BRISTOL -- Por momentos aquello parecía "una competencia" entre un jet supersónico y un auto viejo destartalado. El marcador no indica nada. Chivas fue diez veces mejor que el América, le pasó por encima, le dio toque y le ganó justamente el Clásico del fútbol mexicano. Lo que sigue es la nueva gloria.
Lo peor que le podía suceder al aficionado americanista sucedió en los minutos finales del domingo por la noche. Esperanzarse por algo que no existe, unirse a una causa falsa y creer que el hecho de que el partido se haya apretado en el marcador significa que el equipo mejoró y peleó en el partido. Toda esa teoría no existe.
Sólo hubo uno en el Clásico. El líder general, el que tiene una derrota en todo el torneo y ese que juega con idea, con orden, con velocidad y con alegría. No el pobre sotanero general, el de los ocho puntitos, el las de las 10 derrotas y el equipo que da lástima en la cancha.
Chivas debe olvidarse del América. Su fútbol de los primeros 45 minutos le da sustento a la idea de que volverá a levantar la Copa a finales del mes de mayo. El Guadalajara pone las marcas, establece los parámetros y pone el rigor de la competencia.
Alguien pudo notar el cansancio que el llamado Rebaño Sagrado mostró en los últimos minutos. Está claro que la carga de la semana -habían vencido al Santos por la Copa Libertadores- se hizo presente.
Hay que reconocer, por sobre todas las cosas, que la campaña de Chivas ha tenido destellos impecables y que sin duda, deben ser marcados como los grandes favoritos para el campeonato.
Luego, siempre está el factor de que el Guadalajara juega exclusivamente con futbolistas mexicanos, lo cual, para muchos es una ventaja y para otros, una desventaja. Chivas lo está haciendo bien. Está exponiendo por delante las mejores condiciones del jugador nativo. Está logrando lo que la selección mexicana casi nunca ha logrado: jugar, convencer, alegrar la vista del aficionado y lo que es mejor... ganar partidos.
Siento mucho que el América haya llegado tan diezmado moral y futbolísticamente a un duelo que su parcialidad espera con impaciencia. Pero tampoco creo, como he escuchado esta mañana, que tengan el derecho de decir que el clásico fue muy cerrado porque terminó 3 x 2...
No fue así. Chivas voló y el América caminó. Chivas aplastó y el América empujó. Chivas dio toque y el América dio cierta pelea. No hay más.
Los fanáticos de Chivas deben hacer planes para buscar el campeonato. Los del América deben guardarse de aquí el final. No hacer ruido, permanecer callados y buscar que la limpia generalizada le dé un equipo y unos jugadores que sepan lo que es el americanismo.