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Un universo diferente

FORT MYERS, Fla. -- A menos que seas más viejo que Eddie Joost, más viejo que Dom DiMaggio, más viejo que Zsa Zsa Gabor, nunca has vivido en un mundo como este.

Nunca has vivido en un mundo donde la temporada de béisbol esté a punto de comenzar y los Medias Rojas de Boston puedan ser descritos con una palabra que millones de residentes de Nueva Inglaterra no conocen:

Favoritos.

Ellos no son los Medias Rojas de tus abuelos. Ni siquiera los de tus bisabuelos. Ellos no son esas figuras malditas, trágicas de hace no tanto tiempo.

Ganar una Serie Mundial no cambió eso. Pero ganar dos en cuatro años -- si, eso sí.

No se espera que los Medias Rojas de Boston, como los conocemos ahora, se frizen o flaqueen. Se espera que ganen. Están construidos para ganar. Y son lo suficientemente buenos para hacerlo.

"La historia ha cambiado," dice Tim Wakefield, en su 14ª temporada con el equipo, un hombre que ha sido testigo de la transformación desde el mejor asiento del lugar. "Ha cambiado de ser una tragedia en cada postemporada -- de: 'Lo hicieron de nuevo. Blahblahblahblahblah' -- a algo diferente."

¿Con qué algo diferente, ah? ¿Acaso esto lo describe?

El repintar tu sala -- de blanco a bronceado -- eso es "algo diferente."

Pero observar a los Medias Rojas pasar de ser "Un Equipo Acechado por el Destino, Maldiciones, Pianos Hundidos y Villanos-Al-Estilo-De-Bucky Bleeping Dent que Nunca Ganarán Una Serie Mundial en 8,000 Siglos" a "El Único Equipo En La Historia Que No Son Los Yankees En Ganar La Serie Mundial Dos Veces en Cuatro Octubres" -- eso supera lo "diferente," ¿no?

Es como levantarse una mañana y ver que toda tu familia se mudó a Marte. Así de poco conocido es este universo -- un univeeso donde incluso los Yankees están tratando de alcanzar a los Medias Rojas. Donde todo el mundo, de hecho, esta tratando de alcanzar a los Medias Rojas -- con la posible excepción de Hank Steinbrenner.

De hecho, si Hank realmente cree que no hay tal cosa como la Nación Medias Rojas, debe salir más. No sólo la Nación Medias Rojas existe, sino que estamos seguros que ahora mismo es más grande que Bulgaria. Y definitivamente Mauritania.

En este universo, aparentemente ya no hay tal cosa como un juego de "visitantes" de los Medias Rojas. No estamos seguros de donde salieron todos esos fanáticos de los Medias Rojas en Bradenton y Vero Beach, en Baltimore y Kansas City, en Arlington, Texas, e incluso en el Tokyo Dome. Pero de hecho, ahí están.

Están en todos lados. Miles y miles de ellos -- vestidos con su camiesa favorita de los Medias Rojas, desde las que dicen "AHORA PUEDO DESCANSAR EN PAZ" hasta "SOBREVIVÍ AL CAMBIO DE SANTANA." Esas dos victorias en la Serie Mundial, esos dos desfiles, los han soltado por el resto del planeta. Ruidósamente. Y orgullósamente.

"Tenemos tipos que están hambrientos todos los días. No tenemos tipos que piensan que una Serie Mundial es suficiente. Nuestros tipos quieren ganar 10. Y ese es el tipo de muchachos que uno necesita."

-- El primera base de los Medias Rojas Kevin Youkilis


"Siempre hay una base de fanáticos," dijo Mike Timlin, quien está en su sexta temporada con Boston. "Uno sabe eso. Pero ahora que hemos ganado un par de veces, parece que se multiplicó de manera exponencial."

No es sólo que los números hayan cambiado nada más. Es que ahora, cuando toda esa gente se va de su casa, no se llevan las cámaras de tortura con ellos.

"Lo que más que choca," dice Wakefield, "es que, luego que ganamos en el 2004, recibí muchos mensajes al estilo de 'Gracias de parte de mi abuelo,' y eso era por todas las generaciones pasadas. Pero cuando ganamos el año pasado, creo que esa victoria fue por los futuros fanáticos de los Medias Rojas. Esa fue por las generaciones futuras de fanáticos que pueden decir que fueron parte de dos campeonatos de Serie Mundial, o fanáticos más jóvenes que ppueden decir que pudieron ver una Serie Mundial cuando eran jóvenes -- en vez del [se ríe] el folclor."

Ah, ese folclor. ¿Acaso alguien extraña ese folclor? ¿Alguien? Aw, fue algo entretenido quizás por los primeros 50 o 60 años. Pero se puso viejo. Y no solamente si eres un familiar cercano de Bill Buckner.

