George J. Tanber 16y

Abriendo fronteras

Cuando a los niños les preguntan qué es lo que quieren ser cuando sean grandes, por lo general no tienen ni idea de lo que quieren hacer.

Irma García era diferente.

Cuando iba a la St. Angela Hall High School de Brooklyn, época en la que no salía del gimnasio, se dio cuenta de que su profesora de educación física, Margaret Greco, dirigía todos los programas de deportes en el mencionado recinto escolar. En ese momento, una campanilla sonó dentro de la cabeza de García: "Dios", pensó, "Eso es lo que quiero hacer yo".

Treinta años después, luego de superar varias dificultades, García ha logrado su objetivo, así como otros más. En St. Francis College, en Brooklyn Heights, N.Y., en donde García jugó al básquetbol y después fue entrenadora, ésta se ha convertido en la primera directora de deportes femenina e hispana en la División I en Estados Unidos.

"Me sorprendí mucho cuando escuché que era la primera", dijo García. "Pensé que habían más mujeres hispanas dirigiendo departamentos de deportes. Pero lo que me ocurrió es algo muy bueno".

García, quien tiene 49 años, es soltera y está comenzando su segundo año en el puesto. Muy enérgica, ésta cuenta con una actitud amigable y directa. Dice que siente que tiene la mitad de su edad y eso es algo que demuestra cada día.

"Quiero hacer tantas cosas. Sé que me tomará tiempo, pero estoy dispuesta a tomarme el tiempo que sea necesario", dijo durante una reciente entrevista telefónica. "Mi primer año en este trabajo ha sido increíble".

Los que conocen bien a García no se sorprenden por su actitud emprendedora.

Brenda Weare, comisionada de la Conferencia del Noreste de la que forma parte St. Francis, conoció a García cuando dirigía la comisión que se encargó de reclutar a la nueva comisionada.

"Mi primera impresión", dijo Weare, "fue que Irma me pareció una persona muy agradable y competente. De inmediato, supe que era una mujer capaz de llevar a cabo de manera exitosa cualquier tarea que se le presentase delante".

García siempre ha sido una persona tenaz, un rasgo de su personalidad que desarrolló mientras que creció en el vecindario de Brooklyn, Williamsburg, en donde convivieron un montón de grupos étnicos. Sus padres eran inmigrantes de Puerto Rico que criaron a siete hijas y un hijo, cada uno nacido con un año de diferencia.

García, la única mujer con inclinaciones por el deporte, aprendió a jugar en las calles de Williamsburg. Slapball, punchball, juego semejante al béisbol que se juega sin bate, con una pelota grande y que se pega con el puño, y stickball, juego semejante al béisbol que se juega con un palo parecido al de una escoba en lugar del bate, además de una bola de goma, eran sus deportes favoritos, hasta que los muchachos notaron a la niña alta con un buen tiro y la reclutaron para el equipo de básquetbol.

En los juegos callejeros, los aros eran las señales de "No se detenga", se podía caminar con el balón y las faltas más duras eran aceptadas.

Durante sus primeros años en St. Angela, ésta decidió probar suerte en el equipo de básquetbol. Fue más duro de lo que pensó. "Lo cierto es que no entendía muy bien el juego, no conocía las reglas. Sólo sabía jugar básquetbol callejero", dijo. "Pero tenía muchas ganas de quedar en el equipo".

Y así fue.

Además, mejoró muy rápido. Cuando ya estaba en el último año, se convirtió en capitana del equipo y promediaba 27 puntos por partido. En honor a la retrospectiva, Irma recuerda un torneo en vacaciones ese año en el que se lució. Poco tiempo después, St. Francis le ofreció una beca de básquetbol, algo que unos años atrás hubiese sido algo inimaginable. "Por supuesto que acepté", destacó.

En un muy buen equipo de St. Francis, que contaba con buenos francotiradores, su entrenador le dijo que debía cambiar su estilo de tiro si quería jugar. "Al ser un joven hispano, siempre escuchas a los mayores, a la autoridad", dijo. "Cuando alguien te dice que hagas algo simplemente lo haces, de modo que cambié mi tiro. Pero lo cierto es que nunca me sentí cómoda con el mismo". Por lo tanto, se convirtió en una defensora intransigente, algo que le significó la posición de titular.

Cinco años después de haberse graduado en 1988, le pidieron a García que dirigiera su antiguo equipo. Así, a la edad de 27 años, se transformó en una de las entrenadoras de la División I más jóvenes del país en aquel momento, en medio de un grupo muy reducido de entrenadoras en jefe.

Recuerda caminar hacia el campo de juego junto con su entrenador asistente para saludar al entrenador en jefe del equipo oponente. Por lo general, el entrenador oponente asumía que el asistente de García era el entrenador en jefe. Hasta que García aclaró su rol en el equipo. "Yo pensaba, '¡Vaya! Realmente dan por sentado que una mujer no es capaz de entrenar un equipo o de dirigir una organización'", dijo García.

