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La esperanza brasileña

AUBURN -- En Auburn, la universidad estadounidense donde estudia, César Cielo suele pasar casi que inadvertido.

Nueve veces campeón universitario, el nadador brasileño es un ser anónimo en una región de Estados Unidos donde la pasión es abrumadora por el fútbol versión estadounidense.

"El otro día fui al centro comercial y un tipo me dijo '¿tu eres César, cierto?' Creo que fue la primera vez que alguien se me acercó para decirme algo", contó. "Puedo andar por el campus y nadie me reconoce".

En Brasil, la situación es diferente para el tritón de 21 años. Simplemente no tiene la misma privacidad.

Después de todo, Cielo es una de las principales opciones de podio que tiene Brasil en los Juegos Olímpicos de Beijing tanto en los 50 como en los 100 metros estilo libre. Ostenta récords sudamericanos en ambas pruebas y cuenta con muchos adeptos gracias a su carisma y logros deportivos.

Su ex compañera en el equipo de Auburn, Emily Kukors, fue testigo de primera fila en los Juegos Panamericanos que se disputaron en Brasil el año pasado, cuando Cielo estableció los récords de las justas en los 50 y 100. Salía en todas las portadas de los diarios y la efervescencia de sus compatriotas para verlo competir en la piscina fue impresionante.

"Fue como estar en un concierto de rock", recordó Kukors, quien integró el equipo nacional de Estados Unidos.

En el sur de Estados Unidos, donde se entrena, Cielo no tiene lidiar con tanta atención. Durante una reciente práctica, el tema de discusión fue Michael Phelps tras anunciar de que iba a competir en nuevas pruebas en el torneo clasificatorio de Estados Unidos.

"Con lo que se ha propuesto Phelps, pues cuesta que te presten atención", dijo Cielo. "El hombre quiere colgarse nueve medallas":

En sus tres temporadas en Auburn, Cielo ha dejado huella. Cuatro veces en el mismo día bajó la barrera de los 19 segundos en la prueba de 50 yardas estilo libre en el campeonato universitario en marzo pasado, incluyendo un tiempo de 18.52 en la final. No valió como récord mundial, ya que el sistema métrico es el que se usa en las competencias internacionales.

Con todo, la marca de los 19 segundos sólo ha sido eclipsada apenas 14 veces en las 50 yardas, y Cielo tiene 10 de esas.

De todas formas, en Beijing, el brasileño no estará entre los favoritos. Esa etiqueta la tienen rivales más veteranos, como los estadounidenses Phelps y Gary Hall, además del francés Alain Bernard, dueño del récord mundial.

El técnico que entrena a Cielo en Auburn, Brett Hawke, dijo que el poco favoritismo puede beneficiar a su pupilo.

"Si vas con la idea de que sólo es para experimentar lo que es una olimpiada, pues lo más seguro es que no vas a ganar nada", dijo Hawke. "Pero si piensas que la carrera es para cualquiera, entonces llevas un chance. Esa es su actitud. No está pendiente de nadie ... Sólo está en lo suyo".

Hawke opina que Cielo apenas ha empezado a demostrar su potencial.

"Está en el umbral de una carrera fantástica", dijo. "Va a ir a dos o tres más Juegos Olímpicos y será un grande. Tiene 21 años y tiene el mundo a sus pies en estos momentos".

Cielo ha empezado a capitalizar en su condición. Se declaró profesional tras el último campeonato universitario y ya firmó un par de contratos de patrocinio.

Tiene claro que los Juegos de Beijing son su pasaporte a la fama y más contratos lucrativos.

"Si logro los resultados que quiero en los Juegos Olímpicos, todo el dinero y la atención de los medios vendrá", dijo Cielo. "Ahora mismo no pienso en el dinero. Ya he ganado algo, pero ni se acerca a lo que podría recibir tras los Juegos":

De momento, se entrena sin distracciones, sin que nadie le moleste.

Cielo pasó tres días en Brasil tras el campeonato nacional y decidió que lo mejor era estar alejado de su país.

"Tuve que dar una cantidad de entrevistas. Mi teléfono no paraba de sonar", dijo. "Tengo que irme y ponerme a entrenar. Es bonito que la gente te reconozca, pero a la misma vez quiero conseguir mis objetivos. Ello vendrá tras conseguirlos".

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