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Buena movida

Los Dodgers, quienes abren una serie de cuatro partidos el jueves en la noche contra los líderes, los Diamondbacks de Arizona, hicieron el único cambio significativo en la División Oeste al añadir un bate de impacto con Manny Ramírez para suplementar su pobre ofensiva, que figura penúltima en la Liga Nacional en promedio de slugging y es la cuarta peor en carreras anotadas. Lo lograron sin eliminar ningún contribuyente importante del club, ya que no iban a tener a Andy LaRoche como jugador regular bajo ninguna circunstancia.

Están en contienda porque sus lanzadores han sido excelentes y porque la división es débil. El atender su mayor debilidad fue una movida excepcional, y mientras cuenten con un jardín patrullado por Ramírez, Matt Kemp y Andre Ethier son leves favoritos sobre Arizona para ganar la división.

Manny Ramírez

Ramírez


No obstante su efectividad líder de la Nacional, la rotación de los Dodgers está tambaleante. Brad Penny falló antes de ser colocado en la lista de lesionados, y el haberse tomado un tiempo libre puede que no haya sanado sus problemas con el brazo. Hiroki Kuroda ha sido apabullado desde el receso del Juego de Estrellas, y ya sea él o Jason Johnson (extrañamente efectivo en tres aperturas) será removido de la rotación cuando Penny regrese el próximo fin de semana.

Clayton Kershaw, quien abre el viernes contra Arizona, debe de mostrar mejorías en su segunda salida de Grandes Ligas, y podrían reclamar al controlado derecho James McDonald de Doble A para tratar de forzarlo a convertirse en el 5° abridor de la rotación. Pero sus opciones internas están limitadas. Si Penny no regresa a su antigua forma, los Dodgers son buenos candidatos para tratar de conseguir un abridor de segunda por medio del sistema de cambio en waivers en agosto. Por el lado positivo, su cuerpo de relevistas ha sido espectacular y debe ser uno de los mejores en la Liga Nacional una vez regrese Takashi Saito este mes.

Los Diamondbacks llamaron a otros equipos para indagar sobre algunos buenos bates que estaban disponibles, pero no quería ceder a ninguno de sus prospectos, incluyendo a Gerardo Parra y max Scherzer, y terminaron por conformarse con su alineación actual. Su ataque ofensivo está por debajo del promedio y, aparte de Conor Jackson, no cuentan con ningún jugador por encima de .850 en OPS a pesar de que juegan en un parque que favorece a los bateadores.

Es una alineación repleta de bateadores que le pegan bien a la recta y mal a los cambios de velocidad, pero la mayoría de ellos le tira a los lanzamientos fuera de la zona. El dilema de los Diamondbacks es que tienen un jugador en desarrollo en casi todas las posiciones del terreno, así que el intentar hacer una mejoría por medio de una adquisición le robaría la oportunidad crítica de desarrollar una potencial estrella o jugador sobre el promedio, lo que atrasaría el desarrollo total del equipo hacia 2009 y 2010.

El cambio de receso por Dan Haren vació el talento de las menores y la mayoría de su talento más desarrollado, lo que dejó poco material para ayudar a Arizona en la recta final de la temporada de 2008. Los Diamondbacks podrían reclamar a Scherzer, quien está en rehabilitación por una lesión del hombro, y colocarlo en la rotación (aunque en este momento sólo puede lanzar dos entradas por salida) o usarlo como relevista. También tienen al abridor prospecto Brooks Brown, quien probablemente se proyecta mejor como un relevista en las mayores, en Doble A y podrían usarlo para relevo corto o medio. El talentoso Parra sólo tiene 21 años de edad, no lleva buenos números en Doble A y no es la solución a las deficiencias ofensivas este año.

La mejor apuesta para Arizona es probablemente quedarse con los jóvenes que tiene en el equipo mayor y rezar porque Justin Upton (de regreso en unos 10 días), Stephen Drew, Miguel Montero y el desilusionante Chris Young tomen su paso al frente en los últimos dos meses de la temporada.

Los Rockies ahora están a nueve juegos de distancia en la columna de derrotas y ya mismo desaparecen. Han permitido muchas más carreras de las que han anotado a lo largo de la temporada, y lo que les queda por delante será mucho más difícil de lo que enfrentaron el año pasado, cuando sólo estaban atrás por tres juegos el 1 de agosto. Desafortunadamente, parece que su falsa competencia este año los llevó a quedarse con Brian Fuentes, Garrett Atkins y Matt Holliday, cuando habría sido una mejor estrategia el cambiar a uno de ellos, o a todos, especialmente dado el aumento de valor en el mercado por los jugadores rentados.

La avanzada de los Rockies al final de la pasada temporada fue construida, entre otros factores, sobre dos grandes contribuciones en la recta final departe de dos lanzadores reclamados de ligas menores: Franklin Morales y Ubaldo Jiménez. Este año, sin embargo, no tienen un brazo en Triple A o Doble A que pueda complementar su fastidiosa rotación. Tienen que aguantar la respiración y esperar que Jeff Francis regrese más fuerte de su lesión o que alguien como Morales tenga una virazón milagrosa.