Como entrenadora, García ha logrado un éxito modesto, pero sus jugadores se han superado en el plano académico. Después de 11 años, García debió elegir entre entrenar o seguir una carrera más administrativa y se quedó con la segunda opción tras recordar sus sueños de niña. El año pasado, se hizo cargo del puesto principal y ahora está a la cabeza de un staff de alrededor de 50 personas. Además de ser la única mujer hispana que dirige en la División I, también forma parte de una minoría de mujeres que dirigen programas de la mencionada división en conferencias mayores. (En la actualidad, el número asciende a ocho, según la Asociación de Mujeres Administradoras Colegiadas).

García ríe cuando le recuerdan lo que el director atlético de DePaul, Jean Lenti Ponsetto, le dijo al New York Daily News a principios de este año: "El ámbito de los deportes es uno de los últimos en los que reina la testosterona".

Cuando García asiste a las reuniones de la NCAA, tiene su propio estilo al lidiar con la antes mencionada perspectiva. "Ni bien comienza la reunión, cuando hacen la primera pregunta yo levanto la mano, de esa manera les hago saber que estoy allí", dijo. Cuando vas a estas reuniones te das cuenta de que de a poco van apareciendo más mujeres en escena; eso es algo que me pone muy contenta. Estamos diciendo: 'Aquí estamos. Somos sus pares, y somos capaces de hacer el mismo trabajo'".

En cuanto a las administradoras femeninas, la Conferencia del Noreste es la más progresiva de la liga. Tres mujeres -- García, Marilyn McNeil, deMonmouth University, y Lynne Robinson, de Mount St. Mary's University -- dirigen los departamentos atléticos, mientras que Weare es una de las dos mujeres del país que además es comisionada de la liga. La otra es Carolyn Schlie Femovich, de la Patriot League.

A diferencia de las reuniones de la NCAA, la equidad en cuanto al género de cada uno no es una cuestión que influya en los encuentros de la Conferencia del Noreste, según dice García.

"En nuestra conferencia, los integrantes masculinos son personas muy agradables", dijo, "Nunca hicieron diferencia".

Por el momento, García está demasiado ocupada como para pensar en cuestiones de género o étnicas. Debe llevar adelante un programa en la División I de un establecimiento que cuenta con 2,300 estudiantes. De los 19 equipos de St. Francis, sólo el fútbol, el bowling y el water polo han sido capaces de brillar durante los últimos años. García está decidida a convertir al equipo de básquetbol en ganador. El año pasado, los equipos masculinos y femeninos combinaron para sumar 16 victorias.

Otra cuestión: el público que va a ver estos partidos no es numeroso, ya que los equipos juegan en estadios alejados de la ciudad.

"Hemos invertido mucho en el programa", dijo García, "de modo que tienen la oportunidad de hacer las cosas bien o al menos tienen las mismas posibilidades que cualquier otra universidad. Además, queremos jugar en los mejores estadios".

En marzo, se inspiró tras los logros de Mount St. Mary, una universidad más pequeña que St. Francis. Sucedió después de que The Mount ganó en un torneo masculino de la NCAA. La idea de que su alma mater podía conseguir algo similar le erizó la piel.

Pero no todo es cuestión de sumar victorias, como ya lo han demostrado sus ex jugadores. Cuando García habla sobre sus atletas como estudiantes, se le escucha muy seria al respecto.

"Para eso estamos aquí, para hacer que consigan lo que quieren, para hacer que mejoren", dijo. "Para que cuando salgan al mundo sean capaces de contribuir".

Para lograr lo anterior, está presionando a los atletas de St. Francis para que concentren aún más en las materias curriculares y para que contribuyan con su comunidad, en donde tanto ella como los demás entrenadores creen que pueden reclutar a deportistas locales que no están familiarizados con la universidad.

García, quien forma parte del Salón de la Fama de Deportes de St. Francis, ha dado el mejor ejemplo. Ha pasado de integrar el equipo universitario a presidir el área de deportes.

"Esto es una familia y ella es parte de la misma", dijo Dennis McDermott, director del sector que agrupa a los graduados y ex jugador del equipo de básquetbol de St. Francis. "Lo que más admiro de ella es la sinceridad, en la manera con la que trabaja con los alumnos. Es algo que insume muchísimo tiempo, pero ella hace que todos y cada uno se sientan importantes".

McDermott cree además que la herencia de García hará que muchos atletas que pertenecen a las minorías étnicas del país consideren estudiar en St. Francis, universidad que hoy por hoy cuenta con la diversidad étnica más amplia en su matrícula estudiantil, según McDermott. "Ver que alguien con su historia ha llegado tan lejos puede servir de inspiración para muchos jóvenes", dijo.

Si eso le da una ventaja a García, está bien.

"Yo me concentro en la cuestión más importante", dijo. "No puedo permitirme ver todo en blanco y negro. Para mí, todo está en colores. Colores fuertes y brillantes. Sólo creo que hay tanto más que podemos hacer por nuestros estudiantes-atletas. Hay tanto más que puedo hacer por mí misma. Mis días son muy ocupados y eso es algo que me encanta. No pararé hasta conseguir el éxito que pretendo".

George J. Tanber es colaborador de ESPN.com. Lo puedes contactar a la dirección de e-mail: george.tanber@iscg.net.

^ Al Inicio ^