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Lo mejor del 2007

1) EL PRIMER GRITO DE CAMPEÓN

Había que verle la cara a los hinchas que tuvieron la suerte de ocupar uno de los pocos lugares disponibles en La Bombonera. También a los que coparon el estadio de Guidi y Arias y vivieron 90 minutos de nervios, ansiedad y plena satisfacción pantalla gigante de por medio.

En sus 92 años de historia, Lanús nunca había dado una vuelta a nivel local. Los Globbetroters brillaron en 1956 y en el '78 se produjo el doloroso descenso a la C. Pero el club se levantó y desde el '92 se consolidó en Primera.

El título en la Copa Conmebol (1996) y un par de subcampeonatos domésticos (Clausura 1998 y 2006) fueron las señales que dio una institución modelo que siempre se caracterizó por tener dirigentes a la altura de las circunstancias.

Justamente la directiva le dio continuidad al proyecto de Ramón Cabrero, quien con dos años en el cargo (un record en estos tiempos) alcanzó la gloria con muchos de los chicos que formó en divisiones inferiores.

Diego Valeri fue la gran figura junto a José Sand, el goleador que llegó para aportar 15 tantos, uno clave ante Boca.

Carlos Bossio pasó de villano a héroe. Walter Ribonetto y Rodolfo Graieb también aportaron experiencia en el fondo. Agustín Pelletieri y Matías Fritzler, jóvenes-viejos en el medio. En suma, un plantel que soportó la presión y se quedó merecidamente con el Apertura 2007. Nadie puede ponerlo en duda.


2) ROMANCE CON LA GLORIA

A partir del regreso de Juan Román Riquelme, el Mundo Boca soñó con la posibilidad de volver a levantar la Copa Libertadores. Claro que ni el más optimista imaginó que el "10", marginado en Villarreal, iba a tener un nivel tan superlativo.

Anotó 7 goles en 10 partidos, en los que manejó los hilos de un equipo que terminó 2° en un grupo con rivales "de altura" como Toluca, Cienciano y Bolívar, al que golearon 7-0. El gran acierto del técnico Miguel Angel Russo fue preservar a su figura, dándole el descanso justo y necesario.

En una caliente serie de octavos pasó Vélez, en cuartos venció a Libertad y en semis superó a Cúcuta Deportivo en una dramática revancha marcada por la niebla.

Si el equipo había dejado algunas dudas a lo largo del certamen, las despejó en la definición, donde mostró su oficio. 3-0 en La Bombonera y 2-0 en Porto Alegre, ante un Gremio que se rindió ante la experiencia del séxtuple campeón de América.


3) EL EFECTO RAMÓN

Uno ve hoy a San Lorenzo y se encuentra con un club que afrontará el año de su centenario con un plantel interesante que buscará el gran anhelo: la Copa Libertadores.

Pero pocos recuerdan que hace exactamente un año, la misma institución pasaba un momento totalmente opuesto.

El 1-7 ante Boca y el 0-5 frente a River del 2006 dejaron al Ciclón en el centro de las cargafas y aceleraron la salida de Oscar Ruggeri. Pero llegó Ramón Díaz y todo cambió.

El riojano le imprimió un aire fresco a los jugadores, les quitó presión y les sacó lo mejor de ellos mismos. Con una base de conocidos de River (Gata Fernández, Ledesma, Tula y Ferreyra), más la confianza que le brindó a Orión y el talento de Lavezzi y Silvera, armó un equipo que arrasó a sus rivales.

San Lorenzo sumó 45 puntos (a dos del record del conjunto de Pellegrini en el Clausura 2001), producto de 14 victorias, 3 empates y 2 derrotas, con 34 goles a favor y 17 en contra.

Fue el 10° título en la historia azulgrana y el 8° personal de Ramón en su carrera como entrenador. Como para demostrar que lo suyo no es pura suerte.


4) CREYÓ QUE ERA POSIBLE

Podrán decir que no fue un campeón vistoso, que no ganó de local y que recibió alguna que otra ayuda arbitral. Pero nadie podrá negar que plantel y cuerpo técnico de Arsenal merecían esta alegría.

Porque Gustavo Alfaro adecuó su sistema a los rivales y siempre los puso en problemas. Porque el Arse fue consciente de sus limitaciones y supo explotar sus virtudes. Porque demostró tener hambre de gloria, una cualidad tan importante como tener inteligentes intérpretes.

En primera ronda, empató en la ida y goleó 3-0 a San Lorenzo en la vuelta. Se hizo fuerte en Brasil y eliminó a Goiás en octavos. Venció a Chivas con un 3-1 histórico en Guadalajara. En semis, Cuenca se hizo gigante y el conjunto del Viaducto sacó al conflictuado River en la definición por penales.

En la final, enfrentaba al poderoso América mexicano. Fue al frente, aprovechó los errores y ganó 3-2 en el Azteca. De local en Racing, pudo haber goleado pero cayó 2-1. El gol del descuento y el título llegó gracias a una patriada de Andrizzi. Un reflejo del esfuerzo que mostró el equipo en todo el torneo. Para gritar toda la vida.


5) EL DESPEGUE DEFINITIVO

Probablemente el 2007 haya sido el mejor año en la carrera de Lionel Messi.

Arrancó recuperándose de la fractura que sufrió en el pie izquierdo. En su primer derbi en el Camp Nou marcó los tres tantos del Barcelona en el 3-3 contra Real Madrid. Le hizo al Getafe un golazo idéntico al de Maradona contra Inglaterra, aunque en otro atmósfera, está claro. Y como si no bastara con semejante tributo, copió "La mano de Dios", aunque un poco más grotesca, frente al Espanyol.

Sus pincelazos de magia y sus dos goles en la Copa América no alcanzaron, porque la Albiceleste cayó en la final contra Brasil. En lo que va de la temporada lleva 12 gritos en 20 partidos, sin duda su mejor registro en sus tres años en el Barsa.

La FIFA tomó nota de todos estos datos y le otorgó el Balón de Plata, al segundo mejor jugador del Planeta (el primero fue Kaká). Para Sport Illustrated Latino fue el destacado del 2007. Premios que acumula con tan solo 20 años.

"Ser Messi es un milagro por la contribución que hacemos todos a confundirlo", opinó con algo de autocrítica Jorge Valdano. "Da la sensación de que tiene lo mejor de la calle argentina y lo mejor de la academia del Barcelona". Así parece.