BEIJING -- Un perímetro
cercado con miles de policías, militares, patrulleros y
equipamientos con tecnología de última generación encierran al
estadio Nacional de Beijing, el denominado 'Nido de Pájaro',
donde se llevará a cabo la espectacular ceremonia inaugural de
los XXIX Juegos Olímpicos de la era moderna.
Los dispositivos de seguridad se incrementaron notablemente en
la jornada de hoy con miles de policías en las calles, en tanto
que los controles de paso para acceder hasta el estadio fueron aún
más exhaustivos que de costumbre, por si no lo hubieran sido
antes.
"La seguridad es una preocupación constante de estos Juegos
Olímpicos", reconoció hoy el vicepresidente ejecutivo y secretario
general del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing
(BOCOG), Wei Wang, en una conferencia que brindó este mediodía
aquí, en el centro de prensa IBC-MPC, de esta ciudad.
Por primera vez, la Villa Olímpica permaneció cerrada durante
todo el día, por lo que solamente los atletas y oficiales de
equipos pudieron ingresar y salir de la misma. Por cuestiones de
seguridad, no se permitió el acceso a la prensa ni a ninguna otra
persona ajena al lugar, ni siquiera a la "zona internacional".
Para los atletas, las instrucciones fueron dadas durante la
víspera en una reunión de Jefes de misión, en la que se les
informó sobre los horarios y las formas de desplazamiento que
debían realizar para evitar inconvenientes.
Asimismo, habrá una custodia especial para los más de 80
mandatarios que concurrirán aquí para presenciar la fiesta
inaugural, entre ellos el presidente de los Estados Unidos, George
Bush.
Todo parece organizado y diagramado para que el inicio oficial
de los XXIX Juegos Olímpicos transcurran en paz.