tope mundial con 7.768 hasta elevarlo a 8.683 y convertirse en una de las figuras prominentes de los Juegos Olímpicos de Roma 1960.

OSVALDO SUAREZ

El argentino Osvaldo Suárez cumplió 21 años el día de su triunfo en los 10.000m. Era el sueño del pibe hecho realidad y por partida doble, pues dos días después saboreaba la victoria en los 5.000m, Inició así su sensacional campaña internacional, sobresaliendo en ella los tres éxitos consecutivos en la tradicional y famosa Corrida de San Silvestre, organizada los 31 de diciembre por la Gazzetta Sportiva de San Pablo.

REPETICIONES, DOBLETES Y UN TRIPLETE

Tomando como referencia los dos Juegos hubo dos repeticiones de oro. Una, la del pastor protestante estadounidense Bob Richards, en garrocha; la otra, la de la chilena Eliana Gaete, en 80m, con vallas.

Los dobletes en tierra mexicana, además del de Osvaldo Suárez, los consiguieron Lou Jones, en 400m y la posta 4x400, y Bárbara Jones, en 100m y la posta 4x100.

El único triplete estuvo a cargo del rey de la velocidad Rodney Richard, con sus victorias en 100, 200 y la posta 4x100.

LOS EXITOS LATINOAMERICANOS

El guatemalteco Doroteo Flores fijó un hito deportivo en su país, al imponerse en la maratón, aventajando por tres minutos al local Onesimo Rodríguez. El podio lo complemento otro guatemalteco, Luis Velásquez. La cubana Bertha Díaz ganó los 60m. El chileno Guillermo Solá, se impuso en los 3.000, con obstáculos, y el cuadro de honor lo complementaron los argentinos Juan Miranda, en 1.500, e Ingeborg Pfüller, en disco.

JOAQUIN CAPILLA PEREZ

En su casa, a los 25 años, el fundador de la tradición grande de los clavaditas mexicanos, se despidió de los Panamericanos con labores de excepcional calidad. Como en Buenos Aires 1951, Joaquín Capilla Pérez conquistó los oros de plataforma y trampolín. Fino, elegante, poseedor de una técnica admirable, sus saltos quedaron como permanente ejemplo para quienes lo siguieron y hoy lleva su nombre la fosa de clavados del Centro Olímpico Mexicano.

PATRICIA MCCORMICK

A la par de Capilla Pérez, la secretaria y bella estadounidense embelesó con sus saltos y al igual que él se despidió de los Panamericanos sumando otros dos oros para hacer un total de cuatro, como sucedió también en los Juegos Olímpicos.

BUENAS PRESENCIAS EN NATACION

Los estadounidenses dominaron en varones. Clarke Sholes, oro en Helsinki 1952, con récord olímpico, se lució en 100, libre, y en la posta 4x100, medley. El veterano James MacLane, oro, en 1.500, libre, y plata en 400, libre, en Londres 1948, reverdeció sus laureles en esas distancias. Frank McKinney se destacó en 100m, espalda, y en la posta 4x100, cuatro estilos, anunciando un futuro promisorio.

Héctor Domínguez Nimo, el mejor pechista argentino de todos los tiempos, y el mexicano Eulalio Ríos quebraron esa hegemonía. Dominguez Nimo repitió su triunfo de 1951 y Ríos, escoltado por su compatriota Walter Ocampo, quedó en la historia panamericana como el primer vencedor en 200m, mariposa.

En las mujeres, se dividieron las ocho preseas de oro entre las estadounidenses y las canadienses por partes iguales. Entre estas últimas sobresalió Beth Whittall por sus éxitos en diferentes estilos y distancias: 400, libre, y 100, mariposa.

LOS BOXEADORES LATINOAMERICANOS

Las categorías de (71kg) y (75kg) se agregaron al programa haciendo un total de diez. Los argentinos, ganadores de las ocho en 1951, vieron reducidas sus conquistas a cuatro. Las de Osvaldo Cañete (57kg), de Miguel A. Péndola (60), de Juan Carlos Rivero (63,5kg) y de Alexis Pablo Miteff, quien posteriormente tuvo una buena campaña profesional.

El mexicano Hilario Correa (51kg), el venezolano Salvador Enriquez (54kg) y el brasileño Luiz Ignacio (81kg) completaron el cuadro latinoamericano. Los otros tres títulos fueron para estadounidenses.

DIMICHELLI, HOYOS Y BATIZ

Un trío excepcional le dio realce al ciclismo. El venezolano Antonio DiMichelli provocó admiración en el kilómetro contra reloj con 1m09s8, un récord que duró varios años en el ámbito panamericano. No menos brillante fueron la actuaciones del velocista argentino Jorge Bátíz, dos veces subcampeón mundial, y el colombiano Ramón Hoyos, quien se impuso en la prueba de ruta, que fue durísima por la altura, tardando más de cuatro horas para cubrir los 175km.

