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Un juego de dos días

MOSCU -- El partido de la final de la Champions League dará inicio el miércoles a las 22:45 de Moscú, un horario poco habitual para un juego de fútbol, pero la televisión inglesa quiere ponerlo en su pantalla en un segmento preferencial. Hay tres horas menos de diferencia con respecto al reloj en Greenwich.

El plan parece muy sencillo: bajar del avión al mediodía. Tomar un "bus" hasta el estadio. Beber un "par de cervezas". Cantar y gritar durante 90 minutos o más. Festejar o desahogarse hasta altas horas de la madrugada y volver al aeropuerto para tomar el avión de regreso a casa.

"Serán bien recibidos mientras no excedan los límites y no transgredan las leyes del país", dijo anoche Alexander Volkov, superintendente de la policía en Moscú.

Los rusos son precavidos. Han formado un cordón de seguridad que se extiende desde los límites de la Plaza Roja y el Kremlin, y que se extiende a través del Río Moskva hasta llegar al estadio Luzhniki. La idea es que los fanáticos lleguen, vean el partido y se retiren.

También se ha anunciado que no habrá venta de cerveza durante el partido.

Hasta ayer, otro rumor indicaba que ni el Manchester United ni el Chelsea habrían podido vender la totalidad de los 21 mil boletos que la UEFA les concedió.

"No tengo idea de eso", dijo el entrenador del Chelsea, Avram Grant. "Lo único que sé es que será un lindo espectáculo".

Si es cierto, esta podría ser la primera vez desde que se instauró la final de la Champions, que el estadio no luzca lleno en su totalidad.

LOS ULTIMOS PREPARATIVOS

La alarma llegó durante el entrenamiento del Chelsea cuando Ashley Cole chocó accidentalmente con Makelele. Cole tuvo que salir de la cancha para ser atendido. Luego del hielo, regresó, pero no entrenó a la par de sus compañeros.

"Llegamos a Moscú sin complejos y nos iremos sin complejos", afirmó el entrenador Grant, quien rehusó a hablar sobre su futuro. "Si todo sale bien, brindare con vodka, claro, junto a Roman (Abramovich) mañana por la noche".

El Manchester entrenó sin complicación alguna y con un excelente ambiente interno.

Como siempre, Sir Alex Ferguson fue duro cuando un periodista le insinuó que podría ser el último juego de Cristiano Ronaldo en la camiseta de los Diablos Rojos. "Eres un idiota. Yo pensaba que sólo había idiotas en mi país, pero veo que no", le dijo al reportero de origen hispano.

Las apuestas siguen favoreciendo al Manchester, pero el Chelsea tiene la idea de arruinar todos los pronósticos. La historia que comienza el miércoles y termina el jueves promete ser emotiva.