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En busca del equilibrio perfecto

LAS VEGAS -- El Team USA iba atrás por tres puntos al final del tiempo suplementario y consiguió el balón para empatar.

Primero, Kobe Bryant recibió un pase en la línea y saltó, pero al hacerlo no pudo alinear su cuerpo correctamente con el aro y no resultó.

Tras un rebote ofensivo, se lanzó el balón a Carmelo Anthony para este último se lo de a J. Y de nuevo, no resultó.

El oponente del equipo estadounidense, un plantel que cuenta con jóvenes jugadores de la NBA, se encontraba sereno para conseguir una victoria angustiante mientras que Al Jefferson agarró el rebote, le cometieron una falta y se dirigió hacia la línea cuando faltaban 1.5 segundos, tan sólo necesitaba un tiro libre para obtener la victoria. Pero después de fallar en el primer intento, los entrenadores le ordenaron que fallara intencionalmente el segundo, eliminando así la posibilidad de un partido a cuatro puntos cuando sonó el timbre.

Jefferson cumplió con su orden, y cuando el balón cayó desde el borde del aro y la consiguió Anthony, cuatro jugadores --entre ellos Anthony--pidieron un tiempo muerto.

Anthony volvió a gritarlo desesperadamente, sólo consiguiendo la mirada del réferi expresando: "es una broma" (en el reglamento internacional sólo los entrenadores pueden pedirlos, y sólo cuando la pelota no está en juego). Los últimos 1.5 segundos pasaron, y ocurrió algo que no se esperaba: el Team USA perdió, y con una mala performance.

Realmente, pareció una comedia de enredos, con los jugadores sin saber si debían pasa o lanzar. Demostraron no tener rapidez al atacar a una zona defensiva apretada de 2-3 en la que un defensor extra se ubicó exactamente en el medio tapando toda jugada y frustrando todas las oportunidades de penetración que los estadounidenses siempre dan por sentado.

Esa fue la escena que vieron del sábado por la tarde en el campo de entrenamiento del equipo USA, demostrando lo diferente que puede ser jugar al básquetbol bajo el reglamento internacional. Mostrando o no a los estadounidenses los errores tácticos y mentales que cometieron, de alguna manera era como mirar otra vez la última semifinal en la que cayeron ante Grecia. Todo lo que podía llegar a salir mal, salió mal, y el resultado fue algo que nadie pensó que fuera a ser posible -- la derrota de la selección estadounidense, no porque le falte talento, sino por errores de ejecución y un cuestionable manejo del equipo por parte del entrenador en un intento por terminar con la racha de de ocho años sin la medalla de oro (en las competencias mundiales más importantes) mientras que los Juegos Olímpicos de Beijing se aproximan el próximo verano.

"Se hacen muchas jugadas, y el plan de la jugada no incluía a todo el grupo en ese momento", explicó el entrenador, Mike Krzyzewski, un poco avergonzado tras la derrota de la selección B.

Krzyzewski dijo que pudo haber sumado un lanzador cuando necesitaba los puntos para empate, dejando de lado el resultado del equipo de prueba, quería que sus tres jugadores claves intenten una definición propia al final del partido.

"LeBron James y Carmelo jugaron juntos el año pasado, pero Kobe no. La idea ahora es que se integren los tres".

Krzyzewski se decidió por tres titulares hasta el momento: Bryant, James y Anthony, para combinarlos con diferentes armadores y centros mientras se juega el torneo de Americas durante la semana y media siguiente.

Los que no saben se preguntarán: ¿Cómo es posible que pierdan cuando cuentan con tres jugadores de ese calibre? Y los que sí saben responderán: "Son tres jugadores en el mismo momento sobre el campo de juego que, no importa lo buenos que puedan ser, todos necesitan tener el balón para poder demostrar lo que pueden hacer. No será fácil lograr eso".

Eso será así en Las vegas durante este verano y dentro de un año viene Beijing, en donde en algún momento se verá si es que Krzyzewski puede convencer a alguno de esos jugadores que dejen de lado su ego por el bien del equipo y se sienten en el banco para que otro lanzador, u otro hombre grande pueda entrar en un momento crucial. Pero al menos durante los próximos 12 días, la curva de aprendizaje no será demasiado profunda para los americanos, quienes deberían atravesar el Preolímpico sin sobresaltos para asegura uno de los dos puestos disponibles para Beijing.

El gran día será el primero de septiembre, cuando los estadounidenses jueguen el partido de la semifinal, posiblemente ante Brasil, Argentina, Puerto Rico o Canadá – para poder conseguir un lugar en los Juegos Olímpicos. El partido del dos de septiembre para la medalla de oro prácticamente no tiene importancia.

