Cuando Walter Herrmann anunció su baja en el pasado Preolímpico de Las Vegas para prepararse con todo de cara a la temporada de NBA, muchos de nosotros pensamos que este año iba a ser su despegue definitivo en la mejor liga del mundo.
Por ahora, lo estamos esperando.
Los números del alero argentino en su año de Sophomore, distan mucho de aquellos que lo colocaron en el segundo mejor quinteto de novatos en la serie regular pasada.
4.2 puntos, 0.3 asistencias, 2.2 rebotes, 10.8 minutos y 39.1% en tiros de campo, en los 16 partidos que jugó Charlotte -en los que no fue titular en ninguno- no son números dignos para un campeón olímpico.
Y eso Hermmann lo sabe.
En la pasada temporada, sus planillas fueron de menor a mayor, al punto de alcanzar la titularidad en 17 de los 64 partidos que jugó con los Bobcats. Además, promedió en la temporada ocho puntos, 2.7 rebotes y más del 50% en tiros de campo, todo en 19.5 minutos por aparición.
Realmente es extraño lo que está pasando con el alero de los Bobcats. La lesión de Adam Morrison antes de comenzar la temporada supuso más protagonismo para Herrmann, pero a decir verdad, más que darle energías, parece que se las quitó. Incluso Charlotte, con un récord de 7-12 buscó aprovechar la situación de Anderson Varejao para ficharlo. Si bien tanto Morrison como Varejao -quien finalmente se quedará en los Cavaliers- son jugadores mucho más grandes en estatura y se mueven mucho más en la pintura que Hermann, la contextura del alero nacido en Venado Tuerto lo mostraba a priori como un hombre a desempeñarse como alero pequeño alternando en la posición de 4, si es que hacía falta en determinadas situaciones de juego.
Pero claro, es obvio que Sam Vincent, nuevo entrenador en jefe de la franquicia no lo vio de esa manera. Los minutos que Herrmann había ganado en la serie regular pasada, pasaron a manos de Matt Carroll (23.5) y Jared Dudley (14.5). Incluso, Herrmann, que figura tercero empezando de atrás en minutos jugados, sólo supera en la posición de alero al novato Jermareo Davidson y al veterano Othella Harrington.
Vincent utiliza un equipo corto para aprovechar a sus figuras. Gerald Wallace, Emeka Okafor, Jason Richardson y Raymond Felton son los únicos que superan los treinta minutos por juego. Los cuatro son titulares y dominan las estadísticas: Okafor lidera al equipo en rebotes (10.6) y bloqueos (1.95), Felton en asistencias (6.7) y Wallace en puntos (17.5). Del resto de los integrantes del plantel, sólo dos pasan los veinte minutos por juego: Jeff McInis y Matt Carroll.
La diferencia con la temporada 2006-07 es notable: tres estaban por encima de los treinta minutos (Gerald Wallace, Raymond Felton y Emeka Okafor), cinco superaban los veinte (Adam Morrison, Brevin Knight, Matt Carroll, Sean May, Derek Anderson) y luego Walter Hermann aparecía con 19.5.
Está claro que este panorama no beneficia a los suplentes -entre los cuáles figura Herrmann- ya que sólo pasan a ser actores de reparto de escasa participación en la rotación.
Walter Herrmann llegó a la NBA de la mano de Michael Jordan con un contrato de un año con opción a otro adicional, procedente del Unicaja Málaga de la ACB, equipo con el que ganó una Liga ACB y una Copa del Rey.
La vida del alero argentino está signada por la tragedia. El 20 de julio del 2003 perdió a su madre, su novia y su hermana en un accidente de tráfico, algo que cambiaría para siempre su vida. El mismo día del año 2004, tras ganar un sudamericano con su selección luego de vencer a Brasil, ser goleador y MVP, perdió a su padre, quien falleció tras padecer un ataque al corazón.
Con el apoyo de un entorno sólido, Herrmann fue contenido y pudo superar la crisis para formar parte del logro más importante del básquetbol argentino tras el campeonato mundial de 1950: el oro en los Juegos Olímpicos del año 2004, siendo una pieza importante en la final frente a Italia.
Casado con su esposa Alana desde el 2006, entre sus logros, además del oro en Grecia, figuran dos títulos con Atenas de Córdoba en la Liga Nacional de Básquetbol argentino, una Copa del Rey y una Liga ACB con Unicaja Málaga, además de ser MVP de la Liga de España en el 2002 jugando para el Fuenlabrada CF. Como plus, ganó dos torneos de volcadas en Argentina, en los años 1999 y 2000.
La carrera de Herrmann en la NBA está plagada de altibajos. El alto nivel en el final de la temporada pasada ilusionó a muchos y alcanzó para demostrar que puede jugar en esta Liga sin problemas. Por ahora, en esta versión de los Bobcats 07-08, al alero argentino lo estamos esperando.
Hacerse un lugar más protagónico en la rotación es su meta más cercana.