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No los pierden de vista

El inglés Justin Rose y el sudafricano Trevor Immelman quedaron el jueves a la cabeza del Masters de Augusta tras completar la primera ronda del jueves con una tarjeta de 68 golpes, cuatro bajo par.

En un día de apertura cálido y soleado, en el que el inglés Ian Poulter realizó un hoyo en uno, en el que el campeón defensor Zach Johnson inició sólidamente su defensa del título y Tiger Woods busca nuevamente el saco verde de triunfador, Rose se colocó en la cima de la pizarra una vez más tras la primera ronda.

En el 2004, Rose fue líder durante las dos primeras rondas, pero cayó posteriormente al lugar 22. De regreso en el Augusta National el año pasado, Rose tuvo una primera ronda de 69 golpes, pero no logró acercarse a ese resultado en el resto del fin de semana, terminado el torneo en quinto lugar a a tres golpes de Johnson.

El jueves, Rose volvió a iniciar el Masters con un excelente resultado.

"He aprendido que no se puede cantar victoria demasiado temprano", dijo Rose, quien ganó la Orden de Mérito como el mejor golfista en la Gira Europea del 2007. "Obviamente, la primera ronda ha sido grandiosa para mí aquí", agregó.

Rose, de hecho, batalló al principio, con bogeys en dos de los primeros cuatro hoyos. Sin embargo, jugó el resto de la ronda con seis golpes bajo par.

Immelman completó la ronda sin bogeys. No pudo superar el corte en cuatro de sus ocho torneos de este año, y aún no ha logrado terminar arriba del lugar 40.

Woods, dueño de los reflectores, arrancó con altibajos, pero metido en carrera. Luego de registrar sólo pares en los 12 hoyos primeros, se metió en dificultades con dos bogeys consecutivos. El número uno del mundo salió rápidamente de apuros con un eagle en el hoyo 15 para su primera celebración con el puño en alto en el torneo. Woods terminó la ronda con 72 golpes, o par de campo, es decir a cuatro de los líderes.

Por supuesto que es temprano en el torneo. Sin importar que ocurra en la primera ronda, Woods sigue siendo abrumadoramente favorito para enfundarse su quinto saco verde, punto inicial para un Grand Slam sin precedente.

"Me siento bien sobre cómo jugué todo el día", comentó Woods. "Me siento bien sobre cómo jugué todo el día", insistió. "La golpeé (la bola) realmente bien. Golpeé muchos buenos putts que simplemente no entraron. Sólo debo permanecer paciente".

La victoria de Johnson el año pasado fue vista como un suceso fortuito atribuido al clima. El frío y el viento le permitieron jugar a la segura y salir campeón con 289 golpes, uno sobre par, empatando el marcador más alto en la historia del Masters para un ganador.

De cualquier forma, Johnson es el único jugador en el campo con posibilidad de ganar dos títulos consecutivos, algo logrado sólo por tres jugadores. Johnson inició la defensa de su galardón con una ronda de 70 golpes, dos bajo par.

El argentino Andrés Romero, con la misma anotación que Woods, fue el latinoamericano más destacado.

Los otros dos en competencia, el argentino Ángel Cabrera y el colombiano Camilo Villegas, arrancaron con sendos 73 y forman parte de un lote de jugadores que comparten el puesto 33 en el tablero.