Uno podría pensar que el 2004 eliminó ese folclor. Pero estarías equivocado. Cuando llegó el 2005, y esos Medias Rojas estaban en la faena de buscar repetir, se vieron quirúrgicamente atados a la leyenda de los Medias Rojas del 2004.

Esa es una gran razon por la cual este equipo de los Medias Rojas se encuentra en un lugar diferente que los Medias Rojas del 2005, aun cuando teóricamente hablando ambos están tratando de lograr lo mismo -- repetir.

"Esto ya no es un circo," dice Timlin. "No hay 150 periodistas, y camarógrafos tomando fotos porque era la primera vez que habíamos ganado en 86 años. Ahora podemos ser normales. Podemos ser un equipo normal y solo salir a jugar."

Realmente, "normal" no es la mejor palabra para describir a este grupo tampoco. Los Reales son un equipo "normal". Los Rojos son un equipo "normal". Los Medias Rojas siempre se sentirán como un terremoto sacudiendo la falla sísmica de tu vecindario.

Pero mientras estos Medias Rojas inician el reto de repetir, al menos lo podrán hacer en el contexto de una historia de béisbol -- contrario al contexto de un profundo cambio en la cultura moderna americana. Este equipo ha perfeccionado el arte de evadir las líneas blancas de esa historia de béisbol.

"Nosotros hablamos con ellos todo el tiempo acerca de que, una vez que comienza el juego, tenemos un partido de béisbol," dijo el mánager Terry Francona. "Somos jugadores del béisbol. Alguna gente dice que somos artistas. Pero no lo somos. Somos jugadores de béisbol. Si la gente se entretiene con eso, pues bien. Pero somos jugadores de béisbol. Y uno compite. Uno no hace un espectáculo."

Uno no puede traer una colección de 25 jugadores en una situación como esta y esperar que ellos ejecuten bien. Esta es una franquicia única, centrada en un mercado único, jugando béisbol cada día con un grupo de historias meciendose en la brisa.

Así que no es accidente que el nucleo de este equipo esté hecho de seres humanos que han demostrado que pueden enfocarse en lo que realmente cuenta.

"Estos jugadores tienen muy en claro lo que está en juego aquí," dijo el coach de bateo Dave Magadan. "Ellos saben cuanta atención recibimos de los fanáticos y los medios. Pero todo el mundo sabe lo que está en juego. Así que vienen listos para jugar en el mismo momento que entran por esa puerta."

Y eso es así sólo porque este grupo obtuvo lo que el gerente Theo Epstein y los hombres que corren este equipo hicieron en el invierno que ya prácticamente no se ve nunca:

Ganaron la Serie Mundial y trajeron a todo el mundo de vuelta.

OK, no a todo el mundo. Eric Hinske, Eric Gagne y Doug Mirabelli ya no están aquí. Pero Sean Casey es la única adición de gran perfil. Y 22 de los 25 jugadores de los Medias Rojas que aparecieron en un juego de postemporada el pasado mes de octubre siguen llevando este uniforme. Sí no habían pensado en cuan inusual es eso en el béisbo moderno, pues bueno, piensen de nuevo.

De los otros 21 equipos que ganaron la Serie Mundial desde 1985, tan solo uno -- los Angelinos de 2002-03 -- trajeron a tanta gente de vuelta, de acuerdo con el Elias Sports Bureau. Así que eso es algo que ya no se ve. Y lo que es especialmente notable en el caso de este equipo es que no se vió en Boston la última vez que los Medias Rojas estaban tratando de repetir.

A pesar de lo queridos que eran esos Medias Rojas del 2004 en Nueva Inglaterra, ocho de ellos no volvieron -- incluyendo a Pedro Martínez, Derek Lowe, Orlando Cabrera y el tipo que hizo el último out de la Serie Mundial, Doug Mientkiewicz.

Así que ya que nada de lo que hace esta organización es por accidente, debe decir algo el hecho de que no haya habido un solo cambio significativo en este grupo.

"No lo hicimos, pero tampoco queríamos hacerlo," dijo Francona. "No creo que estuvieramos estancados en una rutina. Ganamos y nos gustan nuestros jugadores."

Por supuesto, nunca sabremos lo que habría pasado si no llegan a ganar la Serie Mundial. ¿Habrían hecho el cambio por Johan Santana? Quizás. ¿Habrían esbozado el contrato por debajo del mercado para quedarse con el JMV de la Serie Mundial , Mike Lowell? Quizás no.

Las prioridades habrían sido diferentes. La perspectiva habría sido diferentes. Las percepciones habrían sido diferentes, Y el repetir sería tarea de otro equipo.