Aunque Brasil llega con un roster importante que incluye a los jugadores de la NBA, Nene y Leandro Barbosa, Argentina, el campeón olímpico sólo cuenta con dos jugadores de la NBA, Luis Scola y Carlos Delfino, y tendrá dificultades para conseguir uno de los dos puestos olímpicos. Puerto Rico siempre cuenta con un plantel sólido (venció a Estados Unidos en Atenas), pero ninguno de estos equipos debería ser capaz de estar al nivel del estadunidense.

Pero, otra vez, nunca olvides que las cosas más extrañas ocurren en el básquetbol internacional, y nunca hay nada seguro. Si los lanzamientos no caen, si la cortina y desmarque del oponente tardan, si los nervios sacan lo mejor de ellos cuando están perdiendo, los estadounidenses pueden perder. Ya ocurrió tres veces en el World Championship del 2002, otras tres veces en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, y una vez el verano pasado en Japón cuando la selección de Estados Unidos fue superada por la de Grecia, lo que le quitó la posibilidad a Estados Unidos de enfrentar a España en el partido por la medalla de oro y obtener automáticamente un puesto para Beijing.

El roster ha variado un poco después de un año, con Jason Kidd, Chauncey Billups y Deron Williams en lugar de los armadores Kirk Hinrich y Chris Paul, el jugador grande Amare Stoudemire sustituyendo a Chris Bosh, Shane Battier es reemplazado por pequeño titular alero, James, y los jugadores de reserva: Antawn Jamison, Joe Johnson y Brad Miller por varias razones en lugar de Mike Miller, Michael Redd, Tyson Chandler y Tayshaun Prince.

Krzykewski por lo general preferirá ir con los más pequeños, con Anthony como alero fuerte y alternando a Stoudemire y Dwight Howard en el centro.

"Si todo sale bien aquí, y en Beijing al enfrentar a algunos equipos europeos que prefieren a los jugadores grandes, tendremos que pensar en otras alternativas", dijo Krzyzewski, quién se negó a incorporar jugadores grandes al enfrentar a Grecia y en Japón, y esa fue la causa más importante de la caída de Estados Unidos en la semifinal.

"En el torneo Américas, Brasil tendrá jugadores grandes, pero la mayoría de los equipos no contarán con ellos. Y en los Juegos Olímpicos, El equipo que quede elegido tendrá que incluir a los grandes", afirmó Krzyzewski.

Krzyzewski, el director de equipo Jerry Colangelo y los jugadores que fueron a Japón parecen haber aprendido la lección tras lo ocurrido el año pasado, y aceptan cualquier cambio en cuanto a las cuestiones más problemáticas.

Los equipos contrarios se amontonaron en su defensiva al enfrentar al Team USA y desafiaron a un equipo que tan sólo contaba con lanzadores, lo que fue un gran problema. La solución era incorporar a Redd y a Miller, dos jugadores capaces de ejecutar jugadas de atrapa y lanzar claves para el básquetbol internacional.

Tony Ronzone de los Detroit Pistons se sumó como el nuevo scout y la liga de básquetbol reconoció que la familiaridad que Rozone tiene con las tendencias individuales de los jugadores extranjeros sería mucho más valiosa en comparación con el viejo scout Rudy Tomjanovich, quien utilizaba un enfoque más táctico. La liga de básquetbol de USA incluso llegó a contratar a un árbitro de la FIBA, el mismo que miró desorientado a Anthony en el partido del sábado.

Esa derrota también fue un llamado de atención para Bryant, quien inmediatamente después del partido se fue a practicar saltos para atrapar el balón con James durante 20 minutos.

"Si los equipos van a jugar con defensivas tan cerradas, deberemos ver la manera de conseguir los lanzamientos", dijo Bryant "algunos de los nuestros son capaces de hacer esas jugadas, el resto de nosotros, -- Lebron, Carmelo y yo -- no estamos acostumbrados a hacerlo. Así que tendremos que adaptarnos a ese estilo de juego".

Durante los próximos 11 días, lo harán, y hay un 99 por ciento de posibilidades de que consigan una medalla de oro y un puesto olímpico en Vegas.

Y dentro de un año, cuando su nivel competitivo sea diez veces más alto, será cuestión de ver si el Team USA entendió las diferencias entre el básquetbol de la FIBA y el de la NBA y pudo implementar los cambios necesarios.

A juzgar por este torneo el equipo aún no lo logró.

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