La gran campanada

GLENDALE -- Existió una palpable expectativa de historia durante la fría noche en el desierto de Arizona. El Super Bowl XLII cumplió dicha expectativa, pero no fue el tipo de historia que muchos esperaban.

AP

Fue una victoria especialmente dulce para Strahan

Los Giants, desfavorecidos por 12 puntos en las líneas de apuestas, arruinaron la búsqueda de la perfección de los New England Patriots. New York, que perdió seis de 16 partidos durante la temporada regular, prevaleció en el marcador 17-14 en el University of Phoenix Stadium.

El mariscal de campo Eli Manning, Jugador Más Valioso del encuentro, flotó un espectacular pase de 25 yardas para Plaxico Burress --por encima del esquinero de los Patriots, Ellis Hobbs--, para poner a los Giants arriba con 35 segundos por jugar.

"Los tipos que hay en este equipo, y la racha que logramos, es difícil de creer... Realmente lo es", dijo Manning. "La serie final tuvo tantas jugadas grandes por tantos jugadores. Fue un partido increíble, y es un sentimiento increíble".

Según Burress: "Éste es el mejor sentimiento en los deportes profesionales. Para nosotros salir hoy y ganar un campeonato... Nadie nos daba oportunidad".

En algún lugar, los Miami Dolphins del '72 (17-0), están destapando su champagne.

Como los Giants eran designados por cuestiones administrativas como el equipo visitante, lograron extender su racha de triunfos fuera de casa a 11 consecutivos, incluyendo los cuatro partidos de playoffs.

Fue la segunda victoria en Super Bowl para un hijo de Archie y Olivia Manning, un tributo a los buenos genes y al estudio del video. Peyton Manning, mariscal de los Colts, ganó su primer Super Bowl la temporada pasada a la edad de 30 años. Eli, quien también fue selección Nº1 del draft, es menor por tres años.

Manning completó 19 de 34 pases para 255 yardas y dos touchdowns.

Fue especialmente dulce para el ala defensiva Michael Strahan y el receptor Amani Toomer, los únicos jugadores que permanecen en el equipo de aquella escuadra de los Giants que perdió 34-7 ante los Baltimore Ravens en el Super Bowl XXXV. Adicionalmente, fue la tercera victoria en el Super Bowl para una de las franquicias más venerables de la NFL, luego de sus Trofeos Lombardi de las campañas de 1986 y 1990.

"Sorprendimos al mundo, pero no a nosotros", dijo el apoyador de los Giants, Antonio Pierce.

Los Patriots habían superado a los Giants 38-35 en la Semana 17 de la temporada regular hace poco más de un mes, pero los Giants ganaron mucha confianza en el proceso. Este domingo, probaron que aquél marcador cerrado no había sido coincidencia.

Si los Giants planearon una serie de ensueño para abrir el juego, la lograron en su primera posesión, que requirió 16 jugadas, consumiendo nueve minutos con 59 segundos. Manning convirtió las tres primeras veces que tuvo tercera oportunidad (nueva marca para Super Bowls), pero no logró hacerlo una cuarta, cuando el pase a Steve Smith quedó corto. Lawrence Tynes, quien ganó el Juego de Campeonato de la NFC en tiempo extra, convirtió un gol de campo de 32 yardas para poner en ventaja a los Giants por 3-0.

Los Patriots contestaron con una serie similar, pero les redituó en algo más. En tercera y 10 desde la yarda 17 de los Giants, Pierce, con su espalda al balón, golpeó al ala cerrada Benjamin Watson mientras se estiraba por el balón en las diagonales. Fue castigado por interferencia de pase y, dos jugadas más tarde, Laurence Maroney culminó la serie con acarreo de TD de 1 yarda.

Marcó la menor cantidad de posesiones (dos) en un primer cuarto de Super Bowl.

Los Giants volvieron a avanzar hasta dentro de la 20 de los Patriots, cuando algo que no le había sucedido en estos playoffs a Manning, sucedió por primera vez: fue interceptado, aunque no fue su culpa. Smith malabareó un pase bajo y terminó en manos de Hobbs. La defensiva de los Giants frenó a los Patriots, pero enseguida la ofensiva por poco entrega de nuevo el ovoide, cuando Ahmad Bradshaw logró recuperar su propio balón suelto.

Entrando al juego, la clave del partido parecía ser la presión de la defensiva de los Giants --quienes produjeron 53 capturas para liderar la liga en la campaña regular--, ante la línea ofensiva de los Patriots. En el duelo del 29 de diciembre entre estos dos equipos, Brady había sido capturado sólo una vez, y eso fue sin dos titulares.

Con los cinco titulares dentro para New England, los Giants capturaron a Brady en jugadas consecutivas a la mitad del segundo cuarto.

Los Giants tuvieron una gran oportunidad de reducir la desventaja a sólo un punto, pero una jugada loca les perjudicó. El apoyador de los Patriots, Adalius Thomas, soltó el balón de las manos de Manning, y Bradshaw intentó sacarlo por las laterales de un manotazo. El balón no salió, y Smith recuperó lo que habría podido ser un primer intento. Pero Bradshaw fue penalizado por un toque ilegal hacia delante, y los Giants eventualmente tuvieron que despejar.

Al medio tiempo, los Giants habían corrido 34 jugadas, contra 27 de los Patriots, y habían poseído el balón por 19 minutos y 27 segundos de los 30. Aún así, estaban abajo por 7-3.

El coordinador defensivo de los Giants, Steve Spagnuolo, creó mucha presión con una variedad de formaciones (en una ocasión cargó con dos miembros de la secundaria), casi exclusivamente por el medio.

Y así, los Giants continuaron a mantenerse cerca.

Luego, en una primera oportunidad en su propia yarda 20, Manning conectó con el ala cerrada Kevin Boss. El novato atrapó el pase en la yarda 39, y para cuando el profundo Rodney Harrison logró derribarlo, ya había sido una ganancia de 45 yardas. Unas jugadas más tarde, Manning conectó en un pase perfecto con David Tyree para 5 yardas a la anotación, y los Giants se encontraron arriba por 10-7 con 11:05 por jugar.

Fue el primer TD de Tyree en la campaña.

Naturalmente, los Patriots respondieron. Brady los guió campo abajo lanzando una serie de pases cortos. Y luego, en lajugada Nº 12 de la serie, Brady conectó con su blanco favorito, Randy Moss. Los Giants eligieron doble cobertura para Wes Welker por dentro, y el esquinero Corey Webster quedó sólo contra Moss. Cuando Webster se resbaló y cayó al suelo, Moss quedó descubierto para un pase de TD de 7 yardas en tercera y gol.

Manning, sin embargo, armó una excelente serie mientras se agotaba el tiempo. La jugada clave: Manning, agachándose y girando, deshaciéndose de la presión de los Pats, y lanzando un pase de 33 yardas por el centro para Tyree --quien lo atrapó entre la mano y el casco--, para dejar el balón en la yarda 24 de los Patriots. Con 35 segundos por jugar, Manning pasó 25 yardas para Burress y la temporada perfecta de New England se había desvanecido en el aire.

Los Patriots iniciaron su serie final en su propia yarda 26 con 29 segundos por jugar, pero Brady no tuvo más magia por ofrecer. Dos pases incompletos y una captura precedieron la última oportunidad. Un largísimo pase a Moss cayó incompleto, y el público de los Gians enloqueció por completo.

Por dos semanas, la atención se concentró en los Patriots y su cita con el destino. Pocos fuera de los vestidores en East Rutherford, New Jersey, daban muchas oportunidades a los Giants.

Se acabó la perfección. Los Giants se conforman con algo un poco menor.