Pero las puertas se cerraron de la manera que se cerraron. Las grandes decisiones se tomaron. Y ahora los nuevos Medias Rojas lucen casi idénticos a los viejos Medias Rojas. Pero cualesquiera que hayan sido las fuerzas que convergieron para que eso fuera posible, este equipo no trajo a todo el mundo de vuelta sólo para divertirse.

No, habrán cambios. Sólo serán cambios más evolucionarios. Jacoby Ellsbury se movió al jardín central a tiempo completo. Jon Lester y Clay Buchholz se unieron a la rotación para el largo camino. Manny Delcarmen está listo para actuar en un rol más prominente como preparador.

"Necesitamos ponernos un poco más jóvenes," dice Francona --y lo lograron.

Pero el nucleo de este equipo permanece inalterado. Y hay un peligro en eso también. ¿Puede un grupo de jugadores que ya lo gano todo ser impulsados para ganarlo todo de nuevo? ¿Eso no es la naturaleza humana? Así que, ¿se están tomando los Medias Rojas un gran riesgo al pensar que este grupo puede recrear la fórmula para lograrlo?

"No lo creo," dice el primera base Kevin Youkilis. "Creo que es algo bueno. Sólo es algo bueno si tienes los tipos correctos, pero tenemos un grupo de muchachos hambrientos. Tenemos tipos que están hambrientos todos los días. No tenemos tipos que piensan que una Serie Mundial es suficiente. Nuestros tipos quieren ganar 10. Y ese es el tipo de muchachos que uno necesita."

De hecho, esa es la clase de tipos que uno necesita. Pero no es todo lo que se necesita. Los Medias Rojas del 2004 y del 2007 no ganaron solo porque tenían química y carácter. Ganaron porque monopolizaron el mercado del picheo dominante, del principio y del final.

Y fráncamente, este equipo tiene más cuestionamientos sobre el pitcheo entrando a la temporada que esos equipos. ¿Estará lista la espalda de Josh Beckett? ¿Podrá Curt Schilling hacer alguna contribución? ¿Aguantarán la espalda y el hombro de Tim Wakefield? ¿Podrán Will Lester y Buchholz ser igual de buenos en una temporada completa como lo fueron por periodos cortos?

Pero cada equipo enfrenta preguntas como estas. Y cuando uno mira a los otros equipos fuertes de la Liga Americana -- los Yankees, los Tigres, los Indios, los Angelinos -- ¿no les parece que sus fallas son más notables, al menos en el papel, que las fallas de los Medias Rojas?

Así es. Y por eso, por primera vez en nueve décadas, los Medias Rojas de Boston se posicionaron como El Equipo. Los claros favoritos. Que cosa.

No estamos seguros de cuan diferentes se sintieron Harry Hooper y Stuffy McInnis de como se sienten ahora David Ortiz y Mike Lowell. Pero seguro que se siente diferente para aquellos de nosotros que meramente estamos tratando de comprender como gira el planeta.

"Ves, eso nunca entra en mi mente," dice Francona, "porque no me importa. No creo que realmente importe, porque hay muy buenos equipos allá afuera. Creo que ahí es cuando hay problemas, cuando te ves a ti mismo como el Equipo a Vencer. Sabes, cada día que jugamos, pienso que esperamos ganar --pero al jugar el juego, no por lanzar tu guante allá afuera o por hacer un comentario. Sal a jugar."

Bueno, al menos si este equipo no gana, nadie le echará la culpa a Harry Frazee o a alguna otra fuerza supernatural en el universo. Al menos ahora, es posible que veamos un ejemplo más de como "el mejor equipo" no siempre gana.

"Uno nunca sabe," dice Youkilis. "Miren a los Patriots este año. Ellos perdieron y tenían el mejor equipo. Así que uno nunca sabe. Esto es deporte. No es matemática, no es álgebra. No hay ecuaciones. Sé que hay fanáticos que se envalentonan y piensan, `Somos el mejor equipo, lo vamos a ganar todo.' Y se molestan [si no lo logras]. Pero esto es deporte. No es una ciencia."

Así que, ¿pueden repetir? Abróchense los cinturones. Estamos a punto de descubrirlo. Tan sólo dos equipos (Azulejos de 1992-93 y los Yankees en 1998-1999-2000) lo han hecho en los últimos 30 años. Y ninguna versión de los Medias Rojas lo ha logrado desde las temporadas 1916-17. Pero este equipo de los Medias Rojas parece dispuesto a dar la batalla por añadirse a esta lista.

"La cosa acerca de este equipo es, que no queremos ganar uno," dice riéndose Kevin Youkilis. "Queremos alcanzar a Yogi."