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Se caldean los ánimos

Miguel Olivo

Olivo

KANSAS CITY, Misouri -- El dominicano Miguel Olivo arremetió hacia el montículo luego de ser golpeado por un lanzamiento de D. J. Carrasco, en el quinto inning del juego del domingo, en una acción tras la cual se vaciaron las casetas de los Medias Blancas de Chicago y de los Reales de Kansas City.

Dos innings después, el abridor de los Reales, Zack Greinke, fue echado también, cuando había un out del séptimo capítulo, al golpear con un lanzamiento a Nick Swisher, luego de una advertencia a los dos dugouts.

Junto con Greinke fue expulsado Trey Hillman, manager de los Reales.

Carrasco había subido recién a la lomita, como relevo del abridor Clayton Richard en el encuentro, que los Reales ganaron por paliza de 14-3. El serpentinero le lanzó arriba y adentro a Olivo, quien se agachó, y alcanzó a rozar la pelota con el bate, para un foul.

En el lanzamiento siguiente, Carrasco golpeó a Olivo en una muñeca y el receptor de los Reales corrió de inmediato hacia el montículo.

"Cerré los ojos y corrí a la loma", dijo Olivo. "En estas situaciones, la mayoría de los lanzadores no me tira adentro, sino sliders afuera. Si él me hubiera golpeado con el primer lanzamiento, yo habría ido a la primera base, pero me tiró tres bolas adentro. Me pareció muy obvio, y sólo hice lo que creí necesario".

Olivo había frenado su carrera, como si estuviera listo para golpear al serpentinero, quien lanzó en los Reales, pero el catcher de los Medias Blancas, A.J. Pierzynski, lo sujetó por detrás.

El dominicano terminó golpeando al receptor en la cabeza y, para entonces, las casetas y los bullpens se habían vaciado.

"Fue bueno que yo me haya detenido", dijo Olivo. "Cuando Pierzynski me sujetó, eso me hizo enojar más. Traté de golpear y no sé a quién le di. Sólo quería arreglar esto con el pitcher, pero Pierzynski me agarró por detrás y todos entraron. Entonces pensé: 'Bueno, esto ya se desató"'.

El orden entre los peloteros y managers se restableció. Los umpires expulsaron a Olivo, Carrasco y al venezolano José Guillén, manager de los Medias Blancas.

Olivo comenzó esta campaña suspendido por los primeros cuatro compromisos, tras lanzar un puñetazo a su compatriota José Reyes, de los Mets de Nueva York, durante el último fin de semana de la temporada anterior, cuando militaba en los Marlins de Florida.

Aquella agresión también provocó un altercado en el que se vaciaron los dugouts.