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Nada más importa

Hola lectores queridos. ¡Al fin volvió el fútbol! Qué fea es la ciudad sin fútbol, desierta, sin muchedumbre que desobecede apasionadamente a los semáforos y los pitos de los policías de tránsito. ¿Dónde se fueron todos? ¿Se fueron con el fútbol a la Costa Atlántica? ¿A quién le ganaste La Feliz, con tu casino, tu puerto sin merluzas y tus lobos marinos de cemento?

¡Viva Guenos Aires, aunque en enero sea un cementerio de cemento y los taxis andan como camellos métalicos chistando a una mina que se atreve a salir al asfalto, mientras sus contemporáneas emigran a la playa como peones golondrinas de la belleza!.

Fútbol, novia mía, te regalo este cuarteto: "Soy un palo de la luz, esperando tu regreso. Sólo tengo tres amigos, la lluvia, el viento y el sol. Soy un palo de la luz, estoy mirando el cielo, y estoy parado en cruz. Soy un palo de la luz, esperando tu regreso".

¡Volvió el fútbol a la Paquidérmica Reina del Plata! La ciudad vuelve a funcionar como un motor de mil quinientas expectativas de sueños y esperanzas!

¡Y cuánto nos ayuda el fútbol en el trajinar diario con sus fechas de los domingos y sus partidos de los miércoles por la Copa Libertadores!

¡Al fin, volvió el fútbol de verano! Y todo funciona mejor, los despertadores, los patitos de plásticos, los cds piratas de la avenida Rivadavia, los isopos, las shorcitos fútboleros, los bombón helados, todo se vende mas y funciona mejor cuando rueda el juego "de patear la pelota", como decía mi sabia abuela.

¿Y alguien sabe el precio real de los bombones de chocolate? En un solo día compré tres bombones helados a tres heladeros distintos. Le compré uno a un heladero que vende siempre en la esquinita de Brown y Caseros, donde está el cartel de Bienvenidos a la República de la Boca: me lo cobró un peso. Más tarde, le compré a otro que andaba en una bicicleta y me lo cobró dos pesos. Al rato, le compré uno a otro que decía en la heladerita de tergopol "1 peso" ¡Y me lo cobró 1,50! Tenía el 50 dibujado con birome.

¡Heladeros de bombones helados, ponganse de acuerdo, no curren con los precios!

Los domingos salimos con la familia y los críos, vamos a la Reserva Ecológica, a la fuente de la Lola Mora, con el mantelito de hule, el tereré en el termo, las criollitas y los bizcochitos nueve de oro y siempre encontramos alguien escuchando el partido del domingo. Sin ir más lejos, el colectivero del '86, pone la radio futbolera a todo lo que da y es como el ritmo de una bachata callejera...

¡Al fin volvió el fútbol!, aunque sólo sea en estos aguachentos partidos de cuadrangulares de verano para turistas, insignificantes ante un partido de copa o de torneo Apertura.

¡Negro, no seas bestia, en el fútbol no hay nada insignificante! Pensá que en estos torneos de verano debutan los pibes. Un verano, Menotti hizo debutar en Boca a Carizzo y a Musladini, el Pichón de Passarella. ¿Qué habrá pasado con Musladini?

El sábado, Pedrito Troglio, en el partido River-Independiente hizo debutar a dos: el arquero y un delantero de 18 añitos que ya pinta para crack: fue goleador en la novena división. ¡Qué orgullo para los padres!

Mucha suerte chicos, que se diviertan, no se desesperen que este pálido e intrascendente Independiente necesita de sangre joven, alegre, atrevida, que le contagie el virus, el bichito alegre del buen fútbol.

¡Volvió el fútbol y eso es lo que importa! Todo lo demás es un detalle, pues en Salta, Racing apenas le ganó al San Lorenzo de Ramón Diaz. Y no hay mucho para decir, casi nada de este partido. No obstante, hay mucho para decir de la parcialidad racinguista. Ojalá este año remonte Racing, digo esto, porque estoy cansado de ver tanta gente triste. Son hinchas de Racing, por todas partes. Hoy vi tres hinchas de Racing en el colectivo. Nunca vi caras tan tristes. ¡Y ni les hablo del irremontable Independiente, si hasta tengo miedo que descienda!

Pongo todas mis fichas en Arsenal que el 29 de febrero debuta en la Copa Libertadores ante el Goías de Brasil. Y ya hay que estar pensando en ese partido. ¡Hay que dejarse de joder con playas, hacer la pretemporada a fondo, porque Arsenal de mi corazón, te queremos ver peleando la Copa!

Ayer recibí una extraña caja de encomienda de la Empresa Nuestra Señora de Asunción, enviada por el Cazador de Yacarés, Asunción, Capital de la Ficción.

La abrí y tenía un isopo. "Cucu es el isopo que usó Roman Riquelme en un partido que jugó en el Estadio Defensores del Chaco. Tengo un amigo que limpia el cesped del estadio y me lo regaló. Te lo envío para escribas algo en el sitio".

El isopo me habló.
- Hola, soy Iso.
- Hola yo soy Cucu.
- Ya sé, sos famoso. Román siempre hablaba de tus crónicas. Desde ahora en adelante, Cucu, te voy a enseñar a pronosticar partidos.
- ¿Cómo le va a ir al River del Cholo?
- Muy bien, Cucu.
- ¿Y a Independiente?
- Va a remontar vuelo, el Rojo.
- ¿Y el Boquita de Ischia?
- Más o menos.
- ¿Y Arsenal?
- Va a jugar la final de la Copa.
- ¿Y Lanús?
- Ahí, va a volver a ser campeón.
- ¿Te puedo hacer la última pregunta, Iso? ¿De qué cuadro sos vos?
- Eso te lo cuento mañana, Cucu.

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