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Texas maltrata a Sosa

SANTO DOMINGO -- Los Rangers de Texas le están haciendo una muy mala jugada al jardinero dominicano Sammy Sosa.

Todo el mundo sabe que Sosa recibió una oportunidad única con los Rangers luego de quedarse fuera la temporada del 2006, un año después de haber fracasado con los Orioles de Baltimore (.221-14-45).

Sosa firmó un contrato de liga menor, con opción a ganar un puesto en los entrenamientos de primavera por apenas US$500 mil.

Sosa ganó el puesto en la primavera, mostrando que todavía quedaba gasolina en su cuerpo y que podía aportar a la causa de Texas.

Ese contrato estaba lleno de incentivos que podían llevar al dominicano, quien ha sido usado primordialmente como bateador designado, a ganar hasta US$2.1 millones por bonificaciones.

Hasta el momento, Sosa ha ganado US$1.05 millón por concepto de esas bonificaciones, más su medio millón de dólares garantizado.

Sosa ha ganado ese dinero en base a su producción, que no solo lo vio convertirse en apenas el quinto pelotero en la historia con 600 ó más cuadrangulares sino que también ha sido el jugador más productivo de los Rangers.

Es cierto que Texas está totalmente descartado este año, pero eso no se le puede atribuir a Sosa, que ha disparado 17 cuadrangulares y tiene 75 empujadas en la temporada, líder en ambas categorías del conjunto.

Desde hace alrededor de un mes, y poco después de haber superado la cifra de los 600 cuadrangulares, el tiempo de juego de Sosa desapareció.

La explicación oficial es que hay que darle tiempo de juego a los prospectos, tomando en consideración que hay que pensar en el futuro.

Sin embargo, detrás de bastidores se habla de otra razón, muy mezquina, sobre el por qué Sosa no está jugando: sus bonos.

El domingo Sosa activó su más reciente bonificación de US$200,000 por haber alcanzado 400 apariciones al plato. Y de llegar a 450 apariciones (turnos al bate + transferencias) recibiría US$250,000 o lo que es igual a la totalidad de lo que se había pautado en su contrato.

No sé realmente la necesidad de un equipo de ahorrarse hasta el último centavo a expensas de mancillar la temporada de un hombre que ha demostrado que tiene condiciones para estar en el terreno de juego.

No sé si Sammy Sosa recibirá otra oportunidad para seguir jugando en el 2008, tal y como él mismo ha profesado que quiere.

No sé si habrá algún equipo interesado en los servicios de un jardinero y/o bateador designado de 39 años (edad que tendría Sosa al comenzar la temporada del 2008).

Lo que sí sé es que Texas no se ha portado bien con el pelotero que de la nada, salió como el líder ofensivo de la escuadra, por encima incluso de Mark Teixeira, antes de ser cambiado a los Bravos de Atlanta para la fecha límite del 31 de julio.

El béisbol es un negocio y eso lo sabemos todos… pero hasta qué punto.

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