EL GRAN SHOW DE LOS FORZUDOS

Los pesistas estadounidenses brindaron un espectáculo superlativo. Cuatro de ellos poseían el récord del mundo y eran campeones mundiales: Norbert Schmanski (más de 90kg), Tommy Kono (82,5kg), Peter George (75kg) y Dave Sheppard (90k). Kono y George, además eran campeones olímpicos. Charles Vicent (56kg) y Joseph Pitman (67,5kg) completaron el sexteto de ese país.

En medio de ese festival, se produjo un hecho histórico para Panamá. Carlos Chávez (60kg) obtuvo la primera de las dos medallas de oro que hasta ahora obtuvo su país en total.

LOS FUTBOLISTAS ARGENTINOS

Eran amateurs y con el tiempo fueron grandes figuras del fútbol profesional. Maschio, Sanfilippo, Menéndez, Yudica, Anido y Claría fueron los líderes del plantel argentino que, dirigido por Ernesto Duchini, ganó invicto el cuadrangular por puntos a dos ruedas. México finalizó segundo y fue el único que le quitó un punto; tercero, Antillas Holandesas, y cuarto, Venezuela.

ENRIQUE DIAZ SAENZ VALIENTE

Conocido en la Argentina como Patoruzú, era un eximio tirador y un avezado piloto de automovilismo. Díaz Saénz Valiente obtuvo el oro en siluetas olímpicas, estableciendo un nuevo record mundial, con 589 puntos sobre 600 posibles y la de plata por equipo.

Sus compatriotas Ramón Hagen, en fusil de guerra 3x20, y Pedro Armedía, en carabina alto poder 3x40, subieron al lugar más alto del podio. Lo mismo sucedió con el mexicano Felipe Vilmorín, en tiro al ciervo individual y con el equipo de esa especialidad, al igual que el equipo chileno de fusil de guerra 3 x 20.

HECHOS INOVIDABLES

El voleibol dejó huellas imborrables. La capacidad del estadio desbordó para presenciar la coronación del seleccionado femenino y la definición del torneo masculino. Más de tres mil personas no pudieron ingresar.

Las mujeres finalizaron su campaña invictas y la final de varones, entre Estados Unidos y México fue sensacional y dramática. Los estadounidenses se quedaron con el título en un partido con parciales infartantes: 12-15, 16-14, 16-18, 15-12 y 17-15.

En tenis, excepto en singles caballeros, todo perteneció a los mexicanos. Rosa María Reyes superó a Yolanda Ramírez en singles y las dos vencieron en dobles. Yolanda Ramírez y Gustavo Palafox lo hicieron en el dobles mixtos, mientras que Gustavo Llamas y Gustavo Palafox se consagraron en dobles masculino.

José Pérez Mier, en individual y, junto con Daniel Romero y Arturo Ahumada, en equipos, fue el artífice de los dos oros en pentatlón moderno. El jinete Roberto Vinals, con Acapulco, triunfo en saltos y formó parte del equipo que venció en esa modalidad. El esgrimista Antonio Haro festejó en sable y, cierra está cronología, la victoria del gimnasta Francisco J. Alvarez en el desaparecido ejercicio con clavas.

UNA PROEZA SIN ORO PARA ARGENTINA

El seleccionado de básquetbol realizó la hazaña ser el primero en vencer a uno de los Estados Unidos en Juegos que se realizan bajo el ejido del Comité Olímpico Internacional. Con un tiro libre convertido en el segundo final por Roberto Viau ganó por 54 a 53.

Pero, cuando parecía que el oro iba a ser suyo perdió con Brasil por 61 a 57 y se produjo un triple empate en el primer lugar. El desempate se hizo por la diferencia de puntos a favor y en contra. Esto determinó la medalla de oro para Estados Unidos, la de plata para Argentina y la de bronce para Brasil.

La Argentina vio reducidas las codiciadas preseas de 68 a 27 respecto de Buenos Aires. Además de los oros mencionados, se debe sumar los de los luchadores Omar Blebel, León Genouth, Manuel Varela y Alberto Longarella. La del esgrimista Raúl Martínea, en espada, la de waterpolo y cuatro de remo con el dos largos sin timonel (Jorge Glusman y Eduardo Glusman), el dos largos con timonel (Osvaldo Allegretti,, Ricardo Bratachi y Juan Vega), el cuatro largos con timonel (Jorge Schneider, Alfredo Czerner, Emilio Czerner, Juan Ecker y Emilio Santos) y el cuatro remos largos sin timonel (Rubén Cosenttini, Guido Mazzotta, Juan CarlosGómez y Luis Pecchenino).

CAE EL TELON

La República Dominicana vivió su momento de gloria con el béisbol, su deporte favorito. El plantel estuvo integrado, entre otros, por Felipe Alou y Julián Javier, quienes luego fueron jugadores estrellas del béisbol de las Grandes Ligas estadounidenses.

Y como despedida recordamos a Héctor Clavel, representante de Chile, un país con tradición de excelente jinetes, que se laureó en adiestramiento.

Hasta otra oportunidad, México 1955.

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