ESPNdeportes.com 16y

Todo termina

BUENOS AIRES -¿Y ahora qué le pasa?
-Nada, nada.
-Pero por favor, tiene una cara...
-No puedo estar alegre todos los días.
-Cuénteme qué le pasa.
-Estoy triste.
-Eso ya lo sé. ¿Pero por qué?
-Por los Juegos Olímpicos.
-¿Por los Juegos Olímpicos? ¿Pero cuántas medallas doradas esperaba que ganara Argentina? No estuvo tan mal teniendo en cuenta...
-No, qué me importan las medallas. Estoy triste porque los Juegos Olímpicos se terminaron y ahora vamos a tener que esperar cuatro años hasta los de Londres 2012.
-Ya lo sé. ¿Pero por qué está triste?
-Porque fueron los Juegos Olímpicos más felices de mi vida. Debo confesar que los disfruté muchísimo.
-¿Y qué esperaba, que duraran eternamente? Todo termina.
-Ya sé, todo termina, los viajes y el amor... Y ahora los Juegos Olímpicos. Pero no sé, si hubieran durado una semana más, tal vez...
-¿Tal vez qué?
-Es que ya me había habituado a vivir a contrapelo. Era lindo eso de despertarse a las cinco de la tarde y esperar la voz de Bonadeo y estar pegado al televisor hasta el mediodía... Solo, en silencio. Había conseguido cierto equilibrio, digamos, biológico.
-Pero muchas veces en esos días lo oí quejarse.
-Uno siempre se queja, pero estos Juegos fueron, a mi parecer, la cumbre del placer deportivo. Hemos visto a las mujeres más hermosas, a los atletas más estupendos, a las mujeres más hermosas...
-Eso ya lo dijo.
-También hemos visto una victoria Argentina que, aunque un poco aburrida, no dejó de ser una victoria. Hemos visto nacer a un mito: Angel Di Maria, y eso es algo que no ocurre todos los días. Hemos visto a Yelena Isinbayeva batir otro récord. Y vimos una vez más su sonrisa. ¿Cuánto tendremos que esperar ahora para ver solamente esas dos cosas, un mito que nace y la sonrisa de Yelena? Vimos las curvas de Leyra Franco, vimos... vimos...
-Vimos a Bolt, el hombre bala.
-Vimos a Bolt y a las zapatillas doradas de Bolt. Vimos festejar los tantos a los jugadores y las jugadoras de vóley, tantas veces que creo que podría prescindir del vóley hasta los próximos Juegos Olímpicos.
-Cómo la tiene con los festejos. ¿No le parece que se volvió un poco monotemático últimamente?
-Vimos más cosas increíbles. ¡Quién hubiera dicho que tendríamos el privilegio de presenciar a un competidor de taekwondo asestándole una patada en plena cara al referí? ¿Vio eso?
-Claro que lo vi.
-Bueno, esas son cosas que no se ven todos los días.
-De acuerdo, no se ven todos los días. ¿Pero observó algo curioso?
-¿Qué cosa?
-Cuando Angel Valodia Matos le asestó la famosa patada al referí, su contrincante, Arman Chilmanov, se puso a festejar y a saltar de alegría, porque eso significaba que él se quedaba con la medalla de bronce.
-¿Y soy yo el que está fijado con los festejos? ¿Y usted?
-Tiene razón, yo también presto atención a esas cosas.
-Falta tanto para 2012.
-Cuatro años es mucho tiempo.
-Mucho.
-...
-...
-Perdón, ¿está llorando?
-No, está lloviendo.

^ Al Inicio ^