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Los puntos finos

BRISTOL -- Los Minnesota Vikings despejaron en cuarta oportunidad, pateando el balón a las manos de Devin Hester, de los Chicago Bears, el especialista en devoluciones más peligroso en la historia de la NFL, y él les pagó el favor regresando la patada 89 yardas hasta las diagonales. Los expertos se quedaron asombrados en todos lados, preguntándose: "¿Para que patean el balón a Hester, en lugar de patearlo afuera del campo?" Pero este columnista se pregunta: ¿Para qué patear el balón a quien sea, en lugar de patear el balón hacia afuera del campo?

Hester ha recibido 67 patadas de despeje en su breve carrera profesional, regresando 5 de ellas hasta la zona de anotación, un porcentaje increíble. Sin embrago, el estelar de los Bears no es el único especialista en devoluciones peligroso en la NFL. En lo que va de la temporada, los Cardinals patearon el balón a Yamon Figurs de Baltimore, quien lo regresó 75 yardas hasta la anotación. Los Steelers despejaron en dirección a Steve Breaston de los Cardinals, quien anotó en el regreso 73 yardas. Los Cowboys despejaron hacia Dante Hall, quien también encontró las diagonales tras una devolución de 85 yardas. Denver despejó el balón para Roscoe Parrish de los Bills, y este anotó en devolución de 75 yarda. Esos son sólo algunos de los casos en lo que va del 2007.

Como en las patadas de salida los equipos son penalizados si el balón sale por las líneas de banda, realmente no les queda otra opción que exponerse a un largo regreso para anotación. Sin embargo, las patadas de despeje son otro asunto: el balón es colocado en el punto donde el balón abandona el terreno de juego. El año pasado, la patada de despeje promedio en la NFL viajó 43.2 yardas, mientras que la devolución promedió fue de 8.7 yardas, por lo que el promedio neto fue de 34.5 yardas. Un despeje angulado, dirigido hacia las líneas laterales, recorrerá menos distancia neta que un despeje por el medio, pero este columnista sospecha que, si los pateadores de despeje practican sacar el balón de modo deliberado, pueden promediar unas 32 a 35 yardas por patada, lo que es más o menos equivalente al promedio neto del 2006.

Así que, en esencia, los equipos que despejasen hacia las líneas laterales estarían concediendo más o menos la misma posición de campo que en situaciones normales, sin arriesgarse a que el especialista en regresos del otro equipo anote en la devolución. En lo que va de la temporada, ya se han anotado 6 touchdowns en regresos de patada de despeje.

Quizá si los equipos se acostumbraran a siempre despejar hacia afuera, la NFL cambiaría las reglas para convertirlo en motivo de castigo (como sucede ahora con las patadas de despeje). Pero mientras tanto, es incomprensible que los equipos no apunten más a menudo las patadas de despeje hacia el barril de Gatorade.

Ahora vamos con los puntos finos de la semana:

  • Jugada dulce de la semana: New Orleans tomó ventaja rápida de 21-0 sobre Seattle --en camino a su primera victoria-- cuando Drew Brees realizó engaño de carrera por el centro, para luego entregar el balón al receptor abierto Lance Moore, quien corría una reversible. En la primera jugada del encuentro, los Saints habían fintado la reversible entregando el balón al corredor interior. A este columnista le agradan las jugadas que son producto de la preparación previa por otra jugada dentro del mismo juego.

  • Jugada amarga de la semana Nº 1: Hester estaba bajo una cobertura sencilla cuando recibió el largo pase que terminó como touchdown de 81 yardas, rebasando con facilidad al DB Dwight Smith, pero eso no fue lo amargo. El juego estaba Minnesota 31, Chicago 24, con los Bears en su propia yarda 19 y con sólo 1:49 por jugar. Es decir, los Vikingos sabían que Chicago estaba obligado a lanzar profundo, y aún así, Hester sólo llevaba cobertura sencilla.

  • Jugada amarga de la semana Nº 2: En su primera posesión del juego, New England movió el balón por todo el campo, como si la defensiva de Dallas no hubiera estado allí. Al llegar a la yarda 6 de los Cowboys, los Patriots mandaron a Randy Moss en una ruta rápida de escuadra adentro. Dos jugadores defensivos de Dallas estaban en el área, aunque ninguno hizo nada, mientras observaban anotar a Moss.

  • Mucho cuidado con éstos: Mientras todos estamos ocupados hablando de los Patriots y Colts, los Jacksonville Jaguars calladamente van 4-1, y superaron a Houston en yardas por tierra por 183 el partido pasado. Jacksonville sólo está permitiendo 12 puntos por juego, la segunda cantidad más baja en la liga. Pittsburgh calladamente va 4-1 y sólo está permitiendo 10 puntos por juego, la menor cantidad en la NFL.

  • Decisión del coach amarga de la semana: Abajo por 38-24, Dallas tenía tercera y gol en la yarda 5 de New England, con 10 minutos por jugar. Los Cowboys lanzaron pase incompleto; Wade Phillips mandó a la unidad de gol de campo, y el partido estaba finiquitado. Ir por el gol de campo en ese momento era ridículo, en contra de un equipo que estaba arriba por dos anotaciones y que estaba moviendo el balón a voluntad. Dallas necesitaba 2 touchdowns y, a sólo 5 yardas de las diagonales, ni siquiera lo intentó.

    Ya no hace falta mencionar que New England tomó el balón luego de la patada de salida, recorrió la totalidad del campo, y anotó el gol de campo que selló el encuentro, 41-27.

    No puedes dejar de sentir que Phillips se dio por vencido, pero la verdadera decisión amarga fue el pase en tercera oportunidad. Dallas ya debían haberse hecho a la idea de que se la jugarían en cuarta oportunidad, y un acarreo en tercera, de no anotar, podría haber acercado el balón para una mejor cuarta oportunidad. Los Cowboys promediaron 6.5 yardas por acarreo en el encuentro, así que las probabilidades estaban a su favor. Si temes correr el balón en la yarda 5, en tu propio estadio, no vas a llegar muy lejos en playoffs.

  • ¿Qué estaban pensando?: Abajo por 28-10 ante New Orlean, con 12 minutos por jugar y el balón en la yarda 40 de los Saints, el entrenador en jefe de Seattle, Mike Holmgren, mandó despejar. ¿Qué importa que fuera cuarta oportunidad y 11 por avanzar? ¡Estás abajo por tres anotaciones y estás en el último cuarto! ¡Estás en territorio enemigo! Este columnista siempre ha notado que el equipo que despeja en territorio enemigo en el último cuarto, generalmente asegura la derrota.

  • Es mejor correr el balón y perder, que no haber corrido para nada: Abajo por 16-9, los Jets enfrentaban cuarta y 1 en la yarda 4 de Philadelphia, con 3:32 por jugar: pase incompleto, y los Eagles escaparían con una victoria de visitantes. No sólo se ha cansado este columnista de demostrar que una jugada por tierra tiene estadísticamente más probabilidades de éxito que un pase en ese punto del partido, pero los Jets habían estado promediando 4.9 yardas por acarreo y sólo 3.7 yardas por intento de pase. ¿Para qué pasar en la jugada más crucial del encuentro?